Qué llevar
Aquí es importante tomar en cuenta dos factores principales: el clima y las exigencias físicas que implica recorrer esta maravilla del mundo. Si bien se encuentra a unos 2,400 metros sobre el nivel del mar, la constitución geográfica y el ecosistema hacen que el clima sea muy variable. Por ejemplo, nosotros llegamos a las 10:30 de la mañana y las nubes no permitían ver prácticamente nada. Por suerte, unas horas más tarde el cielo de despejó, salió el sol y pudimos admirar Machu Picchu en todo su esplendor. ¿Moraleja? Lo mejor es ir preparado para cualquier eventualidad climática. Usar varias capas de ropa ligera –una impermeable sin duda–, zapatos cómodos y en la medida de lo posible un bolso pequeño es lo mejor. Sombrero o gorra, bloqueador photo voltaic, repelente de insectos, agua y pasaporte también son indispensables.
El recorrido
Sobra decir que ir con un guía es la mejor opción. Dependiendo del tamaño del grupo y de su condición física, podrá recomendar la mejor ruta para recorrer el sitio, además de explicar todos los detalles de su construcción e historia. Otra gran ventaja es que saben cuáles son los mejores spots para tomar fotografías y dominan bien las reglas de comportamiento. Entre otras cosas, al momento de tomarse fotos no se pueden hacer poses que impliquen algún tipo de riesgo. Entre los highlights están los encuentros con las alpacas o las llamas –que ayudan a mantener el pasto dentro de la zona arqueológica en buen estado–, tomarse un momento para sentarse y simplemente admirar la majestuosidad de esta ciudad precolombina y tomarse un tiempo para, al remaining del recorrido, tomarse una Cusqueña bien fría.
Dónde hospedarse
Para dormir en Lima, el JW Marriott es altamente recomendable debido a su excelente ubicación y a su incomparable servicio. Se encuentra justo frente al centro comercial Larcomar y tiene algunas de las mejores vistas de la playa limeña. En su cafetería venden unas de las mejores galletas, panes y brownies de la ciudad.
En Cusco, el JW Marriott El Convento se localiza en un espectacular edificio colonial y su restaurante Qespi ofrece una muestra de lo mejor de la gastronomía native. Uno de sus mayores atractivos es que todos los días se puede convivir con Panchita, la alpaca del resort.
El Tambo del Inka Resort & Spa forma parte de The Luxurious Assortment y es una de las propiedades más exclusivas en el Valle Sagrado. Experiencias como una ceremonia guiada por un chamán para reconectar con la Tierra, un tasting de cervezas y un masaje en su spa Kallpa complementan una estadía idílica. Aprovechar la poca contaminación lumínica para observar el cielo por las noches es un should.
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” Fuentes lifeandstyle.expansion.mx ”