Confiando en que las restricciones del Departamento de Salud a la llegada de cruceros a la isla serán temporeras, la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) permanece negociando con las líneas de cruceros para apoyarles en la logística de realización de pruebas de COVID-19 a los pasajeros.
Aunque no ofreció detalles de la reuniones, el director ejecutivo de la entidad, Carlos Mercado, indicó que el gobierno busca constatar cuáles compañías están dispuestas a acatar las directrices y cuáles no. Royal Caribbean suspendió ayer sus paradas en Puerto Rico por no estar de acuerdo con las nuevas normas, según el secretario de Salud, Carlos Mellado. La compañía no se ha expresado al respecto.
“Hay algunas que prácticamente no es viable para ellas o deciden cambiar la parada a otros puertos donde no se está requiriendo nada. Ese podría ser el caso de Royal Caribbean, pero continuamos en comunicación con ellos. Nadie puede dar nada por definido porque esto es una situación sumamente dinámica”, sostuvo el funcionario en entrevista con El Nuevo Día.
No obstante, Mercado defendió que la solicitud de una prueba negativa de COVID-19 realizada 48 horas antes de arribar al destino no es un requisito nuevo para las líneas de crucero, ya que, según él, estados como Nueva York y Texas están solicitando que sean las propias compañías las que sometan a pruebas a todos sus pasajeros antes de desembarcar en su puerto de origen.
Cuestionado sobre la cantidad de paradas de cruceros que se han cancelado hasta hoy, Mercado aseguró que desconoce el número. Aunque este medio intentó obtener la cifra a través de la Autoridad de los Puertos, la información no se ha provisto. No obstante, la Alianza Turística por Puerto Rico aseguró que las cancelaciones ascienden a 11, lo que se traduce en unos $12 millones en pérdidas.
“No se puede tapar el cielo con la mano y sabemos que esto tiene un impacto negativo en lo que es la cadena de valor añadido. Estamos hablando de transportistas, operadores y los agentes que le dan servicio a los cruceros”, aceptó Mercado.
Ante eso, indicó que, si las restricciones se extienden por un periodo indeterminado, pedirá a la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (Aafaf) identificar fondos para compensar las pérdidas económicas de las pequeñas y medianas empresas que dependen de los cruceros.
El reto con los cruceros que zarpan en San Juan
El reto del manejo de los cruceros no se limita a los barcos que realizan paradas en Puerto Rico, sino que incluye a los barcos que utilizan a San Juan como puerto base. Por ejemplo, aunque Royal Caribbean suspendió sus paradas en Puerto Rico, tiene dos barcos con puerto base en San Juan: el Explorer of the Seas y el The Voyager of the Seas.
Precisamente, el Explorer of the Seas atracó el domingo pasado en el muelle de San Juan con casos positivos de COVID-19 a bordo. El barco zarpó el 19 de diciembre en un viaje de siete días, y los gobiernos de St. Kitts y Santa Lucía denegaron su entrada por el número de contagios
Para Mercado, las restricciones con estas embarcaciones son más “fáciles de manejar”, ya que los pasajeros que arriban del exterior tendrán que presentar una prueba negativa de COVID-19 en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en Isla Verde.
Mientras, al momento del desembarque en San Juan, los pasajeros se dividirían en tres grupos: los puertorriqueños residentes en la isla, los viajeros que van directo al aeropuerto y los extranjeros que pernoctarán en Puerto Rico por varias noches.
Sostuvo que los puertorriqueños residentes en la isla tendrían que completar una declaración de viajero y presentar una prueba negativa del virus en 48 horas, mientras que los extranjeros con planes en el país tendrán que presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de desembarcar.
“Hay un sistema de salud que ahora mismo está saturado en términos del recurso humano, que está en el frente de realización de pruebas y el frente que está dando la dosis de refuerzo. Esto hace se nos haga muy difícil la forma en que podamos manejar un crucero con un número significativo de personas contagiadas”, justificó Mercado.
Pese que la CTPR tiene acuerdos con varios hoteles para acoger pasajeros positivos a COVID-19, el director resaltó que los hoteles están sufriendo el impacto del aumento de contagios entre sus empleados, a la vez que otros están operando a capacidad por la temporada navideña.
De acuerdo con los datos del Departamento de Salud, la tasa de positividad se colocó en 22.8%, mientras que la incidencia ascendió a 287 casos por cada 100,000 habitantes.
Cancelaciones en las agencias de viaje
La incertidumbre en torno a las nuevas restrricciones ha provocado una “hemorragia de cancelaciones” en las agencias de viaje, según el presidente de la Asociación Puertorriqueña de Agencias de Viajes, Miguel Franceschini.
“Tengo muchos clientes que preocupados por si salen en el barco y luego no los dejan entrar”, reveló. Ahora mismo está la disyuntiva si el gobierno de Puerto Rico le va a permitir al Explorer of the Seas entrar el domingo”.
Ante eso, indicó que los preocupaciones de los viajeros boricuas no es contagiarse en el crucero, ya que, a su juicio, las compañías han demostrado mantener los contagios bajo management.
Para Franceschini, propietario de una agencia de viaje localizada en el centro comercial Plaza del Caribe, en Ponce, aseguró que el gobierno debe permitir el desembarque de los pasajeros con evidencia de vacunación.
“Yo entiendo que el gobierno ha manejado muy mal el asunto porque en los barcos cruceros hay tantas restricciones, que solo hay entre 1 y 2% de contagio. ¿Entonces, tu vas a limitar que los pasajeros se bajen en Puerto Rico, donde la tasa de positividad está al 22%? Es más peligroso estar en Puerto Rico que en el barco”, cuestionó.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”