la única vacuna para la industria turística


La disaster de la COVID-19 está ofreciendo una pausa forzada al sector turístico, aportando, a su vez, una oportunidad para la reconstrucción del mismo. En el último año se han visto fotogramas desérticos de las calles más visitadas del mundo, hoteles transformados en hospitales o visitas virtuales a los museos. Llegado este punto es pure preguntarse, ¿tiene sentido mantener el mismo modelo de turismo? ¿Es momento de cambiar la forma de hacer según qué? ¿Es, quizás, un punto de inflexión para mejorar?
/COMUNICAE/

La disaster de la COVID-19 está ofreciendo una pausa forzada al sector turístico, aportando, a su vez, una oportunidad para la reconstrucción del mismo. En el último año se han visto fotogramas desérticos de las calles más visitadas del mundo, hoteles transformados en hospitales o visitas virtuales a los museos. Llegado este punto es pure preguntarse, ¿tiene sentido mantener el mismo modelo de turismo? ¿Es momento de cambiar la forma de hacer según qué? ¿Es, quizás, un punto de inflexión para mejorar?

Durante este tiempo tan delicado hay algo que se mantiene intacto: las ganas colectivas de toda la sociedad de volver a viajar. El viajero no ha dejado de soñar con sus próximas vacaciones, quien desde su casa, y gracias a la adaptación de las campañas de comunicación, y en gran medida, de la buena gestión de redes sociales por parte de destinos turísticos, cadenas hoteleras o incluso lugares de interés patrimonial, no ha parado de construir en su mente su próximo viaje ultimate.

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