India no acaba de recuperarse de la segunda ola de covid-19 que fue devastadora para el país, y ahora cuenta con una nueva preocupación en materia de salud pública: la gran desbandada de personas hacia destinos turísticos, luego de que se anunció el fin de algunas restricciones.
(Le puede interesar: Crecen preocupaciones ambientales por turismo espacial)
Este peregrinaje masivo hacia destinos turísticos no es una preocupación menor para el gigante asiático, al punto que el Ministerio de Salud indio tuvo que salir a dar fuertes declaraciones de lo que calificó como “viajes de venganza” o “turismo de venganza”.
Estos términos fueron los utilizados por el gobierno indio para referirse a un fenómeno que se ha vivido también en otras partes del mundo: personas que, tras un largo periodo de confinamiento, viajan con fines turísticos recién se levantan las restricciones.
No es para menos. Durante la segunda ola del virus entre mayo y junio, India registró más de 6.000 muertes diarias, el colapso de las unidades de cuidados intensivos y hasta recorrieron el mundo imágenes de las autoridades sanitarias incinerando cadáveres en plena calle.
(Lea también: ¿A cuánto equivale el salario mínimo en Canadá?)
Y a pocas semanas de semejante escenario, ya se registra que entre 600.000 y 700.000 personas se han movilizado para pasar vacaciones en el estado de Himachal Pradesh desde finales de junio, lo que convierte a este en un posible foco de contagio.
Y esto también ha ocurrido en otras regiones del país, como en Delhi, donde se evidencian grandes aglomeraciones en las calles y mercados de la ciudad, violando los protocolos contra el covid-19.
Imágenes de este tipo ya dan vuelta por todo el mundo. Los habitantes y turistas han llenado las calles y sitios de interés en varias regiones del país, a menudo sin utilizar tapabocas.
(Lea también: ¿Viajar? estas son algunas ofertas de voluntariados en el extranjero)
La situación ha llevado a que las autoridades empiecen a temer lo peor, tal como lo señaló recientemente Subhash Goyal, presidente de la Confederación de Profesionales del Turismo, en entrevista con el diario británico The Unbiased: “Definitivamente nos estamos moviendo hacia la tercera ola”.
Los términos de “turismo de venganza” y “viajes de venganza” no son nuevos. De hecho, ha sido la manera en que expertos de varios países del mundo han tratado de explicar el fenómeno del increase que el turismo ha vivido en diferentes latitudes al finalizar las restricciones por la pandemia de covid-19.
Este fenómeno ya ha sido estudiado prácticamente desde el inicio de la pandemia y ha generado un repunte en las cifras de tiquetes aéreos comprados, reservas y ocupación hotelera y en la contratación de servicios de agencias de viajes.
(Lea también: Caño Cristales recibe de nuevo a los turistas)
También ha llevado a que organizaciones como la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos redoblara esfuerzos para contratar más de 6.000 oficiales de inspección de cara a las vacaciones de verano.
Se les llama de “venganza” porque se asocia con una especie de “desquite” tras no poder viajar por mucho tiempo, y algunos estudios en desarrollo de universidades estadounidenses lo asocian con el mismo proceso que surge en una persona que se desahoga yendo de compras.
Y si bien esto ha sido bueno para el sector turístico, ha causado preocupación en casi todos los países del mundo, en especial en aquellos con un esquema de vacunación precario, dado que significa un riesgo inminente de contagio y, por lo tanto, de retroceso en la lucha contra el virus.
Encuentre también en Viajar:
” Fuentes www.eltiempo.com ”