Viajar al exterior en vacaciones se convirtió en un plan de riesgo por los vaivenes del dólar en Argentina. Pasar migraciones implica una incertidumbre para el bolsillo, y a cada paso hay que recalcular estrategias de cómo realizar los pagos, según el país.
Chile se convirtió en un clásico para quienes viven en las provincias cordilleranas, pero a raíz de los altos precios de alojamiento en la Costa Atlántica, también se animan a visitar el país trasandino desde otros distritos.
Quienes planearon sus vacaciones a Chile en la primavera y están por viajar (o ya viajaron) deberán reajustar los costos previstos por un curioso efecto pinza: la primera tenaza es conocida, y es la suba del dólar tanto paralelo como el Turista o Qatar. La segunda tenaza sonará rara en estas pampas: el peso chileno se apreció respecto al dólar, ganó valor -quién pudiera-. Pasó de una paridad $950 a u$s1 a estar ahora $850 a u$s1, cotización de la que no están pendientes ni conocen la mayor parte de los chilenos (ni siquiera en las inmobiliarias).
Es decir, si en la planificación había que calcular que un producto de 10.000 pesos chilenos valía u$s10,5 dólares, a una cotización de $320 en el blue, el costo en pesos argentinos period $3.360. Hoy ese mismo producto por el efecto pinza está más de $4.400. Para quienes tarjetean, la situación no varía demasiado por el llamado dólar Qatar (cotiza a $379 hoy).
Cambio
Por supuesto, y como en cualquier parte del mundo, cambiar en el aeropuerto es ir a pérdida: ofrecen el cambio $750 a u$s1. Un dato curioso es una amable máquina en un corridor de la terminal aérea que traga pesos argentinos y devuelve pesos chilenos. Luego, los pesos argentinos ya no tendrán valor y solo aceptarán el cambio en dólares. Opción 1: ir a una casa de cambio en las ciudades. Opción 2: pagar con dólares en restaurantes o comercios, y pedir el vuelto en pesos chilenos al tipo de cambio oficial.
Respecto a los gastos con tarjeta, hay que tener en cuenta los límites de u$s300 para no cruzar la barrera del dólar Turista al dólar Qatar. Hay que recordar que se computa por CUIT y no por tarjeta, así que son u$s300 en whole, con cualquier medio de pago, más allá de las dificultades que han tenido los bancos para implementar la norma y cruzar información.
En ese marco, la tarjeta de débito tiene doble beneficio: el descuento se hace en el momento y se evita cortar clavos mirando la cotización en alza hasta el cierre de la tarjeta. El segundo, es que las tarjetas de crédito extranjeras en Chile tributan una comisión adicional cercana al 5% del valor de la compra.
Mariscos
Salir a comer afuera en Chile es bastante más caro que hacerlo en Argentina. Difícilmente una cena acquainted en un restaurante baje de los u$s50. En el turístico Mercado Central de Santiago, es lo que cuesta una picada de mariscos para dos o tres personas. Los precios no varían demasiado en las costaneras de Viña del Mar o La Serena, ni en barrios turísticos de la capital, como Bella Vista o Lastarria.
Sin embargo, hay una luz de esperanza para los amantes de los pescados y mariscos. Es que comparativamente, el precio conviene. Si un menú de hamburguesas con papas fritas ronda los $9.000 chilenos (unos u$s10), un salmón está $11.000, un congrio o pescado blanco $10.000 y un pulpo (con precios prohibitivos en Argentina) oscila los $11.000. Además de que se pueden comer variedades de mariscos que no están en las cartas gastronómicas de este lado de la cordillera: locos, navajas, erizos, and so forth.
En el supermercado, los alimentos también son más caros.
Compras
Lejos quedaron los tiempos de que las compras de indumentarias eran tan ventajosas. Pero hay salvedades. Una remera en una marca deportiva está en unos u$s25, valores similares a los argentinos. Lo mismo ocurre en prácticamente todos los rubros. Una misma zapatilla, por caso, está más cara en Chile que en Argentina. Pero… quien busca encuentra ofertas que en estas latitudes no se consiguen.
En especial en los outlet, pero también en los locales en los shoppings de Santiago, muchos locales tiene verdaderos “Sale” con descuentos que van desde el 30% hasta el 70% sobre el precio de la etiqueta. La variedad en esos percheros no se destaca, pero se pueden encontrar remeras o camisas por u$s 10, zapatillas de marca a u$s25, entre otras gangas. Claro está, se terminaron los tiempos de ir con la valija vacía, pero sí vale la pena seleccionar algunas prendas para un refresh en el placard. También hay más variedad, con marcas internacionales que no existen en el país. Incluso algunas “low cost”, para aprovechar las ofertas.
Es caprichosa la comparación en cuanto a los alojamientos. Un departamento en Viña o Reñaca para cuatro personas frente al mar, o un departamento en un complejo de La Serena con piletas y salida a la playa, está entre u$s120 y u$s150 dólares. Valores que están por debajo de los lugares más high bonaerenses, como Cariló, pero por encima de otros destinos como los del Partido de La Costa.
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