Un agente aduanal en la garita de Pharr, en la frontera entre Texas y México, notó algo extraño en un Volkswagen Jetta y le indicó a la conductora, una ciudadana estadounidense de 28 años, que fuera a una segunda inspección. Un perro policía confirmó sus sospechas: había 24 paquetes con 55 libras (casi 25 kilos) de heroína en las llantas del auto, una cantidad que las autoridades valúan en 1.5 millones de dólares, según un comunicado. La joven fue puesta bajo custodia federal el pasado 17 de mayo.
Cinco días después, agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron un auto compacto que viajaba hacia al norte por la carretera 86, en Salton Metropolis, California. Al revisar dos baterías que estaban en la cajuela del vehículo encontraron 26 libras (13 kilos) de metanfetamina con un valor estimado de 72,000 dólares. Detuvieron al chofer, un ciudadano estadounidense de 35 años, informó la agencia.
Desde el inicio de la pandemia por el nuevo coronavirus, las autoridades han registrado un notable incremento en la cantidad de ciudadanos de Estados Unidos que trataban de contrabandear droga por las garitas fronterizas, ya sea en vehículo o a pie. Por otro lado, los oficiales federales detuvieron a menos mexicanos por el mismo delito, una de las cifras más bajas en años recientes, lo cual atribuyen a las restricciones en los cruces fronterizos impuestas para evitar la propagación de contagios.
De octubre a marzo pasado, hubo alrededor de 2,400 detenciones de estadounidenses por contrabando de droga en las garitas, mientras que arrestaron a 361 mexicanos en ese período, según cifras de la Oficina de Aduanas y Management Fronterizo obtenidas por la agencia AP.
No se había registrado tanta distancia entre ambos grupos en los últimos años. En el ciclo fiscal 2019 detuvieron a 2,694 estadounidenses y 1,218 mexicanos por tráfico de sustancias ilegales; y en 2018 arrestaron a 1,693 ciudadanos de este país y 793 mexicanos, de acuerdo con AP.
Aquí un ejemplo de cómo han cambiado el transporte vehicular fronterizo por el virus. Por la garita de San Ysidro (California), la más ocupada del mundo, el cruce de autos bajó de 906,000 a 282,000 entre enero y julio de 2020, pero subió a 1.1 millones en marzo pasado, según cifras del Buró de Estadísticas del Transporte (BTS). Este último dato coincide con el inicio de las vacunaciones.
“A medida que los viajes transfronterizos se trasladaron a viajes esenciales únicamente, las organizaciones criminales también cambiaron sus operaciones”, aseguró la CBP en un comunicado reciente, en el cual advertía sobre un incremento en las detenciones de estadounidenses y de choferes de camiones de carga que transportaban enormes cargamentos de droga.
Adolescentes moviendo droga
Uno de los dolores de cabeza de las autoridades es que los carteles siguen reclutando a estudiantes de preparatorias en Estados Unidos para que mueven droga desde México.
Fue el caso de dos adolescentes estadounidenses de 17 años que fueron detenidos con unas horas de diferencia el pasado 12 de mayo en la garita de El Paso, Texas, según un comunicado de la CBP. Uno de los muchachos trató de contrabandear 18 libras (9 kilos) de cocaína que iban ocultas en el asiento trasero de una camioneta Ford Explorer. El otro menor conducía un coche Honda Component, cuya llanta de refacción llevaba 82 libras de marihuana.
“Las organizaciones de tráfico de drogas a veces utilizan a menores para contrabandear. Les dirán falsamente a estos jóvenes que no hay riesgo porque si los atrapan no pasará nada… Les aseguro que siempre habrá algún tipo de consecuencia”, dijo Héctor Mancha, director de operaciones de la CBP en El Paso.
Durante la pandemia también se ha registrado un cambio respecto al tipo de droga decomisada por agentes aduanales. Mientras las incautaciones de cocaína y metanfetamina bajaron 41% y 16% respectivamente, las confiscaciones de heroína y fentanilo subieron 97% y 34%.
“Lo que está incrementando mucho son los que están pasando pastillas de fentanilo dentro de sus cuerpos”, dijo Michael W. Humphries, director de la garita de Nogales, Arizona, en una entrevista con Noticias Univision.
Los contrabandistas ingieren cientos de píldoras de fentanilo que colocan en bolsas de plástico o condones para después desecharlas por el sistema digestivo. También las introducen en sus genitales. Las autoridades advierten que ese método puede cobrar la vida de ‘las mulas’, como se cube en el argot legal a quienes trasportar droga en sus cuerpos.
La Administración para el Management de Drogas (DEA) le dijo a Univision Noticias en octubre pasado, que los grandes decomisos de narcóticos en vehículos pesados se volvieron comunes porque los carteles tienen menos opciones por el cierre parcial de la frontera. Varios traileros detenidos eran estadounidenses.
“El patrón de contrabando de los carteles ha cambiado. Solían ser envíos más pequeños y frecuentes a través de la frontera. Ahora han cambiado a cargamentos más grandes en camiones comerciales”, afirmó el entonces director interino de la DEA, Timothy J. Shea, quien ahora es el fiscal titular del Distrito de Washington DC del Departamento de Justicia.
Esa nueva estrategia ha resultado en decomisos más grandes, como uno de más de 3,100 libras de metanfetamina que ocurrió a principios de octubre en la garita de Otay Mesa, California. Fue la segunda incautación más grande ocurrida en la frontera. La droga, cuyo valor se calculó en más de 7 millones de dólares, period transportada en un tráiler que reportó llevaba insumos médicos de México hacia EEUU.
A mediados de mayo, otro camión de carga fue interceptado con más de media tonelada de marihuana en la garita de Pharr, Texas. La hierba estaba en 300 paquetes que ocultaron en el piso del contenedor.
” Fuentes www.univision.com ”