Decir que uno es un futbolista profesional y que juega en un membership de Emiratos Árabes, abre muchas puertas. Eso supuso un joven uruguayo de 22 años, que vivió una vida de rey durante ocho meses haciéndose pasar por un jugador de fútbol de elite, representado por el exintegrante de la Selección Uruguaya de Fútbol, Darío Silva.
Desde un primer momento el embaucador tuvo claro que, para lograr sus fines, debía armar en las redes sociales el falso perfil de un futbolista profesional. Por eso contrató a alguien para que se las manejara.
El 25 de junio de 2020 el joven se contactó, vía Whatsapp, con el dueño de una empresa asociada al Advertising and marketing del Deporte, que brinda servicios de creación de perfiles en redes sociales.
En la charla por la purple social, el delincuente dijo al director de la agencia que period un jugador de fútbol y que su interés period mejorar su imagen en las redes. También señaló al dueño de la agencia que iba a jugar en Al Wasl, uno de los principales clubes de Emiratos Árabes, donde Diego Maradona tuvo un pasaje como técnico en 2012.
El falso jugador le envió al director de la agencia la supuesta documentación y le dijo que su representante period Darío Silva. Después le exhibió el contrato de representación.
Con el objetivo de acreditar el pago de lo acordado, le envió a la agencia siete comprobantes falsos de transferencias bancarias realizadas en agosto de 2020. Los pagos no fueron acreditados en la cuenta de la agencia. El “futbolista” pidió que lo esperaran un tiempo porque se encontraba en el exterior con la finalidad de firmar contrato con el equipo Al Wasl.
Finalmente, el estafador le expresó al director de la agencia que no firmaría con el cuadro de fútbol de Emiratos Árabes y que regresaría a Uruguay con su representante. Y prometió que saldaría la deuda cuando estuviera en territorio uruguayo. Nunca lo hizo.
La buena vida.
Tras tener armados sus perfiles en las redes sociales, el joven inició un raid delictivo que tuvo como víctimas a agencias de viajes, inmobiliarias, arrendadoras de autos, empresas de seguridad y distribuidoras de alimentos y bebidas.
El 28 de agosto de 2020 el “futbolista” se contactó por teléfono desde un número extranjero con el propietario de una empresa de viajes uruguaya para comprar un boleto aéreo para el tramo Málaga-Madrid, explicándole que debía viajar con urgencia y que el ticket period para el exjugador de fútbol Darío Silva.
El joven envió a la empresa una foto del pasaporte de Silva. Con ese documento, la agencia de viajes pagó el pasaje y esperó luego que el supuesto deportista enviara el dinero, cosa que nunca ocurrió.
El estafador volvió aparecer el 24 de noviembre de 2020. Ese día se contactó vía Whatsapp con otra agencia de viajes de Uruguay y solicitó cotizaciones de presupuestos relativos a tickets aéreos y estadías en hoteles, presentándose como jugador de fútbol y diciendo que se encontraba en Madrid.
De esta forma, le fueron emitidos tickets aéreos y estadías en hoteles en España por un monto de US$ 4.770. Luego aplicó el mismo modus operandi: envió a la agencia de viajes comprobantes falsos de transferencias bancarias.
A partir de ahí, el delincuente se envalentonó. Adquirió dos teléfonos celulares Iphone por US$ 2.500. Otra vez mandó depósitos apócrifos de pago. Una vez que recibió dicha acreditación de pago vía Whatsapp, el vendedor le entregó personalmente los teléfonos celulares al supuesto futbolista en un resort en la zona de Punta Carretas. La víctima nunca cobró el dinero.
![Redes sociales. Foto: Shutterstock](https://sc2.elpais.com.uy/files/article_default_content/uploads/2019/07/03/5d1d1b4f4358a.jpeg)
Las estafas se sucedían como perlas de un collar. Algunas fueron por montos menores y refirieron a servicios de advertising en las redes sociales y a hoteles ubicados en el inside del país.
Otras apuntaron a arrendadoras de autos. El 12 de diciembre de 2020 alquiló un Fiat Mobi a una empresa rentadora de autos, siguiendo la misma modalidad delictiva: enviaba documentación falsa de transferencias bancarias. Así se desplazó durante cuatro días con el Fiat.
Posteriormente, el estafador planteó a la agencia extender el plazo del arrendamiento del vehículo, pero la agencia constató que no había ingresado el primer pago. Una funcionaria de la empresa llamó a su banco y desde allí le indicaron que las transferencias estaban un poco demoradas por acercarse fin de año. El 26 de diciembre de 2020, la arrendadora le cambió al supuesto deportista el vehículo por otro Fiat Mobi.
Con el pasar de los días, la empresa constató que el estafador no pagaba el alquiler ni entregaba el vehículo. Finalmente, una funcionaria de la firma concurrió al domicilio que marcaba el GPS y encontró al Fiat Mobi frente a una coqueta casa que el “futbolista” había alquilado en Carrasco Norte siguiendo la misma estratagema. En esta ocasión, el monto de la estafa alcanzó los US$ 19.000 por el alquiler anual de esa casa (ver nota aparte).
El Fiat Mobi fue encontrado abandonado y sin sus matrículas. Las llaves estaban encima de un asiento. La misma maniobra realizó el estafador con otra empresa arrendadora de autos. Esta vez, usó por varios días una camioneta doble cabina Fiat Toro.
Como se acercaban las fiestas de fin de año, el joven se presentó en una distribuidora de bebidas como jugador de fútbol de Dubai y solicitó el armado de una canasta navideña con alimentos y bebidas por $ 9.000. El dueño de la distribuidora ingresó en la cuenta de Instagram del “jugador” y cayó en la trampa. Le envío la canasta a la casa de Carrasco Norte. Días después, el estafador le solicitó otra canasta por $ 6.000, que también fue entregada.
El fin.
En febrero de este año, el fiscal Rodrigo Morosoli juntó todas las denuncias que pesaban sobre el joven y comenzó la investigación. Poco después fue detenido. Period primario.
La audiencia de acusación se realizó el miércoles 4. El “futbolista”, que se encontraba recluido en el Penal de Punta de Rieles, fue trasladado al juzgado. Acompañado por su abogado, Martín Frustacci, el estafador acordó ir a un juicio abreviado con Morosoli por reiterados delitos de estafa. Finalmente, fue condenado a una pena de 24 meses de prisión, de las cuales ocho deberá cumplir en forma efectiva y el resto mediante libertad a prueba. El “futbolista” no podrá salir de su casa durante las 24 horas, deberá ir todas las semanas a la seccional de su domicilio y realizar tareas comunitarias de cuatro horas semanales durante 10 meses. Morosoli se movió así por la baja pena que tiene la estafa (cuatro años). Y con el proceso abreviado evitó que las víctimas se expongan al juicio.
El futbolista fue acusado de 20 estafas.
Mobiliario y seguridad para una residencia
El expediente judicial revela cada paso hecho por el “futbolista” para apropiarse de bienes ajenos. Así logró ocupar el 20 de diciembre del año pasado una casa ubicada en Carrasco Norte y, al día siguiente, un apartamento situado a poca distancia del Puerto del Buceo. En ambos casos, el estafador envió copias de transferencias bancarias falsas. El 23 de diciembre “el futbolista” usó un celular extranjero para adquirir mobiliario y fletes por US$ 5.500. El joven se presentó ante el vendedor, una vez más, como jugador de fútbol de Dubai. El pago debía hacerse mediante tres transferencias bancarias. El damnificado, cuando recibió los documentos falsos de depósitos, envió el mobiliario a la casa ubicada en Carrasco Norte. Días más tarde, al ver que el dinero no entraba en su cuenta, la víctima se dirigió hacia la casa. Allí encontró al supuesto jugador de fútbol y apreció cómo se estaban colocando cabinas y cámaras de seguridad, además de alarmas. Y vio cómo la casa estaba alhajada con los muebles enviados por él. En el encuentro, el estafador prometió que concretaría el pago, pero otra vez incumplió. Las cámaras, alarmas y cabinas fueron adquiridas de la misma forma.
” Fuentes www.elpais.com.uy ”