Dicen que los viajes empiezan mucho antes de subirse al avión, al ómnibus o al auto. Arrancan desde el momento mismo en que el viajero piensa en un destino, entra a la internet a mirar pasajes, alojamiento o cualquier información del lugar y se ve ahí, en una reposera en la playa, caminando por las calles de una ciudad o tomando cerveza en un bar. Se imagina distendido y sin mayores preocupaciones que las habituales discusiones sobre qué lugares visitar, a dónde ir a comer o pasear. O simplemente pensando en nada. Al fin y al cabo, de eso se trata estar de vacaciones.
Es un hecho, la pandemia cortó la posibilidad de viajar a far de uruguayos. Claro, hay cuestiones mucho más graves: el covid causó casi 7.000 muertes, empeoró la atención en salud, complicó el diagnóstico de enfermedades y aumentó los casos de trastornos a la salud psychological, por citar algunas consecuencias dramáticas.
Pero, de a poco, la limitación para viajar se termina, se flexibilizan las condiciones y desaparecen los miedos. Cruzar las fronteras para hacer turismo, y todo ese ritual que lo rodea, es algo cada vez más routine. En las pasadas vacaciones de julio, por ejemplo, habían salido del país unos 4.000 uruguayos, según publicó en su momento El País. Eso cuando todavía se sentían los coletazos de la primera ola de covid pero ya estaba muy avanzada la vacunación.
¿Y este verano? Desde el 15 de diciembre y hasta el 19 de febrero salieron del país 105.311 uruguayos, casi la mitad de ellos —52.295— por al aeropuerto de Carrasco. En segundo lugar, 19.914 cruzaron a Argentina por el puerto de Montevideo o el de Colonia, según cifras del Ministerio del Inside a las que accedió El País. Los cruces por los puentes del río Uruguay, en cambio, vienen muy detrás.
La cantidad de viajes es alta si se la compara con el poco movimiento de buena parte de 2020 y 2021. Pero si miramos la anterior temporada de verano, veremos que aún son bajas las cifras. Entre el 15 de diciembre de 2019 y el 19 de febrero de 2020 habían viajado al exterior cinco veces más uruguayos: 588.077 pasajeros. Sin embargo, los que salieron por Carrasco habían sido algo menos del doble respecto a 2021-2022: 98.063. La diferencia es mucho mayor en los puentes: en 2019-2020 cruzaron 119.837 por Salto (contra 3.160 ahora), 184.804 por Paysandú (3.203 ahora) y 46.551 por Fray Bentos (4.770 en 2021-2022).
Si nos concentramos solo en el aeropuerto de Carrasco, en enero pasaron por allí 92.503 pasajeros contando arribos y partidas, según dijeron a El País fuentes del sector. De esos pasajeros, cerca de una cuarta parte —20.834— viajaron por Copa Airways a Panamá y conexiones o desde allí a Montevideo. Esta compañía tiene 18 frecuencias semanales y ofrece más vuelos que antes de la pandemia. Otra cuarta parte viajó a Madrid o desde la capital española: 13.827 asientos ocupados en Iberia en enero y 8.103 en Air Europa.
Una cifra comparable, en torno a 90.000 pasajeros, pasaron por el aeropuerto en diciembre, según las cifras que maneja la terminal. Y en todo 2021 arribaron o partieron desde Carrasco unos 450.000 pasajeros. Es el 20% del movimiento de 2019, según publicó el semanario Búsqueda. Pero la gran prueba de fuego será Semana Santa, tradicionalmente la semana en el año en la que más uruguayos viajan al exterior. Y venimos de dos años sin viajes en Turismo: en 2020 recién empezaba la pandemia y estaba todo paralizado, en 2021 cayó en pleno subida de casos y muertes y con el proceso de vacunación en sus primeras semanas.
Para Semana Santa de 2022 se espera la mayor salida de uruguayos en lo que va de la pandemia, según dicen los operadores turísticos: miles elegirán las playas de Brasil o del Caribe, lugares de Argentina (que sigue estando muy barato) y, en menor medida, Estados Unidos y Europa.
Falta mucho: el movimiento de pasajeros y aeronaves en diciembre y enero fue un 50% por debajo respecto al verano previo a la pandemia, confirma Federico Cabrera, gerente de Operaciones y Experiencia de Aeropuertos Uruguay. Pero aclara: “Hacer esa comparación es mirar un contexto distinto del mundo y de la industria. Vivimos una experiencia que dejó una huella indeleble y vamos a sentir sus consecuencias por mucho tiempo”. La aviación y el turismo, recuerda Cabrera, fueron de las industrias más afectadas por el covid. “Ahora vemos aerolíneas retomando conexiones, otras que están empezando a volar, y en definitiva, señales de que estamos en un proceso de recuperación”, cube el empresario.
Hoy pasan por Carrasco 11 aerolíneas: Iberia y Air Europa a Madrid; American Airways a Miami; Copa a Panamá; Paranair a Asunción; Latam a Santiago de Chile, Lima y San Pablo; Gol a San Pablo; Aerolíneas Argentinas a Buenos Aires; Jetsmart (la novedad) a Santiago de Chile; Avianca a Bogotá y Azul a Porto Alegre. En whole son 86 frecuencias semanales, considerando partidas y arribos. Antes de la pandemia period casi el doble: 150 frecuencias semanales.
Se prevé que la normalidad en viajes llegará recién a fines de 2023 o inicios de 2024, según estima el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio. “Tengo reuniones frecuentes por zoom con ministros y viceministros de América y todos señalamos que esto crecerá lento. La proyección es que en el primer semestre de 2024 se retomará aquella normalidad“, afirma el jerarca.
Un arranque difícil.
Todos se manejan con cautela porque todavía hay un nivel de incertidumbre muy alto. Se podría decir que las agencias de viajes ya están quemadas con leche: esperaban la temporada con expectativa y el virus casi controlado, pero llegó la contagiosa variante ómicron y complicó las cosas. “Se notó una baja, ahí como que se paralizó todo porque la gente se volvió a asustar”, cube Rodrigo Rosales, gerente de Hiperviajes.
Así lo resume Andrés Gil de Toc Toc Viajes: “En octubre y noviembre habíamos llegado a niveles de 50 a 55% respecto a la prepandemia, pero entre fines de diciembre y enero se derrumbó todo y bajamos al 25% o menos de la facturación”. Camilo Papa, responsable de aéreos y comercial de Jetmar, recuerda que enero fue un mes de mucho trabajo pero por las cancelaciones y reprogramaciones de último momento. ¿Qué porcentaje de cancelaciones hubo? “No lo sé, pero fue muy significativo”, responde. Y lo logístico complicó todo. “Ahí entran los pasajeros que dieron positivo antes de viajar (y toda la familia se bajó) y los que directamente se asustaron y prefirieron dejarlo para más adelante”.
Gil admite que están tomando decisiones “muy cautelosas”. Y avisa: “Venimos de dos años salvajes para la industria, no estamos para seguir desangrándonos”.
Además, hay otro issue a tener en cuenta y es que el precio de los combustibles “pone aún más presión sobre los costos, especialmente en los vuelos largos”, cube una fuente de una aerolínea.
Desde Copa admiten que ómicron “tuvo un impacto muy grande” en las reservas para febrero “y más aún en marzo”, pero son optimistas respecto a que las nuevas medidas de ingreso (ya no se pide PCR, sino antígeno para entrar a Uruguay) ayudarán. De hecho, dicen que Semana Santa viene bien de reservas pero que eso, de todos modos, no compensa “la falta de pasajeros del resto del mes”.
Iberia, en tanto, opera seis vuelos semanales a Madrid al menos hasta marzo y su director de Ventas LATAM y Relaciones Institucionales, Víctor Moneo, cube que la meta es “recuperar el programa habitual de vuelos diarios con Montevideo” a medida que se reactiva la demanda y se flexibilizan las restricciones.
Según Iberia sus vuelos en el verano “han funcionado muy bien” con un nivel de ocupación en torno al 87% y con una oferta de 35.000 asientos entre diciembre y enero. Además, notan un cambio en la tendencia de compra, “que cada vez se realiza con una mayor anticipación”.
Por su parte, Avianca ha alcanzado en promedio un 80% de ocupación en lo que va de 2022 y desde el próximo 26 de marzo aumentará de tres a cinco las frecuencias semanales a Bogotá, desde donde se puede conectar con 128 rutas. Esto significa cerca de 2.000 asientos adicionales al mes, cube Gustavo Esusy, gerente comercial para Argentina, Paraguay y Uruguay. ¿Qué esperan para Turismo? “Solo para abril ya llevamos un nivel de reservas con un número que representa casi el 50% de lo que movimos durante enero y febrero juntos”.
Tras un difícil comienzo de año, el panorama luce más esperanzador. “Tanta gente se agarró covid y en forma leve, que todo cambia”, cube Rosales de Hiperviajes.
Y, entonces, se acerca Turismo.
De Brasil a Disney.
Jorgelina y su madre no pensaban viajar. Pero apareció un dinero de la herencia del abuelo que no esperaban y a eso se sumó que el panorama de la pandemia parece estar en franca mejoría.
Ahora se encuentran en plena etapa de investigación y las opciones son un resort all inclusive en una playa en el nordeste brasileño o lo mismo pero en México. Va ganando la primera opción porque los pasajes al Caribe están muy caros en Turismo (“imposible”, cube ella): todas las opciones rondan los 2.000 dólares por persona.
Ambas cuentan con tres vacunas y viajarán con seguro para covid. ¿No le tienen miedo al virus? “Yo lo tuve y estoy tranquila. Además ya viajé en pandemia”, cuenta Jorgelina, una treintañera cuyo nombre fue cambiado para preservar su identidad. A mediados del año pasado estuvo en Miami y Orlando, “rodeada de multitudes”, y no le pasó nada. Claro, aún no existía ómicron.
Su madre, en cambio, es el primer viaje que hará desde diciembre de 2019, cuando cruzó a Buenos Aires. Tiene 62 años, es hipertensa y el hecho de subirse a un avión sí le genera algo de miedo, sobre todo le inquieta ir a Brasil. “Allá todo le parece inseguro, empezando por las medidas y los cuidados que realmente existan”, cube la hija. Pero pudo más las ganas de cruzar fronteras y jugar a que la pandemia ya no existe.
Mario, en cambio, ya tiene los pasajes comprados para visitar Orlando y Miami en la primera quincena de abril. Viajará con 10 personas de tres familias y todo se empezó a pensar hace cuatro meses, cuando la situación sanitaria period muy distinta a la precise. “Lo organizamos 100% nosotros”, cube. En ese sentido, fue clave haber encontrado pasajes por Avianca a un precio muy razonable, 590 dólares cada uno. El “truco”, explica, fue easy: decidieron irse antes del comienzo de Semana Santa y retornar unos días después.
Pero hubo un problema: hace poco la aerolínea les cambió las fechas de viaje y eso trastocó todo el plan. Tenían una casa reservada por Airbnb en Orlando y pidieron cambio de fecha porque no admitía cancelación sin costo. “Por suerte el dueño de la casa fue flexible y no hizo problema, nos devolvió los días en que no vamos a estar”, relata Mario, “pero esto nos hizo tener que buscar otros alojamientos en Miami porque ahí ahora vamos a estar más días y no es fácil, es temporada alta”.
Ninguno de los 11 se ha contagiado hasta ahora (al menos que lo sepa) y el principal temor que tienen es qué pasa si uno de ellos da positivo en el antígeno que deberán hacerse para poder entrar a Estados Unidos, si es que esa exigencia se mantiene en abril. “No lo tenemos claro, pero lo más probable es que el viaje en ese caso no se suspenda y quien dé positivo tendrá que quedarse”, responde Mario.
Francisco, mientras, espera desde hace dos años. Junto a su familia, en julio de 2020 iba a encontrarse en Punta Cana, República Dominicana, con parientes que viven en España. La pandemia arruinó un añorado plan que llevaba más de un año de negociación porque en whole son 20 personas de dos países. “Primero pospusimos el viaje para Turismo del año pasado, con la esperanza de poder hacerlo ahí”, pero la pandemia volvió a darles un duro revés y hubo que parar todo otra vez.
Como dicen que la tercera es la vencida, ahora —tras negociar con la agencia de viajes una compleja postergación de los pasajes, ya que al principio les habían prometido devolver el dinero, pero eso nunca sucedió— reprogramaron el viaje para esta Semana Santa. Por eso cruzan los dedos, “hasta no vernos en el avión no cantamos victoria”, cube él.
DISPOSICIÓN
¿Los niños deben viajar vacunados a Brasil?
La noticia preocupó a las agencias de viaje y a los miles de uruguayos que tienen previsto viajar a Brasil en Semana Santa pero sobre todo este fin de semana de Carnaval. Resulta que el 14 de febrero la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) informó que comenzaría a exigir a los niños mayores de cinco años la pauta de vacunación completa contra el coronavirus al ingresar al país. Esto es, dos dosis y 14 días posteriores a la última aplicación. Si no tenían vacunas, deberían hacer cuarentena de 14 días. Unos días después se supo que la medida no se aplicaría en el transporte terrestre.
Pero hubo nuevos cambios y, según dijeron a El País desde las agencias de viaje, al remaining el gobierno brasileño rectificó su posición y ya no exige la vacunación a los menores de 12 años. Sí lo hace con los mayores de esa edad: deben estar vacunados o confinarse al ingresar a Brasil.
Lo que viene ahora.
Si alguien busca pasajes para Turismo encontrará precios más altos de lo regular, pero aún quedan oportunidades (ver recuadro más abajo). Monzeglio, el subsecretario de Turismo, da un consejo a los eventuales viajeros: “A los que van a salir, les recomendamos muchísimo asesorarse debidamente con un agente de viajes profesional, sobre todo en los requisitos de salud de cada país, que cambian día a día”.
¿Será el pico máximo de viajes al exterior en lo que va de la pandemia? “Aunque no existe la oferta de antes y no llegamos a los niveles prepandemia, sin duda después de dos años será el mejor momento de ventas y cuando viajará más gente al mismo tiempo”, responde Papa, de Jetmar. Gil, de Toc Toc, afirma que será “un pico” pero avisa que igual será “una Semana Santa tibia” en relación a lo prepandémico. En eso coincide el presidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes (Audavi), Carlos Pera, quien cube que será “una Semana Santa mucho más discreta” que antes de la pandemia porque la oferta de vuelos es limitada y todavía hay incertidumbre en los viajeros. Con “la mejor voluntad”, se llegará a un movimiento de algo así como la mitad del que había antes de que llegara el covid, explica.
Maia Urrutia, gerente de Tienda Viajes, observa “una reactivación” en la venta de paquetes para Semana Santa. Cabrera, del aeropuerto de Carrasco, cube que, si no se producen cambios grandes en la situación sanitaria mundial, “puede que experimentemos un punto alto en el movimiento de pasajeros por el agregado de algunos vuelos chárter que operan en esas fechas”. Será una Semana de Turismo “con buen movimiento de extranjeros que lleguen al país, pero sobre todo de uruguayos que viajen al exterior”.
El grupo de agencias 5M, por ejemplo, contrató cinco aviones chárter para Brasil, cuando antes de la pandemia contrataba “10 u 11 aviones”, cube Rosales, gerente de Hiperviajes. Entre toda la industria solían sumar más de 25 chárter cada Semana Santa y ahora se estima que no saldrán más de 10 en whole. La demanda está cercana al 38% en relación a lo que se vendía antes del covid, cube él. “Me preguntan si estoy contento. Bueno, estuvimos en un 5%, es un buen número. Ojalá este sea el momento del despegue”.
En las agencias de viajes cruzan los dedos, les preocupa qué pasará con la conectividad y esperan que las malas noticias sean parte del pasado. “Enero nos agarró con costos más altos pero ingresos menores a los previstos y ya ahí nos pegamos un golpe”, admite Gil. Además, las agencias siguen trabajando con un porcentaje limitado del private (hubo despidos, renuncias y envíos al seguro de paro). Y todos tienen más tarea que antes, el rendimiento es menor. “A un vendedor hoy le lleva mucho más tiempo interactuar con un cliente, hay tres o cuatro veces más trabajo”, cube Rosales. “Respondemos un montón de preguntas, los vendedores están 24/7”.
“No nos olvidemos”, apunta Pera, “que las agencias de viajes estuvieron los primeros 18 meses de pandemia con facturación negativa”.
¿Y si la guerra en Ucrania complica todo o aparece una nueva y agresiva variante del SARS-CoV2? “Eso ni pasa por nuestra cabeza, la pandemia ya terminó para nosotros”, cube el encargado de una agencia de viajes, “lo que más queremos es que la gente vuelva a viajar sin preocupaciones”. Habrá que esperar: el sector se juega mucho en los meses que vienen. ¿Logrará despegar o habrá un aterrizaje forzoso?
OPCIONES
Semana Santa: destinos y precios
Brasil. Para el que quiere hacer playa en Semana Santa, lo más económico es ir a Brasil. Suele ser un destino estrella en Turismo. Por ejemplo, el grupo 5M, que nuclea a 13 agencias, dispuso cinco vuelos chárter para distintos destinos de ese país: Cabo Frío (Búzios), Porto Seguro, Salvador de Bahía y Recife. Los precios van desde más de 800 a unos 1.700 dólares el paquete por persona, con alojamiento y pasaje. Algunas opciones: cuatro noches en Cabo Frío y tres en Arraial do Cabo por 896 dólares, siete noches en Arraial d’Ajuda por 1.008 dólares y siete noche en Salvador y Morro de São Paulo por 1.200 dólares. El pasaje solo de ida en ómnibus a Florianópolis, en tanto, sale 5.585 pesos, unos 129 dólares.
Argentina. Algunos destinos, como Bariloche y el sur del país, “se están demandando muchísimo”, cube Andrés Gil, CEO de Toc Toc Viajes, “porque la diferencia de cambio se puede aprovechar” y además ahora no se exige antígeno ni PCR para entrar.
Caribe. Lo “más demandado”, según Rodrigo Rosales de Hiperviajes, es el Caribe, principalmente Cancún y Punta Cana. Pero ya casi no quedan lugares disponibles y, si se encuentran, las tarifas son muy altas. Por ejemplo el pasaje ida y vuelta Montevideo-Punta Cana por Copa cuesta 2.152 dólares del 10 al 16 de abril, según comprobó El País el jueves pasado.
Estados Unidos y Europa. Son dos destinos tradicionales, incluso en Semana Santa. El pasaje ida y vuelta de American Airways a Miami del 10 al 16 de abril cuesta 1.486 dólares, según comprobó El País el jueves pasado. Pero Tienda Viajes ofrece por 1.310 dólares vuelo más nueve noches de alojamiento en Miami y Orlando. En tanto, se consigue un pasaje a Madrid por Iberia por 2.006 dólares, del 10 al 17 de abril, según comprobó El País esta semana.
Turismo interno
¿La temporada duró 15 días?
A nivel de turismo interno, el diagnóstico que realizan desde el gobierno y los operadores sobre la temporada que termina, es comparable: hubo dos primeras semanas muy buenas y el resto en caída libre.
“Desde el 26 de diciembre en adelante los argentinos vinieron en un número muy importante, los brasileños también. Tuvimos una muy buena primera quincena de enero. Hasta el 15 o 16 la cantidad de gente fue importante”, cube el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio. “Después hubo dos variables negativas: ómicron y el (mal) clima. Eso se prolongó durante toda la segunda quincena de enero y la primera de febrero. Igual nos queda por delante un Carnaval donde los uruguayos salen y mucho”.
En una línea comparable, el presidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes (Audavi), Carlos Pera, habla de “una excelentísima temporada hasta el 10 a 15 de enero”, una segunda quincena “moderada” y luego un mes de febrero “que no llega a ser ni moderado”. A su juicio, esa caída se dio porque la clase media argentina “no eligió a Uruguay” ante la enorme diferencia cambiaria. “A ellos Uruguay les resulta exageradamente caro”, explica Pera.
En tanto, el ministro de Turismo Tabaré Viera informó la semana pasada que se resolvió aplicar “tasa cero” de IVA para la hotelería desde el 1° de marzo al próximo 17 de abril, cuando termina Semana de Turismo. Para Monzeglio, se trata de “un incentivo importantísimo que hará que muchos uruguayos opten por el turismo interno y que los hoteles estén ocupados”.
Para la presidenta de la Cámara de Turismo, Marina Cantera, la medida llega algo tarde. “Es una muy buena medida. Se venía pidiendo desde enero. Creíamos que era muy importante trabajar con ella desde febrero, pero no se logró”, dijo esta semana Cantera a El País.
” Fuentes www.elpais.com.uy ”