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Cómo, Cuándo y porqué debería caer AMLO y la 4T.

AL BUEN ENTENDEDOR

Me refiero primero en esta entrega a la "marcha" automovilística en contra de AMLO que se diera lugar en decenas de ciudades de la República Mexicana el sábado 30 de mayo. 

Me parece que no hay que soslayarla y menos utilizando el argumento de muchos de que sólo había en ella autos de lujo, primero porque es falso; en muchas ciudades por lo que se ve en las imágenes y por lo que relatan las redes sociales, había de todo, desde autos de lujo si, hasta bicicletas, pasando por vehículos modestos de todo tipo y motocicletas como en la CDMX, por ejemplo. Y segundo porque, aunque así

fuera, los "fifís", perdonando el eufemismo inventado vergonzosamente por el Presidente de la República, también tendrían derecho a manifestarse, y a eso habría que agregar que una enorme mayoría de gente disgustada con el actual régimen esta compuesta por la clase media de este país que si que tiene derecho a tener un auto y a manifestarse, aunque ese estilo de reclamo antes estuviera clasificado únicamente para las clases menos favorecidas o los grupos sindicales. Hoy como está sucediendo en todo el mundo, todas las clases, todos los grupos y todas las sociedades tienen el derecho y también el deber de manifestarse y México en ese sentido esta despertando. Los cacerolazos, ya no son privativos de los "hinchas" argentinos, en México también se puede hacer sonar la bocina del auto y eso no es clasista, es simplemente lo que es, un reclamo, un llamado de atención fuerte pero pacífico. 

Dicho lo anterior y en referencia al título de mi columna, prosigo con el Cómo... 

Personalmente no estoy del todo de acuerdo con el movimiento FRENA, aunque sostengo estar absolutamente en contra de López Obrador, su mal llamada 4T, sus moditos y sus políticas públicas, o mejor dicho la falta de ellas y me explico. 

No me convence FRENA por dos razones fundamentales; la primera que su líder principal, el Sr. Gilberto Lozano, a quien respeto por su enjundia, convicción y consistencia, me parece sin conocerle un personaje que podría ser el AMLO de derecha. Su discurso es apasionado y se aplaude, pero me parece tan lleno de ira que siento que pierde la objetividad aunque hay que reconocer que claramente ha dicho que no es su intención ser Presidente, pero en ese tenor, me parece que lleva a sus seguidores sin rumbo, ya que la única intención sería lograr la dimisión del Presidente, pero sin una alternativa si eso llegara a suceder, y eso me lleva a la segunda razón fundamental que convierto en pregunta para mis ocho lectores; ¿Qué pasaría en el hipotético caso de que AMLO dimitiera ?... ¿Quién lo sucedería ?, dónde está este gran líder o ese grupo de consenso que habría de proponer mejores estadios para México. ?. Personalmente no creo que renuncie, y que esos movimientos solamente animarán su proclividad al autoritarismo, que lo harán aún más resistente y contestatario a los adversarios; que acrecentarán su odio a la oposición y que, si por alguna fortuita y extraña causa se lograra el objetivo, nos quedaríamos parados en medio de la nada sin un auténtico líder que lo sustituya. 

Es, por lo tanto, que si bien la causa es justa, porque AMLO, es a todas luces una amenaza y un peligro para México, no dicho por quien esto escribe sino por decenas de analistas politólogos, economistas e intelectuales nacionales e internacionales, que deberíamos referirnos no sólo al cómo sino al cuando. 

El cómo, sin duda debería ser la vía democrática, porque, aunque AMLO y su 4T intentan destruir las instituciones o por lo menos reconstruirlas a la manera de su personalísima causa, ésta aún existe, prevalece y aunque debilitada, la Democracia sigue siendo la vía para manifestar y establecer los derroteros políticos de la Nación. 
La aceptación popular generalizada de AMLO le hizo contar con la mayoría en el Congreso, y es esa, entre otras razones, lo que le otorga un poder inaudito y sin precedentes para promover y eventualmente lograr cambios constitucionales que le permitieran un control absoluto sobre el presupuesto, las instituciones y el equilibrio entre los poderes. 

Es por ello, que con paciencia e inteligencia se deberían soportar sus arrebatos y ocurrencias, sin dejar de señalarlos, para arribar a un proceso electoral en el que pudiera presumirse una caída irremediable de MORENA, ante la inminente fuga constante de sus seguidores y partidarios. Si AMLO pierde el Congreso y si se logra que pierda el favor de Gobernadores y Alcaldes de todo el país, como claramente sucede día con día, su proyecto Socialista se derrumba inexorablemente. El CUANDOes por lo tanto, el próximo proceso electoral y no antes. 

Un intento de revocación de mandato, podría ser un fracaso, porque aún cuenta con una base de inocentes e ignorantes seguidores, que podrían darle una muy necesitada victoria en un momento en el que le urge, y eso le fortalecería para envalentonarse y proponer nuevos y decididos cambios a la Constitución y las Instituciones. 

Finalmente, porque debería caer AMLO y su 4T... 

Si bien la causa y el mensaje de "primero los pobres", como se ha dicho hasta el cansancio es absolutamente defendible, loable y a todas luces indispensable, las formas o el proceso para lograr los objetivos, si es que ellos fueran reales y auténticos, están siendo claramente equivocados y contrarios a lo que todos los expertos en política y economía recomiendan y no me refiero a los nuestros que sin duda serían descalificados a la primera, sino por los analistas y observadores internacionales. 

Es verdad que en México ha habido durante décadas una concentración de la riqueza; es verdad que ha existido desigualdad y que ello ha significado falta de desarrollo y pobreza extrema. Todos los defensores de AMLO, aplauden su discurso, sus ideales y eventualmente su voluntad de cambiar esa triste realidad y es por ello que llegó a la Presidencia, pero es claro también que ha equivocado el camino y no parece querer corregir. Pelearse con todo el mundo no es la solución. Destruir las Instituciones que tanto costaron a México y querer concentrar el poder de todas las decisiones en la Presidencia es un contrasentido, y de alguna manera una intención de régimen absolutista, por más que se le quiera justificar. No hay UN SOLO analista, un solo politólogo, un solo intelectual que se precie de ello, en México y en otros países que no haya indicado que vamos por el rumbo equivocado y que la precipitación de la economía y del conflicto social son inminentes. Y eso nada tiene que ver con la Pandemia, que por cierto "le vino como anillo al dedo". 

Ya se ha dicho hasta el cansancio también que sus proyectos faraónicos como la Refinería de Dos Bocas, Santa Lucía y el desdichado Tren Maya, no sólo no beneficiarán en nada a México, sino que los recursos que a ello se destinarán, bien podrían utilizarse ahora para fortalecer al sector salud en medio de esta triste e inesperada Pandemia y sin duda para inyectar recursos para el rescate económico ante la crisis y la histórica pérdida de empleos. 

Que las administraciones de gobierno anteriores fueron malas, tristes, lapidarias y corruptas, por supuesto, eso no se cuestiona. Pero la que está en turno, es la que está siendo juzgada ahora y no parece llevarnos por un camino mejor que sus antecesores y la prueba de ello esta en los números de crecimiento económico, o mejor dicho, decrecimiento, combate a la delincuencia, inseguridad, y desde luego en las claras evidencias de corrupción, la que fuera una de las banderas de campaña del AMLO candidato y una de las mentiras constantes de su perorata mañanera. NO ES VERDAD QUE SE COMBATE A LA CORRUPCIÓN. La misma se solapa, se soslaya y hasta se fomenta; pruebas sobran de ello. 

Finalmente, López Obrador, lejos de ser el Gran Líder de México que dirima las diferencias, que llame a la unidad y que construya el gran consenso nacional para hacer crecer a este gran País, está siendo tristemente quien fomente la polarización, quien denuesta y agrede a quien no piense como él, quien lamentable y peligrosamente esté atentando contra las instituciones y contra la Democracia que tanto ha costado en nuestro México y por ello, merece el repudio, no debería ser de extrañeza la crítica constante y debemos esperar que democrática y pacíficamente deje la Presidencia de México, una que nunca debió ostentar. 

Y entre tanto corresponde a la Sociedad en su conjunto la búsqueda de liderazgos y consensos para llevar a los mejores mexicanos a la conducción de nuestro querido País, para lograr que seamos de nuevo la gran República Mexicana. 

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