En los momentos puntuales en que hay una fuerte demanda, “los proveedores habituales de ese servicio o de ese producto aumentan los precios”. En ese sentido, “siempre” ha pasado lo mismo cuando uno quiere salir de Mallorca en fechas determinadas, como por ejemplo durante un puente, en Semana Santa, en Navidad, en Nochevieja o durante la festividad de los Reyes Magos. Algo parecido ocurre también para las personas que cogen vacaciones en julio o agosto, “porque son fechas de mucho movimiento”.
Mulet reconoce que en Mallorca, en diciembre y enero, “sufrimos más que nadie los precios que fijan las empresas de transporte marítimo y aéreo, porque evidentemente somos una isla“. Esa evidencia territorial implica que para viajar a otros destinos fuera de nuestro archipiélago hay que utilizar irremediablemente uno de esos dos medios de transporte, mientras que en la Península las personas que viajan por ejemplo a Francia pueden utilizar también el tren, el autocar o el vehículo propio.
“El billete de Palma a Madrid un viernes a las nueve de la mañana, con un 60 por cien de ocupación, puede costar 70 euros; ese mismo viernes a las seis de la tarde, con un 80 o 90 por cien de ocupación, cuesta 100 euros”
Una dificultad añadida para quienes vivimos en Baleares es que en invierno no hay vuelos directos —o los hay en muy escaso número— con diversas ciudades europeas, lo que obliga a tener que hacer escalas en Madrid o Barcelona. “Ello obedece a que ciertos destinos no son rentables en esta época del año”, afirma. En los casos en que hay una fuerte demanda, como por ejemplo ocurre con París, esa situación no se da. “De Palma a París hay varios vuelos directos diarios incluso en invierno”, confirma.
DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS
El presidente de Aviba no ve viable a corto plazo la posibilidad de que los isleños que viajan en Navidades dispongan de un descuento específico, como el que tienen ya por el hecho de ser residentes. “Esto funciona así”, reconoce, para añadir: “En esta cuestión, quien tiene capacidad para poder cambiar las cosas es sólo la Administración”. En ese contexto, también señala que la tesitura es claramente diferente en temporada baja, “pues entonces se puede viajar por dos reales, por decirlo de alguna manera”.
En cualquier caso, “es cierto que existe un debate sobre estas cuestiones, que debería ser afrontado por toda la cadena de valor turística en Baleares”. Preguntado sobre el incremento porcentual exacto de los billetes de avión en este mes de diciembre, Mulet responde que ese porcentaje depende de la oferta y de la demanda existente, por lo que resulta “imposible” dar una cifra, aunque sea más o menos aproximada.
Aun así, sí pone un ejemplo actual concreto, para poder entender mucho mejor la situación precise. “En un vuelo de Palma a Madrid un viernes a las nueve de la mañana, con un 60 por cien de ocupación, el billete puede costar una media de 70 euros, una vez contabilizado ya el descuento de residente”, explica. Ese mismo viernes, pero a las seis de la tarde, con un 80 por cien o un 90 por cien de ocupación, “el billete puede costar de media unos 100 euros“.
“Coger el vuelo de las nueve y media de la noche hacia la capital de España el día 15 de diciembre costaba 15,96 euros, mientras que coger ese mismo vuelo este próximo 22 de diciembre costará 106,46 euros”
El viernes es un día en el que tradicionalmente los billetes de avión son más caros, al suponer el inicio del fin de semana, por lo que si uno tiene la posibilidad de viajar otro día de la semana, puede encontrar precios más bajos.
DOS EJEMPLOS CONCRETOS
Partiendo de ese contexto, mallorcadiario.com ha hecho un trabajo de campo sobre cuál fue el precio de un billete de avión entre Palma y Madrid —sólo ida— el jueves de la pasada semana en dos compañías aéreas distintas, y sobre cuál será el precio de ese mismo billete en ambas compañías este próximo jueves, apenas dos días antes del inicio de la Navidad en sentido estricto.
En una de esas dos aerolíneas, coger el vuelo de las nueve y media de la noche hacia la capital de España el día 15 de diciembre costaba 15,96 euros, mientras que coger ese mismo vuelo este próximo 22 de diciembre costará 106,46 euros. En el caso de la otra aerolínea, el vuelo de las nueve de la noche hacia Madrid del pasado jueves costaba 20,32 euros, mientras que una semana después costará 64,57 euros.
En cualquier caso, todos esos precios serían aproximados, ya que las dos citadas compañías ofrecen continuamente ofertas y promociones, incluso en esta época del año, por lo que uno se puede beneficiar puntualmente de unos precios más asequibles, que obviamente serían un poco más bajos que los que acabamos de reseñar.
A un nivel ya un poco más common, un elemento a tener también en cuenta es que la creciente presencia de Web en todos los ámbitos de la vida cotidiana ha hecho que en las dos últimas décadas haya personas, en especial las más jóvenes, que hacen las reservas directamente, desde sus propios ordenadores, sin la tradicional mediación de las agencias de viajes. Aun así, estos establecimientos siguen teniendo todavía un peso muy importante en el ámbito del sector turístico.
CONFIANZA E INFORMACIÓN
“Hay mucha gente a la que le da seguridad ir a una agencia, porque le ofrece una información siempre actualizada y un servicio apoyado por la experiencia”, destaca el presidente de Aviba. Además, hay también personas que a veces pueden comprar un billete de avión a Madrid o reservar un resort en Barcelona por Web, pero que igualmente acuden también a su agencia de viajes de confianza, por el conocimiento que dichos establecimientos tienen de las posibles preferencias de sus clientes.
“Nosotros sabemos, por ejemplo, qué tipo de hoteles son los que buscan normalmente nuestros clientes o en qué zonas los prefieren”, prosigue. Por otra parte, las agencias de viajes se han especializado también en paquetes turísticos, “lo que significa que a la hora de hacer viajes de media o larga distancia, la gente suele hacer uso de las agencias de viajes por el conocimiento que tenemos del producto y porque sabemos aconsejar qué operadores y compañías pueden tener los mejores precios”.
Todo ello es algo que el cliente valora y que hace que en common “la gente siga confiando en las agencias de viajes”. Esa confianza se demuestra, asimismo, en el hecho de que a pesar de que 2022 ha sido un año complicado, estos establecimientos han tenido entre un 80 por cien y un 90 por cien de la facturación que tuvieron en 2019. “No hay que olvidar, además, que uno de los sectores más afectados por la pandemia fue el nuestro, por el cierre de fronteras que hubo al inicio”, recuerda.
“Podemos decir que este 2022 ha sido más o menos un buen año, a pesar de que lo iniciamos con Ómicron, la guerra en Ucrania y la inflación“, contextualiza. Tras unos primeros cuatro meses “muy malos”, a partir de mayo las agencias isleñas empezaron a facturar cada vez más, aunque sin alcanzar el nivel inmediatamente anterior a la aparición de la pandemia. “Gracias a los últimos ocho meses de este año, hemos llegado casi a la facturación que tuvimos en 2019”, concluye.
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