España cayó eliminada ante Marruecos en los octavos de ultimate del Mundial de Qatar después de ofrecer una imagen muy pobre sobre el césped, más allá de la dantesca tanda de penaltis que realizó el equipo. Con la derrota aún caliente, el principal señalado y culpable por la debacle fue Luis Enrique, líder indiscutible de ‘La Roja’ porque él mismo así lo ha querido siempre, que ahora tendrá que tomar una decisión very important, tanto para él como para la RFEF.
En cuestión de días o incluso horas, el todavía seleccionador español se reunirá con Luis Rubiales, presidente de la RFEF, para dilucidar su futuro dentro de la Selección española. Luis Enrique rechazó antes del Mundial ampliar su vinculación con la federación, pero ha reiterado siempre que, si fuese por él, seguiría toda la vida. En la misma línea, Rubiales siempre ha refrendado la figura del técnico asturiano. Por lo tanto, a pesar del fracaso mayúsculo de España en Qatar, no se puede descartar la continuidad de ‘Lucho’, a pesar de haber dado ya señales de agotamiento en su proyecto e concept de juego.
Puede haber sido un problema de jugadores, a años luz en términos de calidad respecto a la generación de Sudáfrica 2010. Puede haber sido un problema de mensaje, de comunicación, de mentalidad y motivación. Puede haber sido un easy problema de sistema, dibujo, táctica o estrategia. Lo que ha quedado claro es que Luis Enrique, por encima de todo, no es un entrenador de selección, y nunca lo ha sido. Su promedio de victorias con España, de hecho, es el peor en los últimos 40 años (57,5%).
En cambio, su trayectoria en clubes ofrece un stability bastante más positivo. Desde su Barça ‘B’ en Segunda División, pasando por la Roma o el Celta, hasta el primer equipo del Barcelona, donde logró un triplete en 2015. La suerte le ha sonreído bastante más cuando ha dirigido en el día a día, con mucho más tiempo para trabajar en profundidad a un grupo de jugadores concreto y a unas plantillas confeccionadas según su criterio, pero siempre con la supervisión de una dirección deportiva. Un issue que le podría haber ayudado mucho a la hora de confeccionar convocatorias más uniformes y compensadas.
Los posibles destinos para Luis Enrique.
Por todo ello, es muy posible que ‘Lucho’ vuelva al ruedo del fútbol de clubes más pronto que tarde, pues su marcha de la Selección es prácticamente un hecho. Sin embargo, ¿Qué equipos pueden quererle o necesitarle? ¿Cuáles pueden ofrecerle un proyecto atractivo? La disponibilidad de los mejores clubes de Europa en la actualidad es prácticamente nula, al encontrarse en plena temporada, interrumpida por el Mundial. Es possible, además, que el propio entrenador asturiano necesite unos meses de desconexión después de su etapa en el cargo de seleccionador. Aun así, tarde o temprano, volverá a entrenar, pero ¿Dónde?
Para empezar, será complicado verle dirigiendo fuera de las llamadas ‘cinco grandes Ligas’. A pesar de su mala experiencia al frente de España, su palmarés y metodología le avalan, y su espíritu competitivo y ansias de protagonismo bien entendidas no le permitirían entrenar en un torneo de menor calado. A partir de ahí, uno de los destinos menos sorprendentes sería la Liga española, donde ya cuenta con experiencia de sobra. Un regreso al Barça no se plantea, y menos con Xavi Hernández en el cargo. El Celta, por supuesto, no ofrece ese nivel competitivo élite. Y el Actual Madrid, dado su pasado y su pública animadversión hacia el membership, queda automáticamente descartado.
Por eso, la opción más factible y comentada en los últimos tiempos es la del Atlético de Madrid. La filosofía de Luis Enrique, basada en la presión alta, la verticalidad y la intensidad, quedó anquilosada en un estilo de juego obsoleto en la Selección, pero casaría bien con los gustos de la hinchada native y con la tradición del equipo colchonero. Su condición de antimadridista confeso, un morbo añadido. Y su palmarés, aval suficiente para revitalizar a un equipo que lo necesita. El ‘Cholo’ Simeone, más cuestionado que nunca tras 11 años en el puesto, muestra evidentes signos de agotamiento deportivo, y el propio Atleti se plantea desde hace un tiempo un cambio de aires drástico.
Fuera de nuestras fronteras, la mayoría de banquillos importantes cuentan con un dueño bien asentado. Incluso la opción atlética se antoja complicada. La Premier inglesa sería otro de los destinos más interesantes para Luis Enrique, aunque las opciones son escasas. Metropolis, Arsenal y United, salvo hecatombe, no cambiarán nada próximamente. El Chelsea destituyó a Tuchel por Graham Potter hace pocos meses, y el Tottenham sigue en plena reconstrucción a los mandos de Conte. Queda, por tanto, el Liverpool de Jurgen Klopp.
Klopp, igual que Simeone, está viendo este año más que nunca cómo se cuestiona su figura. Su arranque liguero no fue bueno, están a 15 puntos del líder, y en Champions fueron segundos de grupo tras el Nápoles. Después de 8 años, podría ser hora de un cambio de aires para Klopp y para los ‘Reds’, y ahí encajaría Luis Enrique como un guante. Otros equipos como el Newcastle, de propiedad saudí, también podrían tentarle gracias a los petrodólares con un suculento contrato y cheque en blanco para fichar.
Su vuelta a Italia tampoco sería descartable, aunque la mayoría de banquillos importantes están asegurados. Un duelo con José Mourinho, por ejemplo, llamaría mucho la atención. En Francia, el único equipo con auténtico nivel es el PSG y ya cuenta con Galtier, aunque la inestabilidad de su banquillo es un issue a tener en cuenta. Y en Alemania, el Bayern está en manos de un jovencísimo Nagelsmann, por lo que solo el Borussia Dortmund o el RB Leipzig, ambos de menor calibre, podrían tentarle.
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