Divertimento Chileno tiene la que es una de las mejores terrazas de Santiago. Te hablamos del restaurante ubicado dentro del Parque de Cerro San Cristóbal, por la entrada de Pedro de Valdivia. El mismo que estuvo cerrado y acaba de reabrir con una terraza totalmente remodelada.
Además regresó con una carta que rinde honores a la cocina chilena, pero con sello propio y deliciosas opciones de pasta casera, que incluye clásicos como las empanaditas fritas ($ 5.900), de queso y de pino, que puedes pedir mixtas, para untar en ese adictivo pebre casero.
O la pichanga cuica ($ 7.600), con arrollado huaso, queso mantecoso, huevos de codorniz, aceitunas negras, tomates cherry, palta y pickle.
Y si se trata de imperdibles de este lugar, prueba el ossobuco al vino tinto ($ 15.900), con fetuccine fresco a la mantequilla y tomillo; o el delicioso pastel de choclo ($ 9.600), en librillo de greda.
Ojo que aquí encuentras deliciosas opciones veganas como la caponata ($ 8.600), un guiso de berenjenas con zapallo italiano, tomate, cebolla, alcaparra, nueces y aceitunas, con arroz.
Es una de las aperturas que está dando que hablar esta temporada. Se trata de la versión 2.0 del restaurante que encuentras desde 1999 en la calle Loreto, el mismo que se caracteriza por sus platos de cocina casera y mesas con papel kraft y crayones de colores.
Ahora, acaba de abrir un nuevo native en Av. Alonso de Córdova, específicamente en el piso -1 del Edificio Alonso, a cargo de Chris Portugal, un peruano con patita permanente en Chile, ya que su mamá es chilena.
Poseee casi 800 m2, 250 m2 de terrazas y un diseño inside a cargo de Hugo Grisanti y Kana Cussen, que conserva el clásico neón rojo de El Toro, pero además está plagado de detalles, como la barra que recuerda el estilo de los años 60. Además, contempla un teatro, próximo a abrirse.
Un espacio perfecto para sentarse a disfrutar su carta, con todo el estilo de cocina rica, casera y buenos precios, mas una carta de vino acotada, de 36 etiquetas, pero bien escogida, que va entre los $ 9.900 y $ 17.900 por botella.
El Hotel AC, del Costanera Middle, además de tener cómodas habitaciones con vista casi en 360º a Santiago, también se luce con un secreto: el Luna Bar.
Es una enorme terraza que encuentras en el piso 17, y a la que puedes asistir sin necesidad de alojar. Sólo basta con dar aviso en la entrada del recinto (por Av. Vitacura 130), para que te esperan en este espacio al aire libre con grandiosas panorámicas de la ciudad y del cerro San Cristóbal.
Hasta allá puedes subir a probar cocteles de autor, como los de zodiaco, con alternativas como Aries ($ 8.500), de vodka macerado en cardamomo, maracuyá, frambuesa, zumo de limón y ginger ale.
O el Escorpio ($ 7.900), de Grand manier con vermut rosso, pisco, vodka y cardamomo.
Cocteles que se toman junto a la carta a cargo de Luis Cruzat, a quien probablemente conozcas porque estuvo a cargo del Restaurant Latin Grill Lodge Marriot y que aquí tiene un estilo de cocina mediterránea, con alternativas frescas como el carpaccio de salmón ($ 9.900), que viene con un aderezo de alcachofas, alcaparras y queso parmesano.
A sus locales de Barrio Yungay, Providencia, Vitacura, Lo Barnechea y Pichilemu, el Bar La Virgen acaba de inaugurar una sexta y céntrica sucursal.
¿Dónde? En el barrio Lastarria, en una hermosa casona a un costado del imponente Palacio Bruna, una construcción de cuatro pisos, con tres salones repartidos por cada uno, dos de ellos con bonitos balcones, que en todo caso deja lo mejor para el cuarto.
Tienes que subir hasta la azotea para disfrutar del rincón más solicitado de este nuevo bar, una increíble y colorida terraza, donde puedes tomar un fresco coctel mientras disfrutas de la vista de esta zona con encanto.
Un espacio que, además, tiene el estilo de todos los otros locales, es decir, jardines verticales, letreros de neón con frases como Like a virgin, corazones alados en las paredes y, por supuesto, las mantas tejidas a mano para abrigarse en las tardes y noches más frías.
Ojo que no se hacen reservas, así es que si quieres instalarte en la azotea debes llegar temprano o esperar si es que hay fila.
Es la nueva joyita que encuentras en el centro cultural GAM. Un bar de 600 metros cuadrados, que se instaló en la parte trasera del recinto, en el -1, con una gran terraza cargada de plantas y objetos reciclados, como maderas, mesas de parqué y ventanas antiguas recuperadas de demoliciones.
Si su estilo te parece acquainted, es porque es la continuación La Jardín, en la Factoría Italia, y luego del ondero La Diana, que estuvo hasta el año pasado en el claustro de Los Sacramentinos, en el barrio San Diego.
De hecho, son los mismos socios quienes están detrás de este lugar, que cuenta con un espacio inside de aire nostálgico, al estilo de un cabaret, con una gran barra y cortinas de terciopelo rojo que esconden mesas más privadas.
Ahí puedes probar opciones de platos para picar y store de cervezas, con un consumo promedio por persona que no supera los $ 15.000.
De hecho, su carta es easy, con alternativas para tomar como jarra de sangría, y coctelería clásica, con pisco bitter a la chilena o peruana, negronis, vermú y Spritz.
Para comer hay platos como un tartar de atún, que viene sobre una delgadita galleta de arroz, tiraditos de pulpo o hamburguesas caseras, en pan brioche, con queso cheddar, queso mantecoso, tocino, cebolla y pepinillo.
En el sector Av. Irarrázaval, en Ñuñoa, donde abundan los grandes edificios en altura, los vecinos ahora tienen un nuevo lugar donde juntarse con los amigos para disfrutar al aire libre un schop o un cóctel, incluso junto a sus mascotas. ¿Su nombre? Patio Almeyda.
Así se llama el bar que abrió hace poco en Dublé Almeyda, a pasos del Metro Chile-España, y que precisamente se bautizó de esa manera porque busca convertirse en el “patio” para los residentes de este barrio, quienes viven en su mayoría en departamentos.
Y lo está consiguiendo, porque todas las tardes se sueler llenar este native, que ocupa una casona del sector, con salones en su inside, aunque el hit es su agradable terraza, una con coloridos murales, sillones de pallets y letreros de neón, de esas donde dan ganas de estar por ahora.
Más todavía si eres amantes de los perros, que el bar es pet friendly y hasta les pasan fuentes con agua y galletitas a las mascotas.
Un lugar excellent para pasar las tardes tomando alguno de sus cocteles de autor, como el refrescante “Soñao” ($ 6.490), hecho en base a gin y que lleva trozos macerados de mango, espumoso, tónica, albahaca y granada.
O algunas de sus cervezas recién salidas del barrill, que son de la marca nacional Edelstoff.
Patio Almeyda
Pet Friendly
Dirección
Dublé Almeyda 2900
Santiago,
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a jueves, 5 PM a 12 AM. Viernes y sábado, 1 PM a 1 AM
Estacionamiento
En calles aledañas, free of charge
Con Reserva
No
Es más que una terraza. Cómo dicen en su Instagram “somos un restaurant, una tienda, un mercado, una florería, una panadería, un jardín“.
Todo eso y más encuentras en Mundo Mastica, el espacio de 6.000 m2 que se instaló hace poco en el antiguo edificio municipal de Lo Barnechea, frente a la Plaza San Enrique.
Un lugar mágico a los pies de la cordillera, con una gran terraza escondida, rodeada de plantas colgantes, baldosas classic y mensajes en luces de neón.
A cargo están Mari Gálmez y Pablo Lamarca, la dupla de arquitectos y diseñadores detrás de Mercado Mastica y Botánica, el restaurante que montaron antes de este ambicioso proyecto.
Ahí, puedes ir a comer en Ágora, un espacio que son varios en uno, donde pruebas pizzas, hamburguesas y ensaladas. Mucho mejor si vas los fines de semana a disfrutar de un brunch en su acogedor huerto con estética de invernadero.
Mundo Mastica
Dirección
Av Las Condes 14891
Santiago,
Lo Barnechea
Chile
Teléfono
Web site
Horario
Ma. a vi., 1 PM a 4 PM y 6 PM a ten PM. Sá. y do., 11 AM a 4 PM y 6 PM a 8 PM
Estacionamiento
Por calles aledañas, con propina
Con Reserva
Sí
El bar Vistandes conjuga perfectamente la buena comida, los refrescantes cocteles y una vista increíble a Santiago.
Todo, porque este native se encuentra en el piso 12 del nuevo Hotel Nodo, en Providencia, uno que se outline por su comodidad y experiencia outside. Y al bar puedes ir sin necesidad de alojarte ahí.
Aunque abre desde el almuerzo, lo mejor es ir al haces al atardecer, para aprovechar su fuerte: la coctelería de autor y los platos al estilo callejero o road meals, que podrás degustar mientras contemplas la ciudad en 360º.
De sus cocteles, una propuesta refrescante es el “Nodo Verano” ($ 4.900), una remasterización del tradicional vino de verano, pero que lleva carmenere, cinzano, ginger ale, goma y naranja. Una delicia.
Puedes acompañarlo con la trilogía de tártaros ($ 13.900), que se prepara con filete, locos y atún, y que se condimenta con pepinos encurtidos o mango fermentado, para realzar aún más su sabor.
Una de las terrazas en Santiago con más encanto es la de este bar de Providencia, a cargo Kurt Schmidt, el chef y dueño de 99 Restaurante.
Tienes que ir a conocerla por su coctelería de autor y por sus opciones de tapas para compartir, que van entre los $ 3.500 y $ 7.000.
¿Lo mejor? Que todo se elabora ahí mismo: desde la charcutería hasta el hielo, que llega perfecto con cada coctel.
Vale la pena probar alguna de las opciones con vermú, bitters, licores y macerados artesanales, como el negroni clarificado ($ 5.800), uno intenso, con vermú, campari y mezclas de la casa que se clarifica, cosa de que quede de coloration transparente.
Los cocteles quedan perfecto si los acompañas, por ejemplo, con las croquetas ($ 4.000), bolitas cremosas rellenas de pulled pork, carne de cerdo desmenuzada. También la prieta ($ 4.000), hecha en el lugar por supuesto, que llega en sartén a la mesa con cebolla encurtida y pan casero.
Cuento Corto
En una de las impresionantes casonas antiguas del barrio República, se instaló hace poco más de un año este bar que te impresiona apenas entras.
Primero, por la construcción que ocupa, una gran casona de conservación histórica, con varios salones en su inside.
Luego por su terraza, un amplio lugar al aire libre, donde caben 100 personas manteniendo las distancia y donde de seguro te vas a refrescar este verano.
Además, todas las semanas se organizan ahí conciertos y espectáculos de stand-up, con los aforos correspondientes.
The Singular Rooftop Bar
El Rooftop Bar está ubicado en el piso nueve del resort The Singular Santiago, uno de esos lugares imperdibles de la capital.
No sólo por su ubicación, en pleno barrio Lastarria, sino también por la vista hacia el cerro San Cristóbal y por su atención, que insta al relajo y a olvidar que estás en pleno centro de Santiago.
Un lugar excellent para probar alguno de sus cócteles de autor, como el “Pasaporte andino”, con gin, syrup de cardamomo y agua tónica, extremely refrescante.
Si te gustan más frutales, prueba el “hilito”, con pisco, jugo de uva, albahaca y syrup de pasas.
Ojo, lo mejor es reservar si quieres estos días y lo puedes a hacer a través de la web del hotel.
Bar La Providencia es una de las barras que de seguro extrañas. Te hablamos del ondero bar boutique que se encuentra en Av. Bilbao, uno donde cada trago y detalle cuenta una historia, como la cuchillería, que period del Lodge Carrera, por ejemplo, uno de los más elegantes de Santiago.
A la espera de que reabra, puede ir a su segundo native, el que abrieron en plena pandemia en Las Condes, uno con una gran terraza en Isabel La Católica y para el que debes reservar a través de Instagram.
Si vas, pide los choritos al roquefort ($ 8.900), que son literalmente una fiesta de choritos, que vienen en una salsa a base de vino blanco y queso roquefort, de sabor bien intenso.
También alguno de los platos nuevos de la carta, como “la puta ama” ($ 9.900) una hamburguesa de 160 gramos de carne, más queso y una cantidad tan obscena de tocineta que debería ser ilegal. Y la mejor parte es que llega completamente apanada, extremely crujiente.
Acompáñala del “Coyote” ($ 6.900), coctel en base a cynar, el licor de alcachofas, con gyn, jugo de naranjas y reducción de vino rosé.
Este nuevo restaurante en La Reina no es bailable como podría sugerir su nombre, que hace referencia a las quintas de recreo.
Pero sí te puedes relajar en su gran terraza con aire campestres a probar su coctelería de autor, con clásicos arreglados “pa’ ponerle bueno”, como el melón con vino ($ 5.900), que es un melón tuna con chardonnay en su inside.
Y para comer lo que manda es la cocina chilena, hecha con técnicas de vanguardia, pura y sabrosa memoria emotiva y que te pone feliz.
La misma que pruebas en alternativas como el sánguche de pernil ($ 6.900), hecho de la carne de las manitos de cerdo desmenuzada, que puedes pedir en chacarero o italiano. Llega en marraqueta, con ají encurtido y papas fritas.
También en platos como el asado de tira ($ 10.900), de larga cocción al vacío, lo que aporta su textura tierna, con una reducción de merlot, crema pastelera y tomatitos cherry.
Bar Valdivia
Bar Valdivia está justo frente a la estación de Metro Inés de Suarez y llama la atención por su fachada de muros de latones bien coloridos, más puertas y ventanas de distintos tamaños y estilos.
Ahí, ya entrando, verás sus dos terrazas, bien agradables, ubicadas en el primer y segundo piso.
¿Que probar? Alguna de las pizzas, como la “Pulled pork”, de carne de chancho desmenuzada, queso de cabra, pimentones rojos, verdes y champiñones.
Para acompañar, alguna de sus variedades de cerveza artesanal o la jarra de sangría bien helada si es que vas en grupo.
Bar Valdivia
Dirección
Av Pedro de Valdivia 1764
Santiago,
Santiago
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a domingo, 1 PM a 12 AM
Estacionamiento
En calles aledañas, free of charge.
Edad
Mayores de 18 años.
Con Reserva
Sí
Bravo 951
Bravo 951 tiene una de las terrazas más onderas de Santiago, con buena música, mesas para compartir y una carta inspirada en el concepto de consolation meals, es decir, rica, golosa e excellent para compartir y comer con las manos.
Eso, además de una barra con opciones frescas, como el “cynar spritzer” ($ 5.500), el licor de alcachofas muy de moda en las barras de Buenos Aires y que aquí hacen con espumante y un toque de pomelo.
¿Algo recomendado para comer? Los “chilaquiles” ($ 11.900), con chili de chancho, nachos, pico de gallo, queso mantecoso, pomodoro, guacamole, crema ácida, jalapeños y huevo frito.
También el “camembert asado” ($ 8.000), un queso derretido que llega envuelto en pan de leche, con tomate cherry asado y miel.
Bravo 951
Dirección
Bravo 951
Santiago,
Región Metropolitana
Chile
Teléfono
Web site
Horario
Martes a jueves, 4 PM a ten.30 PM. Viernes, 1 PM a ten.30 PM. Sábado, 1 PM a 4 PM y 5 PM a ten.30 PM
Estacionamiento
Por calles aledañas, con propina
Justo antes de la pandemia, 236 Beer Backyard abrió sus puertas y lo hizo con una cómoda y fresca terraza donde ir por muy buenas cervezas.
En este bar de cerveza artesanal chilena y extranjera puedes ir a probar algunas de su variedades. Tiene 38 salidas de schop que podrás degustar mientras algún Dj ameniza el ambiente.
Imperdible es que pidas una Granizo IRA de 7º hecha en Olmué. Esta se luce por su coloration rojo cobrizo y por su toque a caramelo y romero ($ 4.500). Tampoco dejes de probar la cerveza alemana Schneider Weisse, que destaca por sus notas a malta y limón ($ 5.000).
Acompaña cualquiera de las cervezas con una de sus increíbles hamburguesas de Wagyu que prepara ahí The Firm, entre ellas la “Double” ($ 8.300), que son 200 gramos de esta sabrosa carne, queso cheddar, crispy de tocina, cebolla al ketchup, ají verde y una deliciosa salsa de la casa.
Kross Bar BordeRío
Es uno de los mejores locales de BordeRío, con vista inmejorable a la puesta de sol. Como si fuera poco, tiene una de las cartas de cervezas artesanales más amplias de Santiago, con puntos altos como la Kross 5, madurada con roble americano tostado y toques a vainilla y caramelo, y la Lupulos, una american pale ale, súper refrescante y de amargor marcado.
Lo mejor de todo es que ahí no hay una, sino tres terrazas: una que da a la calle, otra al medio del lugar y la más espectacular, la que está en la azotea, perfecta para ver cómo cae la noche y disfrutar algo para picar y, obvio, un schop.
Hay varios platos para compartir que sobresalen, como el “tártaro de atún” o los camarones y calamares crujientes junto a salsa tártara, dressing agridulce y ciboulette. Lo mismo que la plateada al horno, de wagyu, con caldo de la cocción, papas rústicas horneadas, zanahoria y cebolla braseada, acompañada de una crujiente marraqueta.
Y como en este native siempre hay novedades, en verano no te pierdas los cocteles hechos con cerveza como base. El “nortino” es uno de ellos, una refrescante combinación de Kross Maibock, tequila y limón de pica ($ 4.200).
Imposible dejar pasar la barra del famoso restaurante limeño Jerónimo, que está en Alonso de Córdova.
De decoración colorida y toda la onda que sabe imprimirle su chef Moma Adrianzén a todo el ambiente y no sólo a la comida de inspiración callejera hecha con ingredientes de primera calidad, la barra de Jerónimo abarca desde combinaciones muy frutales con destilados peruanos hasta los muy de moda mezcales.
De hecho, es el único bar que ofrece mezclas bien juguetonas con este destilado mexicano que tiene entre 45 y 60 grados de alcohol y que en esta barra lo ofrecen, entre otros, tequila Jimador, Aperol, piña, toronja rosada, sal de maras, soda y agua de jamaica. Una delicia.
Casa Las Cujas es un bar y restaurante con más de diez años de tradición en Cachagua, a cargo de los hermanos Raide, los mismos detrás de éxitos como Jardín Secreto y Bar del Teatro C.
Allá es conocido por el uso de productos frescos, bien playeros, en formato de tiraditos, ceviches y chirachis, los que ahora puedes probar en Santiago gracias a su nuevo supply.
Ahora llegó a Santiago, a la Av. Alonso de Córdova, a un costado de Jardín Secreto, un lugar con aires playeros, con conchitas blancas en el suelo, traídas de manera authorized, claro, además de platos bien marinos, con opciones de mariscal, tiraditos y pescados a la plancha.
Parte con las machas a la parmesana ($ 13.900), que vienen con una salsa bechamel y jugo de mariscos, además de un toque de parmesano y de piel de ají cacho de cabra, que aporta en sabor pero no pica.
Imperdibles las cuatro versiones de mariscal, el clásico plato de caleta, que llega remozado, en un barco tallado en madera e excellent para compartir, como el mariscal Las Cujas ($ 13.900), con toda la intensidad del sabor del piure, almejas, pulpo, la pesca del día, una sabrosa leche de tigre clásica y un toque ají de puta madre.
Silvestre Bistró
Abrió en 2014 casi en la esquina de Caupolicán con Tegualda y es una de las terrazas escondidas imperdibles del barrio Italia.
Tiene un patio inside bien colorido, con huerta y una pizarra donde se anuncian los platos del día.
Ahí puedes tentarte con opciones como la milanesa de pollo ($ 5.900), que viene con una ensalada bien fresca, o la lasaña boloñesa ($ 6.900).
También con la albacora a la plancha ($ 8.900), que viene con arroz y pebre de cochayuyo.
Buenos también son su sándwiches en focaccia, hecha ahí mismo, como el de jamón serrano ($ 5.900), con pepinillos, tomate y hojas verdes.
Ojo, que no hay reserva, es solo por orden de llegada y con una capacidad para 25 personas.
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