Ekaterina Ageeva aún recuerda la felicidad que sintió a los 17 años cuando se enteró de que había sido seleccionada para participar de su primera película. “Desde chica me imaginé siendo actriz y grabando muchísimas películas”, contó.
También se acuerda del día en que empezó la guerra en Ucrania, cuando embarazada de siete meses y en medio de sus vacaciones en Sri Lanka decidió junto a su pareja, Oleg Riabov, no regresar a Rusia, a donde habían dejado su vida y sus proyectos. “Fue uno de los días más feo y, a la vez, más divertido de mi vida”, recordó la actriz.
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Horas antes de cambiar el rumbo de sus vidas, una fanática reconoció a Ekaterina en la playa y la invitó a pasar una noche en un increíble departamento. Entre los lujos del lugar y la amargura de la decisión, la pareja decidió cambiar el destino de sus vidas.
Ekaterina y Oleg son oriundos de Moscú. En cambio, su hijo Fill nació en el Hospital Rivadavia, en el barrio de Recoleta, el 7 de junio pasado. El de ellos es uno de los cientos de casos de familias rusas que emigraron a la Argentina desde que el gobierno de Vladimir Putin declaró la guerra en febrero.
Ekaterina tiene 30 años, es una actriz reconocida, sueña con ser modelo de París y actuar con Pedro Almodóvar. En su departamento en Retiro le confesó a TN que haber dejado su trabajo para venir a la Argentina no fue una decisión fácil: “Realmente era muy feliz, pero ahora todo cambió y estoy acá. Es muy difícil empezar de nuevo”, lamentó.
Ya participó en más de 30 películas como “Mikulay”, “Sur de Rusia” y “Camino a Berlín” junto a grandes actores y de lo más variados géneros. La última se llama “Cercanamente lejos” y se estrenó el 29 de septiembre de 2022. Luego del COVID, Ekaterina comenzó a grabar una serie para Netflix, pero con la guerra el proyecto quedó inconcluso y sin un remaining. “No pudimos terminarla y por el momento, no creo que haya muchas posibilidades de que eso vaya a cambiar”, dijo.
Luego de haberse codeado con los actores más famosos de la meca del cine, desenvuelta en inglés e italiano y enamorada de la Argentina, confesó que le encantaría actuar en el país, pero aclaró que no conoce mucho la industria. Entre sus actores favoritos está Leonardo Di Caprio, Penélope Cruz y Jennifer Aniston.
De personalidad inquieta, Ekaterina creó su propio “reality” en Telegram llamado “Nueva vida en Buenos Aires” (Новая жизнь в БА). En su primer video modo selfie da una bienvenida a los suscriptores de su canal: “Hola a todos, estamos en la Argentina y mucha gente viene acá. Hay muchas cosas para compartir, por eso voy a abrir el Telegram”. Y agregó: “También les contaré sobre el parto en Argentina”.
En estos últimos meses, la Argentina se convirtió en uno de los países más elegidos por los rusos para venir a tener a sus bebés.
Uno de los motivos es la habilitación del pasaporte argentino a viajar a 171 países sin visa, entre esos destinos que actualmente están vedados a los ciudadanos rusos, tales como la Unión Europea, el Reino Unido y Japón. Además, obtener una visa estadounidense también es más sencillo.
Según estimaciones de Georgy Polin, jefe del departamento consular de la Embajada de Rusia en Argentina, reveladas en el medio británico The Guardian “entre 2.000 y 2.500 rusos se mudaron a Argentina en 2022, muchas de las cuales, eran mujeres rusas que planeaban dar a luz en el país”.
Los recién nacidos adquieren la ciudadanía argentina, que luego sus progenitores también pueden conseguir acreditando dos años de residencia ininterrumpida y documentada en el país.
Otros de los atractivos para venir a la Argentina es el sistema de salud native, no solo por su calidad sino también por sus bajos costos en el caso de los hospitales públicos.
A sus estilos preferentes de actuación los outline “entre art house y underground”.
Uno de los días más increíbles que vivió en la Argentina fue cuando la Selección ganó la Copa del Mundo. “Fue alucinante. Todo el mundo estaba feliz, en las calles la gente estaba con una sonrisa y se vivió muy lindo”, recordó.
Además, dijo que el país le parece muy interesante y le gustaría viajar a Salta o El Calafate. Incluso, contó que cuando se toma algún colectivo urbano le gusta elegir la ventana para poder apreciar los edificios y las calles de la ciudad de Buenos Aires.
Su mayor deseo es que una vez terminada la guerra volver a vivir en Rusia: “Amo mi país, y extraño mucho a mi familia y amigos”. Pero confesó que mientras el conflicto bélico permanezca, la Argentina es uno de los mejores lugares para estar.
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