Al municipio de Tumaco, en Nariño, se lo conoce como la Perla del Pacífico. El nombre se lo acuña una historia que asegura que en sus aguas se halló, en época de la Conquista, la perla más grande del mundo. De ese tesoro hoy no se sabe nada, pero en la memoria de sus habitantes sí quedó la thought de que Tumaco es una perla o, más bien, un collar de perlas que ellos ansían mostrarles a Colombia y el mundo.
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San Andrés de Tumaco es un distrito con 200.000 habitantes que da al Pacífico. Hasta ahora, sus principales actividades económicas han sido la pesca y la agricultura, pero la ambición de sus habitantes es que el turismo sea otra fuente de ingresos.
De acuerdo con Raúl Araújo, director de productividad y competitividad empresarial de la Cámara de Comercio de Tumaco, el sector turismo representa “el 30 por ciento de las actividades lícitas del territorio en términos de ventas comerciales, que permiten que otros sectores aprovechen la presencia de turistas. De manera formal, las empresas de sector turismo registradas en la Cámara de Comercio, están generando alrededor de 1.200 empleos directos y más de 2.000 indirectos”.
Araújo considera, incluso, que el potencial es mayor. Él, un tumaqueño de nacimiento, hace la cuenta de las perlas que tiene su hogar. EL TIEMPO se dejó guiar por Araújo, Satena y otras personas y empresas de este territorio para conocer ese collar de tesoros.
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La naturaleza
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Ana Puentes / EL TIEMPO
Tumaco tiene la fortuna de contar con varios ecosistemas que conservan aves, peces y otras especies de fauna; además, es hogar de múltiples especies de flora: todo un espectáculo sensorial. Si llega en un vuelo al aeropuerto La Florida de Tumaco, encontrará infinidad de escenarios por explorar.
El más obvio quizá sea la playa. Hay, al menos, tres playas imperdibles: las de El Morro, las del Bajito y las de Bocagrande. En El Morro están los dos íconos de Tumaco –el Arco y El Morro–, donde los visitantes toman la foto clásica para el recuerdo. En El Bajito se disfruta de playas menos concurridas y que son, de paso, la puerta de entrada para actividades de buceo –que se hacen con la experimentada empresa Buceo Tumaco Divers– o para un tranquilo paseo en el recién inaugurado malecón de El Bajito.
También, está la opción de visitar las playas de Bocagrande, en una isla que lleva ese mismo nombre y que ofrecen un escape del mundo: allá, prácticamente, no llega la señal de web.
Otro escenario imperdible es el bosque de manglares, que se encuentra en varias zonas del territorio. Dos sectores recomendados para contemplar estos ecosistemas son la isla de Bocagrande, a la que se llega en lancha o, a ‘tiro de piedra’, junto a las playas de El Morro.
Si elige esta última opción, póngase en contacto con la Asociación Asmectud, 26 mujeres que encontraron en la protección del bosque de manglar una opción de trabajo. Ellas están a la espera de la pronta inauguración del sendero El Morro para recibir a los visitantes y contarles sobre el trabajo de conservación que adelantan y la cultura tumaqueña que, de hecho, se construye en buena medida desde los saberes femeninos.
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Por supuesto, la perla de la naturaleza incluye una actividad icónica en el Pacífico: el avistamiento de ballenas. “Las ballenas son tumaqueñas”, afirma Araújo, y confirma, con orgullo, que las aguas de Tumaco son las preferidas por esta especie para dar a luz. Esto permite que el avistamiento –con medidas ambientalmente responsables– sea más sencillo que en otros puntos de la costa Pacífica. Además, los costos de la experiencia son más bajos.
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La cultura
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Aunque la época de avistamiento de ballenas es la preferida por los turistas para visitar Tumaco, el objetivo de las entidades y empresas es que el Distrito Especial sea atractivo todo el año. ¡Y tiene con qué! “La cultura es fuerza de vida y motor de tradición y juega un papel importante; el 70 por ciento de nuestros habitantes representan a las comunidades negras del Pacífico, y ellos, a su vez, tienen un arraigo cultural heredado de la diáspora africana”, cube Araújo, y añade que eso explica la variedad de festivales y espacios culturales que reivindican las identidades de los tumaqueños.
Una opción sencilla y gratuita para conocer más de las expresiones culturales es visitar el parque Colón, en el centro del Distrito, donde grupos de niños y jóvenes practican danza, música y cantos. Otra alternativa es aventurarse por el malecón de El Morro, donde agrupaciones practican danza urbana.
Tampoco deje de incluir un recorrido en catamarán, que parte del muelle bucanero, en el centro de Tumaco, y le puede dar un recorrido de hasta cuatro horas por las costas del Distrito a ritmo de salsa choke y currulao.
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La gastronomía
Y como pasarla bueno da hambre, dese la oportunidad de experimentar nuevos, frescos y auténticos sabores. Un plato, para comenzar, es la Trilogía del Pacífico, que se sirve en el resort Los Corales o en el restaurante La Cevichería e incluye una opción de pescado, ceviche, jaiba, arroz con coco y plátano.
Tenga en su lista los ceviches, de encocao (de pescado, cangrejo o camarón), sancochos y mariscos. Y deguste los sabores de hierbas aromáticas como la chillangua y el chirarán.
Algunos hoteles, como Las Lilianas, ofrecen clases de cocina dictadas por mujeres que llevan en sus manos las tradiciones y la sazón del Pacífico.
Ahora, si de beber se trata, abra espacio para probar el viche, un destilado de caña que fue declarado patrimonio ancestral y cultural de Colombia, o sus derivados: el arrechón o la crema de viche (con un toque más dulce). Asimismo, son populares el pela gallo o los curados; estos últimos, hechos a base de plantas medicinales y que pueden ser elaborados, incluso, para curar alguna dolencia del cuerpo o el espíritu.
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Si usted va…
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¿Cómo llegar? Si sale desde Bogotá o Cali, puede tomar un vuelo con Satena.
Clima: el de Tumaco es cálido-húmedo y oscila entre 25 y 30 grados. Lleve prendas sueltas y protector photo voltaic.
Alojamiento: la zona turística está ubicada en el sector El Morro. Allí puede encontrar opciones como los hoteles Los Corales, Barranquilla, La Purple o Villa del Sol. Si quiere desconectarse, opte por Las Lilianas o María del Mar, en Bocagrande. Si quiere estar en el centro, se recomienda el resort La Sultana.
Lleve: traje de baño, zapatos acuáticos para caminar en la playa y otros ambientes húmedos.
Comida imperdible: la Trilogía del Pacífico, que se sirve en el resort Los Corales o en el restaurante La Cevichería.
Ballenas: la temporada de avistamiento es entre julio y octubre.
¿Qué traer de recuerdo?: Una botella de de viche, un chocolate de cacao de Tumaco o cocadas artesanales.
Para programarse en Tumaco
– Carnavales del Fuego: Julio
– Chocofest: Septiembre
– Competition de la Marimba: Finales de noviembre
– Cumpleaños de Tumaco: Noviembre
– Verbenas y fiestas de navidad: Diciembre
ANA PUENTES
En Twitter: @soypuentes
” Fuentes www.eltiempo.com ”