Una constelación de lugares que despiertan emociones: eso es México para Maria Grazia Chiuri. La colección crucero de Dior ha pasado durante los últimos años por un sinfín de países y aterriza ahora en el país latinoamericano. A través de los ojos de la diseñadora podemos ver un México mágico y lleno de vida como nunca antes.
De sobra es conocida la admiración de la firma por el país mexicano. No tenemos que remontarnos muy atrás para encontrar piezas enteramente dedicadas a él, como en el desfile de alta costura otoño-invierno de 2002, donde el entonces diseñador de Dior, John Galliano, elaboró una oda al país a través de sus diseños. Sin embargo, no fue el único homenaje. Los más clásicos e icónicos son aquellos como el vestido ‘México‘ de la colección de 1947, o ‘Acapulco‘ y ‘Soireé à México‘ de la colección de 1951. Dior vuelve, ahora, a un México revuelto y enraizado al que venera en este desfile único y lleno de motivos tradicionales.
Backstage del desfile Crucero 2024 de Dior ©Ximena Morfine
¿Y el escenario? No podía ser otro que el Colegio de San Ildefonso de Ciudad de México, lugar donde estudió Frida Kahlo y nació su romance con Diego Rivera. El desfile celebra la cultura mexicana que tan unida y representada se ve en la icónica y emblemática figura de Kahlo. Una artista de la que la firma admira y realza su estilo personal y único a la hora de vestir y que, recalcan, “se convirtió en representación, proclamación, protesta y afirmación. Como un precioso joyero para un cuerpo roto, un capullo-estuche que oculta una mariposa se metamorfosea en un motivo que se despliega en múltiples matices y formas”.
Para Dior, Frida supo plasmar y servir de espejo de lo que sucedía en su cultura a través de su ropa. La firma hace ahora un sentido homenaje a la artista y a su forma de amar su país en un desfile marcado por la tradición mexicana pero que no olvida el resto de tendencias de la temporada.
BORDADOS A LO MÉXICO
Para esta nueva colección, Maria Grazia Chiuri ha vuelto a estrechar lazos con los artesanos locales: bordados originales, creaciones realizadas en colaboración con sus talleres, adornan especialmente vestidos y camisas en una forma de reivindicar la cultura propia como hacía Frida Kahlo. Preciosos bordados y encajes salidos directamente del taller de artesanía y que decoran con más o menos presencia cada estilismo diseñado por Chiuri.
En ellos vemos también. además de la esencia mexicana, el más puro estilo de la diseñadora, quien apuesta siempre por los detalles y la artesanía locales.
EL ROSA NO FALLA
Como viene siendo costumbre estas últimas temporadas, el rosa no falla. Parece que la tendencia barbiecore ha llegado para quedarse. Dior la reinterpreta más romántica que nunca con faldas plisadas y camisas y vestidos con juegos florales y lazos, algo que nos recuerda, y mucho, al lovecore.
LA REINTERPRETACIÓN DEL TRAJE
El traje es una pieza acostumbrada al poder masculino. Pero en esta ocasión, Dior la reinterpreta y la reafirma en toda su feminidad a través de diseños redondos y curvilíneos alejados de las líneas rectas y austeras de los trajes clásicos. Líneas que nos recuerdan a la curvas femeninas y que exponen al máximo la elegancia de un traje que parece más unisex que nunca.
VOLANTES Y VOLUMEN
El volumen vuelve de la mano de Chiuri y acompañado de mangas abullonadas, faldas maxi con vuelo, capas y, por supuesto, volantes. Nunca está de más no pasar desapercibido y Dior lo sabe bien. Elegantes diseños en blanco y negro que hacen más sofisticada esta tendencia y que resaltan los mil y un pliegues y capas existentes en cada pieza, que compone en sí una obra de arte.
VUELTA A LOS ORÍGENES: EL ESTAMPADO FLORAL
Con unos jacquards irresistiblemente preciosos y volviendo y reivindicando sus orígenes, Dior vuelve al estampado floral más fuerte que nunca y con una reinterpretación de los patrones florales. Estos, por supuesto, nos recuerdan a México y distan algo de aquellos sofisticados y azules patrones de otras temporadas. Estos vibran más alto, con más colores y formas más extravagantes y simbólicas. Y por supuesto, acompañados de mariposas, el símbolo favorito de Chiuri esta temporada.
EL ROJO COMO CLÍMAX
En una colección plagada de neutros, tonos claros, grises, negros y blancos, se ha hecho la luz: el rojo aparece para dar potencia y vida al desfile. Un color que nos recuerda a los labios de Frida, siempre pintados y rojos.
DELICADAS TRANSPARENCIAS
Las transparencias parecen arrasar entre las pasarelas de alta costura. Y en esta ocasión, no iba a ser menos. Eso sí, desde el más puro estilo Dior: recatadas y sofisticadas. Entremezcladas con lencería y bordados e incluso flecos, que le aportan unos aires refinados que no renuncian a la sensualidad propia de esta tendencia.
” Fuentes vanidad.es ”