Pero algunos países ya han tomado nota: en 2013, Tailandia lanzó su campaña “Go Thai. Be Free”, con una amplia lista de experiencias, hoteles y guías de destinos orientados a los viajeros LGBTQ+, con personas de todos los colores y orientaciones. Malta, por su parte, se ha posicionado como uno de los destinos más acogedores de Europa a través de un advertising más inclusivo, en consonancia con la mejora de las leyes de igualdad en el país.
Stiffler cree que se ha producido un auténtico cambio en los viajes para reflejar un público más ecléctico que nunca, que incluye familias con padres del mismo sexo y viajeros trans y no binarios. “Los anuncios deben parecerse a personas reales de la comunidad, no sólo a dos modelos que posan en una playa”, explica.
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Jill Cruse es la vicepresidenta de la experiencia de los huéspedes de Olivia Travel, un operador con sede en San Francisco cuya clientela es mayoritariamente lesbiana. Está entusiasmada con el compañerismo que se desprende de los viajes en grupo de la empresa, que, según ella, tienen aún más valor después de dos años de aislamiento social. Cree que los viajeros LGTBIQ+ vuelven a ver el beneficio de estar entre personas con concepts afines. “Significa que eres libre de ser tú mismo y, realmente, no hay nada como sentirse aceptado”.
Los tipos de viajes que busca esta comunidad también están cambiando. Según Burn, los destinos LGBTQ+ bien establecidos, como Tailandia, Gran Canaria e Ibiza, siguen siendo populares, pero también está viendo que los viajeros demuestran su confianza con viajes más aventureros. “Estamos viendo cada vez más viajeros en solitario en el mercado, también; hombres homosexual solteros que buscan unirse a una excursión épica en grupo en Machu Picchu, por ejemplo”, cube.
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Por muy atractivos que sean estos destinos, muchos siguen siendo poco acogedores, incluso peligrosos, para los viajeros LGBTQ+. El rastreador de la igualdad Equaldex enumera más de 70 países con leyes homófobas, varios de los cuales incluso aplican la pena de muerte por actividades sexuales entre personas del mismo sexo. Pero ser abierto de mente puede ser beneficioso, cube Burn. “Vale la pena recordar que estos países también tienen ciudadanos homosexuales”, cube. “El turismo puede mostrar a la gente que, en realidad, no somos diferentes después de todo”.
Los beneficios de acoger a viajeros diversos y de mentalidad amplia han dado sus frutos en algunos destinos. Tel Aviv y Río de Janeiro, cube Mayle, se han dado cuenta no sólo de las recompensas financieras de un enfoque inclusivo, sino también de los beneficios más humanos. “Las personas LGTBIQ+ son, por naturaleza, personas acogedoras y abiertas”, afirma. “Además, muchos de nosotros tenemos una gran red de personas afines en casa”.
Caminando el camino
Cualquier cambio legislativo empieza por arriba, por supuesto, pero algunos Gobiernos suponen un reto para el sector. En estos casos, las empresas que quieren anunciarse directamente a los viajeros gays, lesbianas o transexuales rara vez pueden hacerlo abiertamente.
” Fuentes www.nationalgeographic.es ”