Desde hace unos años el interés por volver a pisar la Luna resurgió entre los humanos. A diferencia de 1969, cuando la famosa carrera especial entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética finalizaba con el exitoso alunizaje del Apolo 11, esta vez nuestro satélite no es visto como la meta sino como un escalón previo al gran objetivo: alcanzar Marte. O colonizar el espacio, ¿quizás?
Lo cierto es que otra cosa que también ha cambiado en estos más de 50 años es quién protagoniza la carrera. Si bien los gobiernos de Estados Unidos, Rusia, India, China y Japón, entre otros, han vuelto a ver a las estrellas, esta vez lo hacen de la mano de las empresas privadas.
El último ensayo de despegue del cohete Starship de SpaceX, que terminó con la nave convertida en una bola de fuego el último jueves, refleja los avances conseguidos por la compañía de Elon Musk con miras a cumplir su compromiso con la NASA de proporcionarles una nave funcional que los regrese a nuestro satélite en el 2025.
Musk y SpaceX, sin embargo, no son los únicos millonarios y empresas con sueños extraterrestres.
BLUE ORIGIN
Elon Musk y Jeff Bezos no solo se disputan los primeros lugares en la lista de los hombres más acaudalados del mundo, sino que ambos encabezan compañías que sueñan con llevar a los humanos a la Luna.
En el 2000, el también dueño de Amazon fundó Blue Origin, una empresa que se planteó como meta desarrollar naves capaces de realizar vuelos suborbitales y orbitales.
Estos servicios serían ofrecidos tanto al gobierno de Estados Unidos como a privados que desearan disfrutar de un inusual viaje por el espacio exterior.
Desde el 2012, aproximadamente, la compañía comenzó a desarrollar sistemas para naves espaciales humanas orbitales. Al igual que SpaceX, la empresa de Bezos busca que las naves sean reutilizables.
En el 2019, Blue Origin anunció el desarrollo de Blue Moon, un módulo de carga capaz de llegar a la Luna y de transportar cargas de hasta 6 toneladas y media, el mismo que se espera esté listo para inicios del 2024.
En el 2021, otra de sus naves, la New Shepard, consiguió con éxito salir al espacio exterior llevando entre sus pasajeros al propio Bezos.
Desde entonces, el millonario ha viajado tres veces fuera de la Tierra.
En el 2022, la NASA eligió a SpaceX por encima de Blue Origin como la empresa encargada de desarrollar su módulo de alunizaje para la misión Artemis programada para el 2025.
Sin embargo, antes de que acabe el año, la agencia espacial estadounidense abrió un nuevo concurso para obtener un segundo módulo de aterrizaje con miras a la etapa Artemis II.
Blue Origin se presentó junto a las también estadounidenses Lockheed Martin y Boeing para esta nueva licitación, cuyo ganador será anunciado por la NASA recién en junio del 2023.
Sin embargo, Bezos no estaría dispuesto a esperar tanto y ya ha anunciado sus intenciones de que su novia, Lauren Sánchez, lidere una misión al espacio con una tripulación integrada exclusivamente por mujeres y prevista para inicios del 2024.
De concretarse, Blue Origin habría conseguido enviar a una tripulación femenina al espacio un año antes de lo que planea la propia NASA.
VIRGIN GALACTIC
Pero si de anticiparse a viajes espaciales hablamos es imposible dejar de lado al excéntrico Richard Branson.
Nueve días antes que Bezos, el dueño de Virgin Group se embarcó junto a dos pilotos y otros tres tripulantes a su avión-cohete Unity, desarrollado por Virgin Galactic, y despegaron desde Nuevo México para pasar cerca de una hora en el espacio exterior.
El magnate británico, de entonces 70 años, calificó el vuelo como “la experiencia de su vida”.
A diferencia de Bezos y Musk, que parecen estar guiados por una curiosidad más científica que empresarial, Branson no ha ocultado su intención de montar un negocio en la Luna.
El multimillonario confesó poco después de su viaje al espacio que “siempre he soñado” con construir un resort en nuestro satélite. Branson agregó, además, que si él no es capaz de cumplirlo en vida espera que sus hijos o nietos lo hagan.
Desde inicios del 2022, además, la empresa de Branson se ha convertido en la pionera dentro del insólito rubro del turismo espacial, cotizando cada asiento entre los 450 mil y 600 mil dólares.
OTRAS INICIATIVAS
Aunque la imagen de Musk, Bezos y Branson reúnen la mayoría de reflectores sobre ellos, sería un gran error pensar que son los únicos inmersos en la carrera de privados al espacio o a la Luna.
El martes 18, por ejemplo, se conoció que la compañía japonesa iSpace podría ser la primera empresa privada en alunizar con éxito en nuestro satélite.
Los científicos nipones planean enviar su módulo HAKUTO-R Mission 1 a la Luna el 25 de abril, la nave irá cargada de vehículos exploradores desarrollados por las agencias espaciales de Japón y Emiratos Árabes Unidos.
“Nuestro objetivo es extender la esfera de la vida humana al espacio y crear un mundo sostenible al proporcionar servicios de transporte de alta frecuencia y bajo costo a la Luna”, señaló la compañía en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, desde el 2007, en Pensilvania la compañía Astrobotic Know-how creada por el catedrático y experto en robots Crimson Whittaker junto a otros científicos se encuentra desarrollando tecnologías que buscarán llevar al siguiente nivel la exploración humana del espacio, la Luna y otros planetas.
Los avances de Astrobotic son tan prometedores que para el 2010 la NASA había firmado contratos por más de 30 millones de dólares con ellos.
A la fecha, Astrobotic ha desarrollado los módulos de alunizaje Griffin y Peregrin, el primero de ellos pensado para llevar robots de exploración, mientras que el segundo buscará ser una especie de “delivery extraterrestre” pues se pretende que lleve cargas de 120 kilos hacia la Luna.
Finalmente, no podemos olvidar mencionar a Moon Specific, una compañía fundada en el 2010 en Florida por un grupo de emprendedores de Sillicon Valley.
A diferencia de las otras empresas mencionadas en este artículo, Moon Specific enfoca sus esfuerzos en desarrollar robots capaces de extraer recursos naturales -principalmente agua- de la Luna. Desde el 2018, además, la compañía colabora con la NASA en el programa Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS, por sus siglas en inglés).
” Fuentes elcomercio.pe ”