Frente al pequeño pueblo de Durgerdam, perteneciente a Ámsterdam y tan solo a siete kilómetros de su centro, se halla una pequeña isla que alberga el único faro en pie de la capital y un restaurante que supone toda una experiencia en un paraje pure protegido. Vuurtoreneiland se encuentra en el lago IJsselmeer, dentro de las Líneas de agua de defensa holandesas reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, y ahora comparte nombre con el restaurante, que ocupa dos ubicaciones diferentes en invierno y en verano.
Para acceder a la isla es obligatorio reservar en el native. El histórico barco IJveer XIII se encarga de recoger a los comensales en el embarcadero frente al Lodge Lloyd y navegar durante una hora hasta Vuurtoreneiland, donde vivirán una de las experiencias culinarias más exclusivas y auténticas de la capital.
” Fuentes viajes.nationalgeographic.com.es ”