Mentir, como lo ha hecho AMLO, desde que inició el sexenio, es grave, pero ocultar o distorsionar la información como aparentemente lo están haciendo en torno al COVID19, es tremendamente grave y las consecuencias pueden ser de gran magnitud. El presidente ha mentido consistente y repetidamente en torno a varios asuntos que han sido descubiertos, evidenciados y comunicados extensivamente a través de muchos medios. Ha mentido en cuánto al multicitado avión y el ridículo, por decir lo menos, anuncio de la rifa; ha mentido en cuánto al manejo de los recursos; ha mentido en cuánto a sus supuestas intenciones de acabar con la corrupción; mintió con el huachicol; miente descaradamente en sus inútiles mañaneras; la mentira es eje central de su gobierno y de sus estrategias.
En adición a las mentiras, se suma por una parte el pésimo manejo que en lo personal hizo de la crisis sanitaria, yendo en contra incluso de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, y en absoluto contrasentido de lo que otros mandatarios del mundo han emprendido y por otra, el lamentable hecho de que todo hace suponer que están ocultando el número de casos positivos o tergiversando la información al diagnosticar "Neumonías Atípicas", en lugar de Coronavirus; cada día que pasa es menos creíble.
Los gobiernos mexicanos, como casi todos los de Latinoamérica tienden siempre a ocultar sus miserias ante las tragedias. Así ha sido en terremotos, huracanes, derrumbes, incendios y otras muy lamentables tragedias, es parte de nuestra cultura y las verdades se conocen siempre décadas después, se tapan unos a otros, se oculta la verdad, se actúa en la opacidad, se lucra con la tragedia y hasta se hacen campañas políticas y entrega de dádivas a partir de la catástrofe, una verdadera pena.
Y, por si fuera poco, enfrentamos otro problema en México de proporciones mayores en adición a la debacle sanitaria y económica y es el hecho de que la polarización que el mismo López ha fomentado, podría tornarse en conflicto social y poner en riesgo la estabilidad y la paz social del país.
El desgastado discurso de "primero los pobres" cargado de mentiras y abusos y la también desgastada 4T, están irresponsablemente enfrentando a la sociedad.
De gran preocupación me parece el que la gente se quede sin empleo y sin ingresos porque además de que, de suyo es ya grave el hecho, las consecuencias de ello pueden ser de desastre sino se atiende con prontitud y con una estrategia de estado, misma que no se ve por ningún lado.
Decir "primero los pobres", ha alentado a las masas como es lógico, quien no quiere en verdad, mitigar la pobreza y el hambre, pero culpar a los opositores, a los empresarios, al capitalismo, y a todos quienes piensen diferente de dicha marginación es absolutamente irresponsable, es ruin, es malévolo.
La polarización se acentúa en estos días en que le han llovido las críticas al presidente por su nefasto actuar y peor decir por cuanto respecta a la contingencia; los insultos y agresiones se multiplican en las redes sociales y los defensores de la 4T, en su mayoría sin argumentos sólidos endurecen el ataque. La feligresía de AMLO, se torna intolerante a la crítica, embiste con furia y defienden férreamente a su máximo líder, aunque carezcan de fundamentos que puedan hacer ver a los críticos del gobierno en turno, que se equivocan.
Finalmente, desde mi óptica personal, creo que el presidente eventualmente hará algunos cambios positivos, implementará algunas de las estrategias que se le han sugerido y emitirá algunas políticas públicas ligeramente diferentes, pero NUNCA, lo hará público ni modificará su discurso, por temor de perder a sus feligreses, eso jamás.
Desde la tribuna seguirá largando la perorata que tanto nos enoja a unos, pero que tanto satisface a su masa crítica de apoyo, aunque en corto, en lo oscurito, orquestará algunos cambios, ojalá no sea tarde.
Está aún a tiempo AMLO de dar un golpe de timón en el manejo de la COVID19; en oportunidad está la 4T de endeudarse para fortalecer el sistema de salud. A tiempo justo están de emprender un inteligente rescate económico para toda la micro, pequeña y mediana empresa y de llegar a acuerdos inteligentes de mutuo beneficio con los grandes empresarios.
Tres retos, tres preocupaciones; la Salud, la Economía y la Polarización.
A tiempo está AMLO, aunque públicamente siga diciendo mentiras que es parte de su ADN, y con ello seguir llenando la cabeza de sus inocentes fanáticos.
De no hacerlo, dudo que termine el sexenio...
