Parques Nacionales en Estados Unidos cumple un siglo

“Un hombre influyente de Washington quiere hacer un viaje a Sierra conmigo,” escribió John Muir a un amigo en la primavera de 1903, “y creo que podré hacer un bien para los bosques en una plática en la fogata.” El hombre influyente era el Presidente Theodore Roosevelt quien, en medio de un agotador viaje a través de 25 estados, había solicitado su compañía en un viaje corto a Yosemite. Después de tres días de pláticas y aventuras Roosevelt regresó a Washington y cumplió el deseo de Muir e incluyó el valle de Yosemite y la arboleda Mariposa dentro del plan de Parques Nacionales, pero no se detuvo ahí, instituyó 5 parques nacionales más, 18 monumentos nacionales, 55 santuarios de aves nacionales y refugios de animales y 150 bosques nacionales.

Este 2016 se celebran 100 años de la fundación de los Parques Nacionales en Estados Unidos, así que empaca una maleta y disfruta de frondosos bosques, imponentes acantilados, ríos salvajes, majestuosas montañas, profundos cañones y un sinfín de paisajes que le quitaran el aliento a todo aquel que se da la oportunidad de conocer los tesoros que los más de 350 parques nacionales en Estados Unidos tienen para ofrecer.

 

 

Parque nacional Yellowstone

Establecido en el año 1872, el parque nacional Yellowstone es el parque nacional más antiguo y quizás el más famoso del mundo, conocido a nivel mundial por sus géiseres y piscinas geotermales. Yellowstone, el más grande de los parques nacionales de los Estados Unidos fuera de Alaska, cruza mesetas volcánicas y picos muy frondosos, y cuenta con 890,308 hectáreas de fuentes termales humeantes, lagos cristalinos y estruendosas cascadas.

Parque Nacional de las Montañas Rocosas

En 1,075 kilómetros cuadrados y cruzando tres ecosistemas diferentes, el Parque Nacional de las Montañas Rocosas resume todo lo que hace que la pedregosa columna vertebral de los Estados Unidos sea especial. Una gran cantidad de escabrosos picos (el encumbrado pico de Long está a 4,346 metros de altura), densos bosques, lagos glaciares a gran altura y radiantes arroyos alpinos forman parte del tesoro natural más valioso de Colorado.

Parque nacional Olympic

La remota y escarpada península Olympic se destaca en el Pacífico desde el lado oeste del estado de Washington, y su aislamiento tipo foso deja margen para el desarrollo de una historia natural y humana propia. En el centro de la península se encuentra el parque nacional Olympic de 3,626 kilómetros cuadrados, una reserva de raros y prístinos ecosistemas que ha concedido al parque la extraña doble designación de patrimonio mundial y reserva internacional de la biosfera.

Parque Nacional Yosemite

Millones de personas se reúnen en temporada alta en este templo de la naturaleza, y la mayoría se dirige a las mejores atracciones y la increíble belleza del valle Yosemite, de casi 2 kilómetros de ancho y 11 kilómetros de largo, cruzado por el río Merced y protegido por los domos y los acantilados de granito escarpados, que se elevan de 610 a 1,219 metros de la base del valle.

Monumento Nacional Torre del Diablo

Las historias sobre sus orígenes (en la tradición de los lakota, los kiowa, los cheyenne y otros antiguos habitantes de la región) difieren en detalles, pero la esencia de la historia es que surgió para proteger a siete hermanas perseguidas por un oso. Las marcas de las garras del oso son las acanaladuras en la cara de la roca, y las hermanas, lanzadas al cielo, se convirtieron en las Pléyades (un grupo de estrellas también conocido como las Siete hermanas). Los geólogos plantean una teoría bastante diferente: es una intrusión ígnea, el resto endurecido de magma que erupcionó en suelos de depósitos sedimentarios más blandos, que hace tiempo se han erosionado.

Parque Nacional del Valle de la Muerte

Ubicado en la parte norte del desierto Mojave, el Parque Nacional del Valle de la Muerte goza del dudoso mérito de ser el punto más bajo, más seco y más caluroso de los Estados Unidos, con veranos abrasadores con una temperatura que puede llegar a los 51ºC y que, en 1913, alcanzó los 56 ºC. Su aterrador nombre atrae a visitantes de todo el planeta. Lo que los sorprende no es solo la brutalidad del lugar, sino su belleza variada y espectacular, con el Parched Deadman Pass y el cañón Dry Bone ubicados en contraste con las espectaculares colinas y montañas, como el pico Telescope de 3,353 metros. Bajo el sol desértico, cientos de especies de vida animal y vegetal son autóctonos de esta tierra disecada (que solo recibe 5 centímetros de agua de lluvia por año), habitada por 40 especies que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra.

“Todo lo que el sol toque es hermoso, siempre y cuando sea salvaje”

                                              -John Muir

 

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