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Se trata del hombre más rico de Inglaterra. Los Glazer, la familia que tiene el poder de la franquicia pretende más de seis mil millones de dólares, cifra que no lo asusta. Su lista de excentricidades.
La decisión de la familia Glazer de poner en venta el paquete accionario de Manchester United dio paso a una búsqueda comparable a la del príncipe enamorado en Cenicienta. No parece sencillo hallar el pie que encaje en semejante zapato, puesto que no son muchos los que se atrevan a pujar por el management del gigante inglés caído en desgracia desde hace casi una década. En esa carrera se anotó oficialmente en las últimas horas Jim Ratcliffe, el hombre más rico del Reino Unido, quien ya había coqueteado con los Diablos Rojos en agosto del año pasado y unos meses antes había intentado apropiarse de Chelsea.
Al United le colgaron el cartel de “en venta” en noviembre, aunque recién a principios de febrero se abrirá el período para la presentación formal de ofertas que, se espera, llegarán desde Estados Unidos, Medio Oriente y el Sudeste Asiático. Sin embargo, Ratcliffe se adelantó a la jugada y movió antes que sus potenciales contrincantes. “Nos hemos presentado formalmente al proceso”, avisó un vocero del magnate en declaraciones recogidas por el diario británico The Instances. La concept es completar la transacción antes del closing de la precise temporada.
De concretarse, esta venta pondría fin a una administración que comenzó en mayo de 2005, cuando el magnate estadounidense Malcolm Glazer realizó una inversión inicial de 800 millones de libras (1.500 millones de dólares en ese entonces) para quedarse con el membership de Outdated Trafford. Tras el fallecimiento del patriarca, en mayo de 2014, tomaron la posta sus hijos Avram y Joel, cuya gestión coincidió con una época de vacas flacas: desde la salida de Alex Ferguson al closing de la temporada 2012/13, el United ha ganado cuatro títulos, poco para una institución de sus quilates, y no ha podido alzar el trofeo de la Premier League ni el de la Champions League.
Los insatisfactorios resultados deportivos, pese a las millonarias inversiones en futbolistas que no estuvieron a la altura de las expectativas (desde la partida de Ferguson, el gasto en refuerzos superó los 1.000 millones de libras), generaron un profundo malestar en buena parte de los simpatizantes del United, que desde hace años reclaman que la familia Glazer abandone el membership fundado el 5 de marzo de 1878 por los empleados de carga y mantenimiento de la ferroviaria Lancashire and Yorkshire Railway Firm bajo el nombre de Newton Warmth LYR.
Para que esto finalmente suceda, los propietarios estadounidenses deben acordar un precio de venta con quien aspire a quedarse con el manejo de la institución. En mayo del año pasado, la revista especializada Forbes cotizó al United en 4.600 millones de libras y lo ubicó como el tercer membership más valioso del planeta, solo superado por Actual Madrid (5.100 millones) y Barcelona (5.000 millones). Según el diario inglés The Solar, los Glazer aspiran a conseguir más de 5.000 millones de libras (6.170 millones de dólares) por la transacción.
Si bien las cifras suenan exorbitantes, no parece intimidar a Jim Ratcliffe, el primero que levantó la mano para quedarse con el membership más ganador en la historia de la Premier League. Este ingeniero químico de 70 años (nació el 18 de octubre de 1952 en Failsworth), fundador, presidente y accionista mayoritario de la química Ineos, es el hombre más rico del Reino Unido y ocupó en 2022 el 111° puesto en el rating de billonarios de la revista Forbes, con una fortuna valuada en 16.300 millones de dólares.
Hijo de un padre carpintero y una madre administrativa contable, Ratcliffe se licenció en Ingeniería Química en la Universidad de Birmingham y luego estudió Contabilidad de Gestión en la London Enterprise Faculty. Trabajó en la petrolera Esso y en el fondo de inversión estadounidense Introduction worldwide antes de iniciar su propio camino empresarial a los 40 años: en 1992 hipotecó su casa para adquirir, junto a su entonces socio John Hollowood y a cambio de 54 millones de dólares, la división de productos químicos de British Petroleum en Hythe, 110 kilómetros al sudeste de Londres.
A partir del crecimiento de ese proyecto, Ratcliffe creo en 1998 su propia firma, Ineos, que en poco más de dos décadas se transformó en un gigante de la industria química: actualmente emplea a unas 19.000 personas en todo el mundo, produce combustibles y lubricantes, envases para alimentos, materiales de construcción, plásticos, ácidos y poliestireno y hasta suministra fuel pure a algunas viviendas.
No conforme con sus negocios en esos universos, el magnate, que en junio de 2018 recibió el título de Caballero del Imperio Británico “por sus servicios a las empresas y a la inversión”, incursionó en el ámbito de los deportes. Es propietario del membership Lausana suizo desde diciembre de 2017 y del Niza francés desde agosto de 2019; también es dueño del equipo de ciclismo Ineos Grenadiers (ganador siete veces del Tour de Francia bajo la denominación de Staff Sky), y además es patrocinador y accionista de un tercio del equipo Mercedes de Fórmula 1.
Padre de tres hijos -dos de su primer matrimonio y uno del segundo-, el empresario tiene residencia en la Riviera francesa y suele darse algunos gustos extravagantes. Realizó expediciones a los polos Norte y Sur, pasó tres meses en Sudáfrica haciendo un viaje en moto y en 2011 invirtió 160 millones de dólares en el Hampshire II, un yate de 78 metros de eslora con capacidad para 14 invitados y 23 tripulantes, que tiene seis camarotes, una pileta en una de las cubiertas, jacuzzi, sauna, cine, membership de playa y un helipuerto que puede transformarse en una zona deportiva para practicar tenis, bádminton, básquetbol, béisbol o fútbol.
Además es propietario de cuatro jets privados y una imponente flota de autos. Es un amante de los vehículos 4×4, al punto que financió la fabricación de su propia línea de camionetas para competir con la firma británica Land Rover: los Ineos Projekt Grenadier, que estarán en el mercado próximamente y costarán alrededor de 59.000 dólares.
Con este currículum a cuestas, Radcliffe intentará adquirir el paquete accionario de Manchester United, el membership del cual se reconoce como simpatizante. Este no será su primer escarceo en ese sentido, puesto que en agosto pasado ya había plantado bandera. “Confirmamos el interés por el club si está en venta”, había anunciado uno de sus portavoces. Pero la operación no prosperó entonces.
El vínculo afectivo de Radcliffe con el United no impidió que en mayo del año pasado el magnate hiciera un intento por quedarse con Chelsea. Cuando Roman Abramovich, jaqueado por las sanciones económicas derivadas del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, procuraba encontrar un comprador, el empresario inglés hizo una oferta de 4.250 millones de libras, que fue rechazada. El membership londinense finalmente fue adquirido por el holding estadounidense Eldridge, cuyo accionista principal y CEO es el magnate Todd Boehly.
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