En noviembre de 2019, nadie imaginaba que el COVID 19 cambiaría el mundo. También para los Hidalgo. Un día de ese mes de noviembre, Javier Hidalgo hijo, que desde los 90 había descolocado al sector financiero por su pinta de rockero (en estos días de hacker) entró en un conocido establecimiento de Madrid para tomarse un alguito mientras comentaba con satisfacción que había conseguido vender Air Europa por 1.000 millones de euros, una operación que su propio padre le había encomendado, sabedor de su buena intuición para los negocios como evidenciaban sus otros pelotazos. Pero la pandemia frustró la venta de Air Europa por 1.000 kilos y hace una semana que IAG anunció su compra por la mitad.
Dicen los mentideros caribeños que Juan José Hidalgo llevaba en Santo Domingo desde primeros de febrero antes de su viaje a Madrid para cerrar la venta de Air Europa a IAG (Iberia y British Airways) por un complete de 500 millones, 400 si se descuentan los 100 millones que había prestado ya IAG y que equivalían ya al 20% del capital. Hace un año, el empresario salmantino veía “muy lejana” la venta de la aerolínea. Muy lejana y más jugosa. Pero cada negocio tiene su macerado y finalmente a Air Europa el último rejonazo le llegó el pasado 23 de febrero. Los 500 millones son la mitad de lo acordado hace ahora tres años y aunque al empresario salmantino no se le pueden negar décadas de experiencia calibrando el mayor margen de ganancia, la compra ha sido calificada por los analistas del ramo como “la mejor operación de IAG”.
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Así parece, aunque el tiempo lo dirá… cuando pasen los largos meses de burocracia que aún faltan para que los organismos europeos le den vía libre. Lo cierto es que la operación extirpa a la familia Hidalgo su principal legado empresarial, cuatro meses después de desprenderse también de su otro pilar, Halcón Viajes, génesis de todos sus negocios, que vendió amargamente por el precio simbólico de un euro a Barceló. ¿Qué queda del imperio turístico del clan Hidalgo? Vaciada de aviones y agencias de viajes y aún cargada de deuda, el principal activo de Globalia es Be Stay Resorts, su cadena de hoteles, que reparte por España, Marruecos, Cuba, República Dominicana, Portugal y Colombia. Un complete de 27 -12 de ellos en República Dominicana- a los que Hidalgo lleva años intentando dar salida. Menos de la mitad son propiedad de Globalia o de empresas de Hidalgo. El resto, alquilados.
MARÍA JESÚS HIDALGO
Su sociedad patrimonial se limita casi a su participación en el holding acquainted.
Sus activos hoteleros se concentran hoy en la sociedad Mundaka Corporación Hotelera SL. En el año 2020 intentó sin éxito fusionarlos con la cadena BlueBay. Después buscó su venta conjunta por 500 millones. Tampoco lo logró. Pero a Hidalgo, sin duda, le corre prisa vender para enjuagar las deudas pandémicas y otras anteriores. Si no, no hubiera optado por hacerlo por partes, empezando por los más valiosos. A primeros de año cerró la de dos hoteles en Mallorca y Tenerife, por 83 millones de euros, con los fondos Stoneweg y Bain, los mismos que hace unos meses compraron varios de los suyos a la familia Matutes, socios minoritarios de Globalia. Cuesta calcular qué liquidez necesita la familia para salvar lo que queda de Globalia, la compañía que más ayuda recibió del Estado a través de la SEPI y el ICO por el Covid: 475 millones a Air Europa y 320 a la matriz.
En 2013 se dijo que se separaba de su marido pero siguen al lado de Don Juan José.
Pero éstos no son los únicos en manos del clan salmantino. Juan José Hidalgo, sus tres hijos Cristina, María José y Javier, y el resto de familiares que se reparten la corporación desarrollan sus propias derivadas empresariales, desde productoras de cine a restaurantes, ganaderías de bravo o locales comerciales repartidos por medio país. Todos tienen en común varias cosas. Sus empresas no ofrecen datos económicos más allá de 2020, todas se gestionan con private vinculado a Globalia y buena parte ha trasladado en fechas recientes sus sedes desde Llucmajor, en Mallorca, al barrio de Chamberí de Madrid -concretamente al despacho de abogados Garrido-, siguiendo en su viaje al centro a otras muchas fortunas ligadas a regiones lejanas a la capital.
Acaba de cerrar la venta de Air Europa por 500 millo nes y acaba de montar una ‘asociación deportiva’.
Las últimas apuestas de Juan José Hidalgo (82 años) tienen nombre japonés. Dirección Deportiva Shirokuro SL y Proyectos Constructivos Personalizados Shirokuro SL apenas tienen 50 días de vida y carecen aún de actividad conocida. Ambas cuelgan de la matriz de sus negocios, JJH Capital & Property Administration SL, que sujeta también de su 51% de Globalia y el resto de sus inversiones, como “locales comerciales y pisos repartidos por varias ciudades españolas”, según la última memoria disponible, o la explotación de oficinas y el parking junto a la exagerada estación de autobuses-centro comercial de Talavera de la Reina, donde en su día Hidalgo construyó un resort de cuatro estrellas que le salió por mucho más de lo que planeaba.
inmobiliarios
Constructora y gestora deportiva con acento nipón casan con los intereses que Hidalgo embalsa desde hace décadas en Estepona, donde es propietario de la finca El Ciprés -también conocida como Cortijo del Hornacino y, sobre todo, Herencia Nadal- de 260.332 metros cuadrados. Allí, Hidalgo proyecta un resort, apartahoteles, viviendas y locales comerciales, según su última memoria. La finca está a nombre de su sociedad Proyectos El Ciprés SL y durante años fue objeto de polémicas, pues fue adquirida al Obispado de Málaga en 2005, en plena burbuja, cuando aún period terreno rústico y estaba ocupada por colonos cuyas familias la cultivaban desde el XIX.
En Estepona, donde Hidalgo es hijo adoptivo, se ha comprometido con el Estepona CF para convertirlo en sociedad anónima y llevarlo “a lo más alto”, como afirmó el presidente del membership el verano pasado. “Vamos a apostar fuerte”, dijo Hidalgo aquel día. “He empezado de cero en mi vida para todo”, añadió, aunque en el mundo del fútbol ya arrastra 13 años al frente de la UD Salamanca. El Estepona FC viste de rojo y azul. Shirokuro, la última empresa creada por Hidalgo, en cambio significa en japonés “blanco y negro”, los colores de la U. D. Salamanca y el Unionistas FC. Mientras el octogenario empresario se acomoda entre el fútbol y el ladrillo, su hijo Javier acumula 22 años de inquietud empresarial en torno a su propio holding, JGH Fashions SL, con la que fundó y dio el pelotazo con Pepephone -junto a Rosauro Varo- en 2016 y, después, compró un paquete de acciones de Telefónica y recompró un porcentaje (17%) de Globalia.
El heredero de la saga fue relevado de la presidencia de Air Europa. Ahora trata de sacar adelante otros negocios.
Todo eso es historia para el vivaz príncipe de los Hidalgo. En 2015 había cogido las riendas de Globalia con el objetivo de venderla y salir por la puerta grande. Estuvo a punto de conseguirlo tras firmar su venta por 1.000 millones en efectivo con IAG. El fracaso de la operación desembocó en su dimisión. Mientras, abría una nueva veta empresarial a través de la sociedad Cofa y Amura de Babor SL, que administra junto a su hermana Cristina y donde cuenta con la colaboración de Juanjo Torrandell, director financiero de Globalia, que administra algunas de las sociedades de inversión tanto de uno como de otra. Una de ellas es la productora audiovisual Sian Kaan MX SL, creada en 2021, que coge el nombre de una playa paradisiaca caribeña y que, como otras de la familia, está domiciliada en sede de Globalia de Pozuelo de Alarcón.
En Estepona tiene una finca en donde proyecta hacer apartahoteles, apartamentos y un membership de fútbol
Por su lado, su hermana Cristina, gestiona sus negocios vía Crisdago Inversiones SL, a la que en 2020 vendió una vivienda en La Finca a un precio muy atractivo. En el mismo domicilio de Madrid que Crisdago se encuentra Blanco Explotaciones Ganaderas SL, dueña de la finca Los Linarejos, entre las localidades de Moralzarzal y Collado Villalba. En ninguna de estas sociedades figura su marido, el torero Javier Blanco, responsable de la división hotelera de Globalia.
Tiene una finca y realiza traspasos inmobiliarios. También participa en Restinga con sus hermanos.
Más ajena a aventuras empresariales permanece María José, cuya sociedad patrimonial, Elemar Inversiones SL, se limita casi a su participación en el holding acquainted. Los hermanos comparten en Madrid la sociedad La Restinga Inversiones SL, donde en su día tuvo una participación la familia italiana Cipriani, dedicada a la restauración de lujo. En Jorge Juan 12, sede de Restinga, hoy se ubica La Máquina de Jorge Juan.
¿Dónde está el punto de inflexión en la carrera de Hidalgo? La hemeroteca cube que una década atrás. En junio de 2013, tres personas encapuchadas se hicieron pasar por policías y asaltaron a Juan José Hidalgo con un spray en el garaje de su propia empresa en Pozuelo de Alarcón. En la denuncia Hidalgo declaró que le habían robado un maletín. Pocos días después, Hidalgo sufrió un infarto de miocardio. Ese año, el empresario se estaba divorciando de Eloísa Gutiérrez, madre de sus tres hijos. Algo decía, hubiera sido mejor, que period el momento de aterrizar.
” Fuentes amp.elmundo.es ”