Bares en Santiago hay muchos, pero son pocos que los tienen todo lo necesario para convertirse en tu barra favorita.
Una coctelería sorprendente, platos que sean mucho más que un mero acompañamiento y un ambiente agradable son los requisitos básicos de un buen bar.
Para que no pierdas tu tiempo, fuimos en busca de los mejores bares en Santiago, esos a los que dan ganas de volver una y otra vez.
Estos son nuestros elegidos.
Prima Bar está a la entrada de la calle Normal Flores, en pleno Providencia y es un bar donde todo, desde la charcutería hasta el hielo perfecto que llega en cada cóctel, se hace en casa.
Tiene el sello de Kurt Schmidt, el mismo chef detrás 99 Restaurante, el native que se incluyó en la prestigiosa lista de los Latin America’s 50 Best Restaurants.
Un reconocimiento que se le hizo por su mezcla perfecta entre cocina de calidad, con opciones de tapas para compartir que van entre los $ 3.500 y $ 7.000, y su coctelería de autor, con syrup y vermú hecho ahí mismo.
Vale la pena probar alguna de las opciones con vermú, bitters, licores y macerados artesanales, como el negroni clarificado ($ 5.800), uno intenso, con vermú, campari y mezclas de la casa que se clarifica, cosa de que quede de colour transparente.
Los cocteles quedan perfecto si los acompañas, por ejemplo, con las croquetas ($ 4.000), bolitas cremosas rellenas de pulled pork, carne de cerdo desmenuzada. También la prieta ($ 4.000), hecha en el lugar por supuesto, que llega en sartén a la mesa con cebolla encurtida y pan casero.
Es la nueva joyita que encuentras en el centro cultural GAM. Un bar de 600 metros cuadrados, que se acaba instalar en la parte trasera del recinto, en el -1, con una gran terraza cargada de plantas y objetos reciclados, como maderas, mesas de parqué y ventanas antiguas recuperadas de demoliciones.
Si su estilo te parece acquainted, es porque es la continuación La Jardín, en la Factoría Italia, y luego del ondero La Diana, que estuvo hasta el año pasado en el claustro de Los Sacramentinos, en el barrio San Diego.
De hecho, son los mismos socios quienes están detrás de este lugar, que cuenta con un espacio inside de aire nostálgico, al estilo de un cabaret, con una gran barra y cortinas de terciopelo rojo que esconden mesas más privadas.
Ahí puedes probar opciones de platos para picar y store de cervezas, con un consumo promedio por persona que no supera los $ 15.000.
De hecho, su carta es easy, con alternativas para tomar como jarra de sangría, y coctelería clásica, con pisco bitter a la chilena o peruana, negronis, vermú y Spritz.
Para comer hay platos como un tartar de atún, que viene sobre una delgadita galleta de arroz, tiraditos de pulpo o hamburguesas caseras, en pan brioche, con queso cheddar, queso mantecoso, tocino, cebolla y pepinillo.
Ten paciencia para encontrar una mesa aquí, que es otro de los bares de cerveza al que todo el mundo quiere ir. ¿Por qué tanto revuelo? Porque detrás está el dios de la cerveza, Ben Wood, y porque sus hamburguesas que son de las más golosas de la ciudad.
Refresca con más de 20 salidas de retailers y un barra de la que no querrás pararte nunca. Ahí pide la Concha La Lora, la imperial Ipa de Alameda Beer Co,además de las belgas de Rodenbach Beer.
Si se trata de hamburguesas, prueba la “Mike burger” ($ 6.900), que viene con lechuga, tomate, queso mantecoso, cebolla morada y pepinillos, además de la salsa de la casa y papas fritas.
O la “making burgers great again” ($ 7.800), que además de la hamburguesa, viene con aritos de cebolla fritos,
lechuga, cheddar, tocino, pepinillos y una salsa ligeramente picante. Además de papas fritas.
En una tranquila calle de Providencia está casi escondido uno de los mejores bares en Santiago.
Bravo 951 es una gran casona refaccionada, que tiene un patio bien sombreado con mesas largas, perfectas para ir en grupos grandes.
Hay buenas hamburguesas, piqueos y cocteles, entretenidos de esos que dan ganas de repetirse, y brunch los fines de semana.
Gracielo Bar está ubicado en una casona de tres pisos en la pequeña y tranquila calle Cirujano Guzmán, en pleno Providencia.
Vale la pena visistarlo esta temporada, porque tiene tres terrazas, entre ellas un rooftop, donde encuentras la barra de Nina Giaconi, la misma que trabajó antes en Piso Uno y que ha ganado concursos como La Coctelera Festival.
En cualquiera de las terrazas puedes partir con alguno de los cocteles de la casa, como el “sí navegado” ($ 6.500), con carmenere, un toque de pisco, canela, naranja y especias. O el Rosalía ($ 6.900), con carmenere, Chambord, licor francés, almíbar de canela, toques cítricos, bitter y ginger ale mild. Suave y dulce.
Gracielo Bar
Dirección
Cirujano Guzmán 194
Santiago,
Región Metropolitana
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a domingo, 4 PM a 9.45 PM
Estacionamiento
Por calles aledañas, con propina
Con Reserva
Sí
Bar Nacional
No hay quien no conozca el Bar Nacional, la barra que tiene más de medio siglo de historia y que es una parada obligada en el centro de Santiago.
Ese de esos bares clásicos, con barra larga, atendidos por garzones experimentados y donde puedes probar platos típicos chilenos y una buena jarra de borgoña. ¿Se puede pedir más?
Tiene tres locales en el centro de la capital y uno que abrieron hace un par de años en Las Condes.
El que más nos gusta es el authentic, el Bar Nacional 1, del paseo Huérfanos, donde en las tardes te encuentras una promoción ganadora: una jarra de 1,8 litros de borgoña, con frutilla o durazno, más cuatro empanadas fritas, todo por $ 9.900. El cielo en la tierra.
Además, ahí puedes ir a tomar una cañita de cola de mono todo el año.
¿Soñaste alguna vez con un bar donde el vino se sirve directo del barril y no de la botella? Esa es precisamente la apuesta de Materia Prima, native que se acaba de inaugurar en la calle Constitución, junto a la Plaza Camilo Mori, en el corazón de Bellavista.
Una que tiene detrás a Ben Wooden, el gurú de las cervezas, socio de Beervana, El Honesto Mike y El Pulento Joe, junto a Alan Grusky, sommelier y wine vendor, quienes salieron en busca de los mejores vinos naturales del país, esos que se producen con la mínima intervención posible, sin agroquímicos, por ejemplo.
Así, dieron con algunos de Bodegas RE, en Casablanca, o las viñas viejas de Carter Mollenhauer, en Itata y el Maule, los que traen a Santiago en barriles de cerveza acondicionados para la ocasión.
La gracia es que en este nuevo native los sirven en photographs, que salen de llaves como si fueran schops, y los puedes probar por copa desde $ 2.500. ¿El resultado? Vinos frescos, sin etiquetas, a temperatura óptima, sin merma y que prácticamente no se encuentran en formato por copa.
¿Cuál es el bar que hoy lleva en Santiago? Este recién abierto en Providencia y que es feminista, LGTB+ y atendido por mujeres, todas lesbianas.
Aunque en Chueca Bar no excluyen a los hombres, porque son bienvenidos, la concept es crear nuevas instancias de participación femenina.
Por ejemplo, las mayoría de sus proveedores son mujeres, como las cervezas son artesanales, que tienen sello femenino.
Además, el 80% de su carta es vegana, con platos como la “Orilla de playa” ($ 4.500), un maravilloso ceviche de cochayuyo con luche y aderezo cítrico, mote, palta, camote frito y nabos.
Chueca Bar
Dirección
Rancagua 406
Providencia,
Región Metropolitana
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a sábado, 3 PM a 9.30 PM
Estacionamiento
Por calles aledañas, con propina
La noche en barrio Italia está más viva que nunca con sus bares y terrazas, que ofrecen buena coctelería y son ideales para ir en grupo o en pareja.
Un bar que tienes que conocer ahí es el que abrió el restaurante Siam Thai, una barra con coctelería que versiona cocteles clásicos con sabores inspirados en la cocina thai.
Uno recomendado es “the artisian siam sour” ($ 5.500), que lleva syrup hecho en el native con distintas especias, como cardamomo por ejemplo, maracuyá, limón y jengibre.
En seotiembre se inauguró una de las terrazas más onderas de Santiago, el bar La Virgen, pero no lo hizo en su ya clásica casona del barrio Yungay, o en su native de Lo Barnechea, sino que en una nueva sede ubicada en la calle Gral. Flores 229, en Providencia.
Se trata de un edificio de tres pisos con salones con coloridos murales y con un increíble rooftop con vista al cerro San Cristóbal, muy related al de calle Erasmo Escala.
Abre de lunes a domingo, entre la 1 PM y las 11.45 PM. Todo, para que vayas a degustar, por ejemplo, su clásico “ají rebozado”, ese que rellenan con una plateada deshilachada y queso de cabra ($ 5.490); o sus calugas de congrio con una mini ensalada chilena y mayonesa de ají ($ 5.490).
La gracia de este native es que puedes ir a almorzar su sabroso atún grillado con risotto de camarones y salsa de limones ($ 14.490). Imperdibles son sus postres, como sus cheesecakes de maracuyá o sus tortas tres leches (ambos a $ 3.900).
Acompaña cualquiera de los platos con uno de los cocteles de la casa, como el fresco PBC, que preparan con gin Hendrick’s, pulpa de piña, albahaca, pepino, limón y goma ($ 8.000).
Imposible dejar pasar la barra del famoso restaurante limeño Jerónimo, que está en Alonso de Córdova.
De decoración colorida y toda la onda que sabe imprimirle su chef Moma Adrianzén a todo el ambiente y no sólo a la comida de inspiración callejera hecha con ingredientes de primera calidad, la barra de Jerónimo abarca desde combinaciones muy frutales con destilados peruanos hasta los muy de moda mezcales.
De hecho, es el único bar que ofrece mezclas bien juguetonas con este destilado mexicano que tiene entre 45 y 60 grados de alcohol y que en esta barra lo ofrecen, entre otros, tequila Jimador, Aperol, piña, toronja rosada, sal de maras, soda y agua de jamaica. Una delicia.
Los conocedores de la buena cerveza y las hamburguesas saben que Uncle Fletch es uno de esos lugares que no fallan.
Ahora, además de sus sucursales en barrio Bellavista y Plaza Ñuñoa, abrió una tercera en la terraza del mall Espacio Urbano de La Dehesa, y su principal gracia es que está dentro de un tren.
Es un antiguo vagón de tren refaccionado, que por dentro y por fuera está ambientado como uno de los trenes que circulaba por Texas a fines del siglo XI.
Ahí dentro -o en la terraza en los días soleados- puedes escoger entre cualquiera de las 12 salidas de schop que van cambiando todas las semanas.
Por supuesto que aquí también están las hamburguesas de estilo gringo que le dan fama a Uncle Fletch.
No importa si es invierno o verano, hace frío o calor: siempre dan ganas de ir a “tomarse una cosita” a El Camino, uno de los lugares obligados de barrio Italia.
Debes saber que es un bar de estilo tejano, porque eso ahí abundan los platos con carne ahumada, las cervezas gringas y cocteles potentes con bourbon, por ejemplo.
Si vas a disfrutar de su cocina, prueba su famoso brisket ($ 10.500), que es el trozo de esta deliciosa carne ahumada, que puedes acompañar con basic slaw ($ 4.500), repollo morado y verde con zanahoria rallada y aliño agridulce.
También lo encuentras en distintas preparaciones, como la chorrillana tejana ($ 13.500), que trae salsa de queso y brisket desmechado.
¿Otra cosa buena de este lugar? Que es 100% petfriendly, tanto que hasta hay costillas especiales para los perros.
A comienzos de marzo se inauguró el Hotel AC, uno que está se instaló en el Costanera Middle y que, además de tener cómodas habitaciones con vista casi en 360º a Santiago, también se luce con un secreto: el Luna Bar.
Es una enorme terraza que encuentras en el piso 17, y a la que puedes asistir sin necesidad de alojar. Sólo basta con dar aviso en la entrada del recinto (por Av. Vitacura 130), para que te esperan en este espacio al aire libre con grandiosas panorámicas de la ciudad y del cerro San Cristóbal.
Podrás ir hasta allá de miércoles a sábado, entre las 4 PM y 9 PM, a degustar cocteles de la casa, comoThe ACGT ($ 5.500), que preparan con gin Bombay, syrup cítrico y soda; o Eldeflower Stpritz ($ 7.500), que hacen con el mismo destilado y con pomelo.
Acompáñalos con sus “Trufas negras de morcilla” ($ 5.900), que además del embutido lleva queso crema, puré de manzana y aceite de trufa; o con la “Croqueta Ibérica” ($ 5.500), que hacen con jamón ibérico y pebre de manzana.
Este nuevo bar de Av. Bilbao primero enamora por lo que ves: una barra larga, muros con ladrillos a la vista y sillones de terciopelo.
Luego, encanta por lo que pruebas ahí, cocteles como el “berrie tu madre”, que se sirve en un vaso con forma de calavera, y con platos como su deliciosa “malaya power”.
Abrió en febrero de este año, pero sólo alcanzó a estar un mes recibiendo público y tuvo que cerrar por la pandemia. Sin embargo, 236 Beer Backyard levantó las cortinas nuevamente y lo hizo con una cómoda y fresca terraza donde ir por muy buenas cervezas.
En este bar de cerveza artesanal chilena y extranjera puedes ir a probar algunas de su variedades. Tiene 38 salidas de schop que podrás degustar mientras algún Dj ameniza el ambiente.
Imperdible es que pidas una Granizo IRA de 7º hecha en Olmué. Esta se luce por su colour rojo cobrizo y por su toque a caramelo y romero ($ 4.500). Tampoco dejes de probar la cerveza alemana Schneider Weisse, que destaca por sus notas a malta y limón ($ 5.000).
Acompaña cualquiera de las cervezas con una de sus increíbles hamburguesas de Wagyu que prepara ahí The Firm, entre ellas la “Double” ($ 8.300), que son 200 gramos de esta sabrosa carne, queso cheddar, crispy de tocina, cebolla al ketchup, ají verde y una deliciosa salsa de la casa.
Si te gusta el gin en todas sus versiones, anda directo al barrio Italia, que ahí está Ruca Bar, un paraíso del gin.
Onda no le falta y tampoco las mesas largas para compartir en grupo.
No sólo sus cocteles con ginebra son imperdibles. también sus tapas, de esas que querrás repetirte, como sus clásicas “mini hamburguesas” o sus “croqueta de boletus” ($3.990), unas crujientes bolitas hechas con setas y bechamel.
Es todo un lujo sentarse en la terraza de este bar, ubicado en la azotea del Lodge Sommelier, en pleno barrio Bellas Artes.
Su vista al cerro Santa Lucía y a las azoteas del centro ya hace que cualquier visita a este lugar sea memorable.
Más todavía se pides algunos de sus cocteles de autor o una botella de un buen espumante.
Nunca falla este bar del barrio Lastarria, que se llama así porque es una especie de República Independiente imaginaria, a medio camino entre Chile y Perú.
Lo mejor de estos dos países es lo que hay en su carta, la de platos y piqueos y la de coctelería.
Es el lugar indicado si andas con ganas de probar cocteles con pisco que no sean la clásica piscola.
Por si no lo sabías, uno de los cocteles de moda en todo el mundo es el negroni, ese clásico que se prepara con gin, campari y vermú rojo y que volvió a la barras para quedarse.
Uno de los bares en Santiago para beberlo es Siete Negronis, que lo encuentras en el barrio Bellavista.
Si te cuento que detrás están cuatro destacados bartenders nacionales -Matías Peredo, Rodrigo Otaiza, Fernando Costa y Matías Supan- te harás una concept de lo bueno que es.
Tienes que tener cuidado, que ni ta darás cuenta cuando te conviertas en un “SaritaLover”, uno de los adictos a este bar de Bellavista que partió en 2000, luego cerró y una década más tarde volvió a abrir.
Sorprende no sólo por su estética kitsch-devota-maximalista, sino también por sus platos, fieles representantes de la “cocina peruana travesti“, que recoge influencias de cualquier parte, sea Chile o Japón.
No dudes ni un segundo y anda a maravillarte con su coctelería de autor y con las nuevas preparaciones de su carta.
Ya hemos hablado harto de Kross Bar, el templo cervecero del barrio Bellavista al que dan ganas de ir todas las noches.
Hoy no es el único, porque abrieron otros dos locales, uno en Providencia, en la calle Orrego Luco, y otro en Borderío con una terraza que se la pelean por estar ahí.
Estos nuevos tienen todo lo bueno del authentic: buenas cervezas -de la cervecería Kross, pero también otras invitadas- y preparaciones sabrosas, que tiene el sello del talentoso chef Matías Artega.
En estos días, los tres están abiertos. Eso sí, antes reserva, que suelen llenarse.
¿Y si te vas a beber a un bar que tiene una vista en 360° de la zona oriente de Santiago?
Ese es el principal atractivo de Bacacielo, el skybar que se instaló este 2018 en el piso 15 de un nuevo edificio de Av. Kennedy, justo frente al Parque Arauco.
Mejor si te instalas en la barra a probar la coctelería de autor. Además, un Dj pinchando beats prende al ambiente en este bar que está muy de moda.
Los amantes del buen vino tienen un bar en Santiago al que vuelven todas las semanas.
Está en el barrio Lastarria, se llama Bocanáriz y ofrece la mayor de cantidad de vinos chilenos por copa: más de 350 etiquetas para elegir.
Incluso, puedes pedirlos por “vuelos”, las catas en copas pequeñas que te permiten degustar varios vinos por temáticas, por valles, por ejemplo.
El último hit cervecero en Santiago es este bar, que está casi escondido detrás de la Iglesia de la Divina Providencia y a pasos del Metro Manuel Montt.
Se llama Apiádate de Mi porque busca ser un bar de barrio, donde ir a pasar las penas acompañado de los amigos y con una buena cerveza en la mano.
La oferta de cervezas aquí es entretenida y generosa, con 13 opciones de cervezas artesanales para elegir, entre ellas varias chilenas reconocidas.
¿Más cervezas? En este nuevo bar de Vitacura las encontrarás por montón.
De hecho, Lagerhaus es el bar con más salidas de cervezas de barril en todo Chile: tiene 35 refrescantes opciones para elegir.
Si su nombre te suena, es que por este bar period conocido por su native authentic, en Temuco, y una segunda sucursal en La Serena.
Este de Vitacura está en una esquina transitada de Vitacura, tiene un ambiente relajado, buenos precios y sabrosas preparaciones para compartir.
Lagerhaus Vitacura
Dirección
Av. Vitacura 3285
Santiago,
Santiago
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a sábado, 3 PM a 9.30 PM
Estacionamiento
En calles aledañas, free of charge
Edad
Todo público
Un antiguo taller mecánico se transformó en uno de los bares que hoy la lleva en barrio Italia: Galpón Italia.
Vale la pena visitarlo esta temporada, porque tiene un fresco patio inside, donde hay un escenario que en las noches se prende con bandas emergentes.
Toda una experiencia que te hará volver una y otra vez, sobre todo, porque su carta se basa en la carne asada, pero con un concepto diferente al de la parrillada.
En este lugar lo que se sirve son tablas, para dos o tres comensales, con sabrosos trozos de entraña, flat iron, picanha o lomo vetado. Una maravilla.
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