El orfanato
La película más taquillera de 2007 en España fue una terror, la ópera primera del director J. A. Bayona, que además fue todo un éxito en varios países de mundo.
El corto Sé que está ahí fue la inspiración para esta historia, que protagoniza Belén Rueda, quien intepreta Laura, una mujer que regresa junto a su marido Carlos (Fernando Cayo) y su hijo Simón (Roger Príncep) al orfanato donde creció y donde pretende abrir un hogar para niños con discapacidad.
Ahí, en una impresionante construcción antigua junto al mar, Simón comienza a hablar con sus nuevos amigos imaginarios, entre ellos Tomás, un niño que lleva la cabeza tapada con una bolsa de género.
Las apariciones de esos amigos son el comienzo de una serie de escalofriantes situaciones, que estarían relacionadas con la historia del lugar y con Laura, llevándola a enfrentarse a sus traumas de infancia.
La película se llevó siete Premios Goya, entre ellos el de mejor director para Bayona, situándolo en el mapa de los realizadores de referencia del nuevo cine español.
It (eso)
Poco después del estreno de La torre oscura, llegó a los cines una nueva película basada en los libros del escritor estadounidense Stephen King: It (eso).
Esta cinta de 2017 se inspira en la novela de terror publicada en 1986, que en 1990 fue convertida en miniserie, con el inglés Tim Curry encarnando a la tenebrosa criatura con forma de payaso que hace desaparecer a los niños de Derry.
En esta versión, que dirige Andy Muschietti, el ser que ataca a los niños de la localidad de Maine es interpretado por Invoice Skarsgård y lo combate un grupo de pequeños desadaptados que se hace llamar El Membership de los Perdedores.
A R.L. Stine lo llaman “el Stephen King de la literatura infantil” por lo prolífico y también porque ha inspirado una gran cantidad de sequence y películas. ¿La última de ellas? La calle del terror, trilogía fílmica de la directora Leigh Janiak y que llegó a Netflix esta temporada.
Su primera parte, que se ambienta en la década de los 90 en Shadyside, una ciudad pobre y marcada por una lista larga de macabros asesinatos, a la que suma uno más: el de un joven con una máscara de calavera y un cuchillo que mata a varias personas en un centro comercial.
Crímenes que vuelven a perturbar la vida de sus habitantes, cuando reaparecen los asesinos en serie que han asolado a la ciudad a lo largo de las décadas, lo que estarían relacionados con el espíritu de una bruja del siglo XVII y que ahora tendría como objetivo a los adolescentes protagonistas de la película.
Una sucesión de muertes violentas, escapes milagrosos y mortales heridas con armas blancas que reviven de la mejor, y explícita forma, al subgénero del terror llamado slasher, en el que siempre hay un demente con tendencia a eliminar jovencitos y jovencitas.
Subgénero que tiene entre sus ejemplos a La masacre de Texas, Halloween, Viernes 13 y Scream, y que en La calle del terror se combina con lo paranormal para ofrecer una entretenida y emocionante narración, que revisita sus características clásicas dándoles un aire nuevo y revigorizante.
En tanto, su parte dos se sitúa en 1978, mientras que en la tercera la historia retrocede hasta 1666.
His home
Horror, suspenso y cine social se juntan en His home, una de las películas de terror más recomendables del último tiempo.
Después de debutar con éxito en el Competition de Sundance, Netflix la estrenó en todo el mundo en octubre pasado, sorprendiendo con la vuelta que el debutante director británico Remi Weekes le da al subgénero de la casa embrujada.
Pasan cosas muy extrañas en el hogar que el gobierno les entrega a Rial (Wunmi Mosaku) y Bol (Sope Dirisu), una pareja que salió forzadamente de Sudán del Sur, escapando de la guerra que devastaba a su país.
En un barrio empobrecido de Londres, intentan comenzar una nueva vida, pero sus planes los frenan los ruidos, voces y criaturas que aparecen entre las paredes de la casa y que los llevan al borde la locura.
No son ratas ni alimañas los que los atormentan, sino el dolor, los traumas y la culpa que los persiguen en la forma que Rial atribuye a brujos que son parte de las creencias de su pueblo.
Un relato que se vuelve más angustiante a medida que avanza el metraje y que por la vía del terror aborda el racismo, el desarraigo y la drama de la inmigración forzada.
No respires
Mejor ver esta película acompañado, que es de esas que realmente te hacen gritar de susto. Y no porque tengan fantasmas ni monstruos aterradores, sino uno de esos villanos con el que de seguro nunca te querrás topar.
Él es un veterano de guerra que interpreta Stephen Lang, un hombre ciego que vive en un barrio abandonado de Detroit y donde guarda US$ 300.000 en efectivo, dinero que recibió como indemenización luego de que un joven millonaria matara a su hija en un accidente.
Un grupo de delincuentes, Rocky, Alex y Cash, que tienen la costumbre de robar en casas, se enteran del botín de este hombre y una noche deciden ir por ese dinero.
Pero si pensaron que asaltar a un ciego sería una tarea sencilla, se equivocaron porque pronto el robo se convertirá en su peor pesadilla.
Desde Italia viene una de las películas de terror más recientes de la plataforma, con una historia que muestra un viaje que se convierte en pesadilla para los pasajeros de un camper, luego de que aparecen en medio de un claro del bosque.
Su relato combina paganismo, leyendas y a la mafia italiana, recordando a varias otras películas, antiguas y recientes, en torno al miedo y la violencia, como La masacre de Texas, El juego del miedo y Midsommar.
Tiene un buen comienzo, con un ritmo incesante, que se interrumpe cuando se explica el porqué de los hechos, perdiendo lo que había logrado con el buen uso del suspenso y un poco de gore.
Tiburón
Puede que la hayas visto más de una vez en el cable o en esas tardes de cine en la TV abierta. Pero es que uno nunca se cansa de la criatura más aterradora de los 70.
En 1975, Steven Spielberg inauguró la saga de Tiburón con esta cinta, que se convirtió en un blockbuster y en un clásico de las películas de terror.
Inspirada en la novela homónima de Peter Benchley, ahonda en el miedo colectivo de este animal marino que acecha las costas y que es capaz de convertir unas plácidas vacaciones en un tragedia.
El de este filme es un tiburón blanco que causa el pánico entre los bañistas de la playa de Amity Island y que nos hace gritar de susto mientras suena la icónica música que creó John Williams.
Preparándose para la llegada de Halloween, en las últimas semanas Netflix viene estrenando una serie de películas ideales para ver esa noche terrorífica, una lista a la que ahora se suma esta cinta noruega.
Su hisrtoria lleva al espectador a un mundo post-apocalíptico, donde los habitantes de una ciudad intentan sobrevivir luego de un gran desastre nuclear.
Entre ellos están una destacada actriz, Leonora (Gitte Witt), junto a su esposo, Jacob (Thomas Gullestad) y su pequeña hija Alice (Tuva Olivia Remman), quienes se refugian en un edificio en ruinas.
Para salir de su rutina, un día deciden ir un espectáculo que ofrece entretención y también comida. Se realiza en un lodge y ahí deben recorrer el lugar presenciando diferentes escenas, las que cada vez se ponen más macabras y tenebrosas.
Y aunque no hay mucho terror, sí suspenso y la inquietud que provocan los diferentes personajes que van apareciendo por el lodge y, sobre todo, la ambientación.
El Huésped
Si te volviste fan de Parasite y quieres conocer más sobre su director Bong Joon-ho, aquí encontrarás uno de sus filmes más destacados, que además protagoniza Track Kang-ho.
El Huésped (2006) se volvió la película más taquillera de Surcorea hasta esa fecha, con la historia de un monstruo que secuestra a la hija de un hombre y su odisea por salvarla.
Esta película, que fusiona monstruos y terror, lleva al extremo el miedo perder a una hija.
Tras hacerse un nombre en los cortos, el director español Ángel Gómez debuta en los largometrajes en una película de terror donde lo que es escucha es tan espeluznante como lo que se ve. O más bien, lo que no se ve.
De eso puede dar fe el niño de ocho años que conocemos al comienzo del relato, el pequeño Eric (Lucas Blas), a quien unas extrañas voces no lo dejan descansar.
Junto a sus padres, Sara (Belén Fabra) y Daniel (Rodolfo Sancho), se acaban de mudar a una casa que compraron para refaccionar y luego vender. Pero el niño se siente inquieto en este nuevo lugar y tiene comportamientos extraños, incluso en el colegio, donde llegó a morder al director.
Luego de un par de hechos trágicos, Daniel sospecha que esos sonidos tendrían que ver con todo lo oscuro que pasa ahí. Por eso contacta a Germán (Ramón Barea), un experto en psicofonía, los sonidos que quedan registrados en diferentes aparatos y que sin ellos no se pueden oír.
Así, Voces convence con una vuelta al subgénero de la casa embrujada, para poner a la sicofonías -habitualmente un elemento más de las historias de terror- en el eje central de su narración.
Líbranos del mal
Scott Derrickson ya lleva un camino recorrido en el género del terror. Es director y guionista de títulos como El exorcismo de Emily Rose (2005) y Siniestro (2012), la cinta que logró éxito de crítica y taquilla con la historia de Ellison Oswalt (Ethan Hawke), un escritor y padre de familia que descubre movies caseros sobre diferentes asesinatos, todos conectados con la figura de un demonio.
Una terrorífica aparición de tiempos ancestrales, que también se hace presente en Líbranos del mal. Su trama tiene como protagonista a Ralph Sarchie (Eric Bana), un agente de la policía de Nueva York que comenzó su semana laboral de la peor manera.
No sólo concurrió a un llamado donde se encontró a un niño de pocas semanas muerto en un basurero, sino que también decidió ir con su compañero Butler (Joel McHale) a chequear un grave caso de violencia doméstica. Una escalada de malas experiencias, a la que luego se suma una mujer que arroja a su hijo al foso que separa a los leones del público, en el zoológico de la ciudad.
Un último incidente que pone a Sarchie en medio de una serie de sucesos con un punto en común: tres soldados que en Irak sufrieron una aterradora experiencia que cambió sus vidas. En especial la de Santino (Sean Harris), quien estaría poseído por un demonio y hace del policía y su familia el próximo blanco de su maldad.
Pero Sarchie no está solo, ya que en sus investigaciones conoce a Mendoza (Edgar Ramírez), un cura experto en exorcismos. Mientras el policía escéptico es enfrentado a sus temores, el sacerdote le asegura que en la religión está la salvación.
En los recientes Goya, esta cinta se llevó cinco de los nueve premios a los que optaba, entre ellos a los de Mejor Dirección Artística, Mejores Efectos Especiales y Mejor Música Unique, al revivir con valentía un drama histórico que tiene como escenario el territorio vasco del siglo XVII.
Específicamente en 1609, cuando en el País Vasco, o Euskal Herria, se vivió el punto más álgido de la serie de juicios que en la región se realizaron a mujeres acusadas de brujería, movimiento anti-hechicería que se había generado el siglo anterior.
Un oscuro pasaje marcado por la ignorancia y el machismo, que revive bajo la dirección del argentino Pablo Agüero y que tiene como protagonistas a un grupo de mujeres que en su tiempo libre recorren el bosque y gustan de bailar y cantar entre los árboles.
Esa actividad es mal vista por algunos de sus coterráneos y que llega a oídos de un juez, quien recorre la región para eliminar a sus brujas. Pero las chicas encaran con valentía e inteligencia a esa sociedad marcada por una religión enceguecida, el patriarcado y la ignorancia.
La maldición de Chucky
No estaba muerto, andaba de parranda. El muñeco más terrorífico del mundo, el mismo se convirtió en la pesadilla de medio mundo cuando apareció por primera vez en Chucky: el muñeco diabólico (1988), volvió a atemorizar con esta película de 2013.
Fue su regreso tras las entregas dedicadas a su “familia”, La novia de Chucky (1998) y El hijo de Chucky (2014).
Acá, el muñeco reaparece dentro de una caja, que llega como misterioso regalo a la casa de Nica (Fiona Dourif), una chica discapacitada que vive con su madre, Sara.
Tras el intento de su suicido de esta última, llega a la casa su hija mayor (Danielle Bisutti), junto a su esposo, su hija peqeña y una niñera.
La pequeña pronto se encariña con Chucky y lo convierte en compañero de sus juegos. Pero la criatura poseída por el alma de un asesinos tiene otros planes, unos más sangrientos donde vuelve a demostrar por qué lo llamaron alguna vez el muñeco diábolico.
El argumento de #Vivo, la nueva película de terror de Netflix, se podría resumir así: un joven debe permanecer encerrado en su departamento para evitar contraer un peligroso virus. ¿La historia te suena conocida?
Con un time perfecto, en plena pandemia por el coronavirus, se estrenó esta cinta, el debut en los largometrajes del director surocoreano Il Cho.
Aunque este virus es más sangriento, porque las personas que lo contraen se convierten en una especie de zombies. O más bien en unos violentos caníbales que recorren todo Seúl en busca de personas sanas para devorarlas.
Del desastre que está ocurriendo el calles, Oh Joon-woo (Ah-In Yoo), el joven protagonistas de #Vivos (#Alive en su título authentic) se entera a través de las noticias y luego lo comprueba al mirar por la venta del departamento en el que vive.
Además, no sabe nada de sus padres y de su hermana, que habían salido cuando se desató el virus. Solo recibió un mensaje de ellos: “debes sobrevivir“.
Una explicit apuesta es la que hace esta película alemana, donde el horror se combina con la acción y el suspenso a varios kilómetros sobre la Tierra.
Más precisamente en un vuelo de avión desde Alemania y Nueva York, donde un grupo terrorista, con la ayuda del copiloto, se toma la aeronave para cambiar su trayectoria y usar a sus pasajeros para pedir rescate en nombre de la yihad musulmana.
Pero las cosas se tornan más sospechosos y violentas cuando uno de los terroristas, el psicopático Eightball (Alexander Scheer), le dispara en el pecho a Nadja (Peri Baumeister), una mujer que viaja junto a su hijo y que durante todo el trayecto ha tenido una conducta extraña.
Y es que ella es realmente una vampira, una condición que ha logrado mantener controlada, pero ahora deja salir para proteger a su hijo de los terroristas.
Así, Cielo rojo sangre ofrece una inusual mezcla, que navega con algo de dificultad por su arriesgada y saturada apuesta de géneros.
Esta es la secuela de la película La niñera (2017), donde la acción se retoma dos años después de que Cole (Judah Lewis) descubriera el lado oscuro de su amada niñera Bee (Samara Weaving).
Ella tenía oculta su faceta como líder de una secta satánica que usaba sangre humana para hacer realidad todos sus deseos, que también integraban Max (Robbie Amell), Sonya (Hana Mae Lee), John (Andrew Bachelor) y Allison (Bella Thorne).
Ahora, como adolescente, Cole vuelve a encontrarse con el mal tras descubrir que su mejor amiga es ahora la líder un culto satánico y lo quiere utilizar para concretar su sueño de ser “influencer”.
Él tratará de escapar de su casa flotante en el lago, en un desafío lleno de gags y divertidas escenas, donde el humor se mezcla con litros de sangre, muchos desmembramientos y varias explosiones.
Una de las últimas películas de terror en llegar a Netflix es esta que dirige el joven realizador Diego Cohen, de quien en la plataforma también se puede ver Romina.
Su apuesta es por una de las temáticas del género que se han hecho famosas gracias a la industria fílmica: el exorcismo.
En su caso, a través de una historia que comienza tres décadas atrás, en un sector rural de Norteamérica habitado por menonitas -un grupo religioso apartado de la sociedad-, hasta donde llega un sacerdote a brindar su ayuda con un exorcismo.
Pero las cosas no salen como se esperaba y el niño que estaba poseído muere tras el conjuro del religioso y este se lo lleva lejos, en su camioneta. Sin embargo, en el camino el pequeño da muestras de vida y el cura resolve abandonarlo en un terreno baldío.
Después, el relato lleva a los espectadores a la Ciudad de México del presente, en una historia que no logra grandes sustos ni momentos de verdadero suspenso.
Este reciente estreno polaco en Netflix junta a adolescentes y a una extraña criatura que llegará hasta el Campamento Adrenalina, donde jóvenes de 16 años se encuentran superando su adicción a la tecnología, es decir están sin celulares ni computadores, y en medio del bosque.
Es en ese contexto es donde aparecen dos asesinos en serie que generarán mucha sangre y muerte, y que te pondrán “los pelos de punta”, desde los primeros minutos.
Temas esenciales en toda cinta slasher, el subgénero del terror con psicópatas y adolescentes, que se precie. Sobre todo para este largometraje que fue promocionado como la primera película del estilo en su país.
La ópera prima como director del británico Adam Randall toma un inusual camino, pasando desde el terror al suspenso felony. Uno que parte en una ciudad costera de Estados Unidos, cuando un niño en bicicleta se interna en el bosque que rodea el lugar hasta que, abruptamente, lo toma una fuerza invisible que lo eleva en el aire.
Su desaparición hace que los policías lleguen al lugar y comiencen a buscar cualquier pista que los ayude a resolver el caso. Así dan con una navaja suiza que le trae malos recuerdos a uno de los agentes a cargo: Spitzky (Gregory Alan Williams), el mismo que hace unos años atrás investigó un incidente comparable, donde también las víctimas eran niños y el felony dejaba como su carta de presentación el mismo tipo de arma, recuerdo que ahora comparte con su compañero Alec Travers (Owen Teague).
Pero desde ese momento la trama pasa desde lo policial a los problemas personales que este último detective tiene en casa, los que se agravan luego de que situaciones atribuibles a lo paranormal comienzan a afectar a todos lo que allí habitan.
Una sucesión de hechos que no dejan respiro al ritmo de la trama y a su escalada desde el horror al thriller, donde todavía permanece como subtrama la desaparición de niños. La cual mantiene la atención del espectador, pero no explora en razones ni en personalidades.
Es común en las zonas rurales al sur de ese Italia el amarre, una especie de hechizo en el que una fuerza maligna se apodera de la mente y el cuerpo de otra persona para dominarla. Lo llaman también “mal de ojo”, aunque al parecer es muy distinto y siniestro que el de ojo que se conoce por esta parte del mundo.
Eso le sucede en esta nueva cinta a Sofía (Giulia Patrignani), una niña que llega con su madre, Emma (Mía Maestro) y el novia de esta, Francesco (Riccardo Scamarcio), a una gran caso de campo donde vive la madre de este último, Teresa (Mariella Lo Sardo)
El lugar es bucólico y se sitúa en un terreno enorme lleno de árboles, pero pese a eso, algo no anda bien ahí. De hecho, muchos árboles están muertos y tumbados en el suelo. Según Francesco, su madre es capaz de sanarlos.
Luego, a la niña la pica una tarántula y es Teresa junto a la mujer con quien vive quienes deciden sanarla con un extraño método y a escondidas de su madre.
Todo lo que hace Teresa está envuelto en misterio y es lo que más atemoriza de este cinta de terror, que se disfrutará mejor -o casi exclusivamente- en la esperada noche de Halloween.
Luego del reciente y exitoso estreno de It en los cines de todo el mundo, para nadie es novedad que las adaptaciones de las novelas del estadounidense Stephen King a formatos de sequence o películas se acelerara todavía más.
Y ha sido Netflix uno de los principales interesados en llevar sus obras a su catálogo de producciones originales, que a la lista en la que figuran títulos como 1922, La Niebla y El Juego de Gerald, ahora se suma En la hierba alta.
En esta cinta, Becky y Cal van en su auto, en lo que parece ser un viaje de vacaciones, de pronto escuchan el grito de auxilio de un niño que proviene de una gran pila de hierba ubicada a un costado del camino.
Con la misión de rescatar al pequeño desconocido, se adentran en la gran masa de hierba, sólo para verse arrastrados por una energía siniestra que rápidamente los desorienta y separa, dejándolos atrapados en una laberíntica prisión de hierba descontrolada y barro.
Aislados del mundo, algo desesperados e imposibilitados de escapar de esta misteriosa hierba alta, se darán cuenta que lo único peor que perderse ahí, es ser encontrado por quiénes llegaron mucho tiempo antes.
Atentos, que este es el último fenómeno del horror en Netflix. La realización española, ganadora de la reciente edición del Competition de Sitges, que también marcó el debut de su director, Galder Gaztelu-Urrutia, en los largometrajes.
Una cinta que viene a engrosar la oferta de la plataforma con acento hispano, que incluye populares sequence y filmes, pero apostando esta vez por aquel público dispuesto a experimentar con una perturbadora trama, no exenta de fuertes imágenes.
El relato de El Hoyo se inicia cuando Goreng (Iván Massagué) se despierta en una celda en compañía de un hombre mayor al que no le gusta que la hagan preguntas. El nombre de este último es Trimagasi (Zorion Eguileor) y ya lleva un tiempo en confinación.
Pero este no es un encierro “normal”, ya que la celda que comparten forma parte de un complejo penitenciario en forma de torre con más de 200 pisos, que alberga a dos presos por nivel y donde los prisioneros comparten literalmente una misma mesa de comida.
Estación Zombie: tren a Busan
Todo comienza cuando Seok-woo (Gong Yoo) resolve viajar a la ciudad sureña de Busan, donde vive su ex esposa y donde su hija Soo-an (Kim Su-an) quiere celebrar su cumpleaños.
Pero a los pocos minutos de haber abordado el moderno tren KTX, son testigos de cómo todo se vuelve una pesadilla. La epidemia surgida desde una planta química ha provocado que las principales ciudades de Corea sean asoladas por hordas de violentos zombies que atacan a cualquiera que se cruce en su camino.
Uno de ellos, logra subir al tren e inicia la pandemia a bordo. Eso provoca el escape, a través de su carros, de los pocos que permanecen sanos.
Así comienza el trepidante relato de esta película que se transformó en un fenómeno de taquilla en Corea, donde llevó a más de 10 millones de personas a las salas de cine.
El actor español Mario Casas se transforma en villano en este thriller donde da vida a un paramédico que queda en silla de ruedas tras sufrir un accidente en la ambulancia donde trabajaba.
Quien debe hacerse cargo de cuidarlo es su novia, Vanesa (Deborah François), una mujer que estudia veterinaria mientras al tiempo que labora en un callcenter.
Él es un hombre frío, manipulador y celópata, que se obsesiona con su novia cuando ella resolve dejarlo e irse de la casa.
Ni la parálisis ni la silla de ruedas detendrán la locura Ángel, quien pronto se deja ver como un sicópata despiadado que eliminará a todos los que se interpongan en su camino para recuperar a Vanesa.
Inquietante es el adjetivo más adecuado para describir la a historia de Eli,un niño que vive con una extraña enfermedad y que por eso se ve obligado a llevar puesto un traje y a vivir prácticamente aislado de todo y de todos.
Para curar su enfermedad, sus padres deciden llevarlo a una clínica en un lugar remoto, donde lo someten a una terapia experimental.
Ahí, puede moverse seguro, incluso sin su traje. Aunque en realidad no tan seguro, porque en ese lugar el niño empieza a ver cosas que ponen en jaque su recuperación.
La película de terror sobrenatural La Influencia, marca el debut del español Denis Rovira como director de una producción de larga duración, quien es conocido por su trabajo en premiados cortos como Lazarus Taxon y Angel.
Además, se considera un destacado integrante de la nueva generación española de cine de género fantástico.
Acá nos muestra a Alicia, una enfermera que regresa a su hogar de infancia a cuidar a su madre moribuna. Ahí se reencuentra con su hermana menor, quien está algo perturbada.
Una historia de terror llena de giros inesperados, sucesos sobrenaturales y duelos a muerte con cuchillos, pero que tiene una trama llena de cabos sueltos.
La Novia
En 2017 pasó por los cines esta película de terror a cargo del director ruso Svyatoslav Podgayevskiy.
Todo comienza cuando la joven Nastya (Victoria Agalakova) viaja al pueblo natal de su novio Iván (Vyacheslav Chepurchenko) para conocer a su familia.
Pero Nastya comienza a sospechar de los parientes de Iván, que están detrás de un extraño ritual centrado en la “madre de la familia”. Una ceremonia que, además, está relacionada con la antigua costumbre de fotografiarse con los familiares muertos.
El regreso del demonio
A fines de 2017 el guionista y director estadounidense Victor Salva volvió a los cines con la criatura que le dio un nombre en el cine de terror: el comehumanos Creeper.
En esta tercera entrega el sheriff Dan Tashtego (Stan Shaw) y el grupo de cazadores de Creeper deciden buscar la ayuda del oficial Davis Tubbs (Brandon Smith) para detener su ola de asesinatos. Pero el Creeper tiene otros planes que involucran volver a la propiedad de la familia Brandon.
Amores caníbales
En un futuro distópico se ambienta esta cinta dirigida por la californiana Ana Lily Amirpour (A Lady Walks Dwelling Alone at Evening) que, debido a su inusual estilo y relato, ha dividido a la crítica y la audiencia, sin dejar indiferente a nadie que la ha visto.
Su relato inicia cuando Arlen (Suki Waterhouse) es dejada en un desértico sector de Texas que ha sido aislado del resto del mundo.
Poco después, ella es atacada por dos mujeres y queda inconsciente, despertando tiempo más tarde, encadenada y merced de la banda de caníbales que es liderada por Miami Man (Jason Momoa).
Aunque esta cinta no se adscribe estricamente al género, si tiene varios elementos del género de terror. Quizás sería más correcto decir que es un thriller, porque más que asustar, este película te pone los pelos de punta.
La historia es la de Katrina (Carmen Ejogo), una madre soltera que se muda con su pequeña hija Clara desde Phoenix hasta Oklahoma, en Estados Unidos.
Un desperfecto en el auto las deja tiradas en un camino solitario en medio del desierto, y es ahí donde una serpiente de cascabel muerde a la niña.
Desesperada, su madre llega hasta la casa rodante de una mujer misteriosa quien, de la nada, logra salvar la vida de Clara.
Aunque ese “milagro” no es free of charge: para que su hija siga viviendo Katrina debe asesinar a una persona antes de que el sol se esconda.
En 2018, el director taiwanés Shih-Han Liao apostó por el terror con La maldición de la soga, película que mostraba la pesadilla que vivía una pareja luego de que un joven decidiera transmitir en vivo un ritual para lograr más visitas a su canal de Youtube y así ganar el dinero que le permitiera casarse.
Un rito conocido como “song rou zong”, donde la personificación de la deidad Zhong Kui debe tirar al mar la soga con que alguien se ahorcó, para evitar que su espíritu quede en el lugar en que se suicidó y trate de poseer el cuerpo de un vivo para reencarnarse.
Dos años después, el taiwanés revisita el horror en torno a esa tradición religiosa con su secuela, que se inicia cuando tres monjes taoístas -entre ellos el de la anterior cinta interpretado por Bor Jeng Chen- llegan al lugar en que seis narcotraficantes se ahorcaron en honor al Demonio Tailandés y uno de ellos muere durante un exorcismo.
Así parte esta cinta que logra inquietar al espectador, con una trama que explora en tradiciones y ritos que son totalmente desconocidos para la mayoría de los occidentales.
Cargo
En la delgada frontera que divide al terror del suspenso transita esta realización australiana donde el actor británico Martin Freeman (famoso por su rol del Dr. John Watson en Sherlock) encarna a Andy Rose.
Él, junto a su esposa Kay (Susie Porter) y su pequeña hija, han logrado mantenerse a salvo de la epidemia que ha convertido a casi toda la población en zombis.
Pero tras un accidentado viaje para obtener comida, Andy queda solo con la niña y con pocas horas restantes para ponerla a salvo antes de que él mismo de convierta en un hambriento zombi.
Verónica
El español Paco Plaza (Rec) es el director de la cinta que debutó en Chile con el título de La Posesión de Verónica, y que toma como su inspiración el caso policial archivado como “expediente Vallecas”.
En su relato presenta la historia de Verónica (Sandra Escacena), una adolescente que, tras usar una tabla ouija junto a sus amigas de colegio para comunicarse con su padre muerto, experimenta sucesos paranormales en su casa, que pondrían en peligro a sus hermanos menores.
Otro ejemplo de la activa cinematografía española anclada en el género del terror, desde donde han surgido realizadores como Juan Antonio Bayona y Jaume Collet-Serra.
El Silencio es una película de terror que nos hace recordar otros filmes similares, como Chook Field (también de Netflix), Un lugar en silencio y hasta Los Pájaros, el clásico de Hitchcock.
Aquí, una familia escapa de unos seres demoníacos y ancestrales (una mezcla rara entre murciélagos y dragones) que han sido liberados por casualidad de unas cuevas subterráneas. Vuelan y atacan a los humanos, pero son ciegos.
Por lo tanto, sólo detectan la presencia de personas por el sonido que estas emiten.
Y eso es lo que hermana a El Silencio con Chook Field: en ésta última los personajes debían dejar de lado la visión para estar a salvo. Acá, no emitir ruidos puede ser la salvación.
Creep
Esta es una película de 2014 en que el terror se mezcla con algunas notas de comedia. La historia se centra en un camarógrafo que llega a una perdida casa en las montañas, porque ha sido contratado por un hombre con una enfermedad terminal.
Este señor quiere que lo filmen y dejar así un testimonio de vida para que su hijo, que está por nacer, lo vea cuando ya no esté en este mundo. Pero de a poco va develando una personalidad rara, curiosa, que comienza a acosar y a asustar al pobre camarógrafo.
Se trata de un buen ejercicio fílmico que, además, dura sólo 80 minutos, lo que hace que en todo momento haya acción y sobresaltos varios para los televidentes.
Silencio
Una escritora sorda resolve irse a una cabaña abandonada para realizar su nuevo libro. Ante un hermoso paisaje y tranquilidad, la mujer se mantiene en la tranquilidad y la soledad.
Mientras comparte con una amiga un asesino llega a la cabaña, matando a su amiga y sin que esta joven sorda se de cuenta.
Desde ahí, somos cómplices de un “silencioso asesino” que deambula por la casa sin que esta mujer se entere.
Como una joya no tan conocida, Silencio trae una historia novedosa, en la que predomina el uso de la lengua de señas.
Puertas abiertas
Estrenada en 2018, esta película de Netflix es dirigida por Matt Angel y Suzanne Coote y tiene como protagonista a Dylan Minnette, reconocido por la serie 13 reasons why.
La historia trata sobre Naomi Wallace (Piercey Dalton) y su hijo de 17 años Logan (Minnette). Madre e hijo deciden quedarse en una casa que está a la venta, mientras algunos desconocidos van a visitar este lugar para comprarlo.
Pero después del primer día de visitas, Logan empieza a sentir que hay alguien en el lugar. Pese a que su madre no cree en estas sospechas, empiezan a suceder extrañas cosas dentro, lo que lleva a este joven a una investigación.
Quizás en la casa haya alguien que nunca se fue…
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