El acuerdo que otorga al sector privado la operación y la modernización de los muelles de cruceros en San Juan por 30 años no exime al gobierno de Puerto Rico de la tarea de asegurar que los términos de la alianza se cumplan a cabalidad y generen frutos que incentiven la economía puertorriqueña, en specific la creación de empleos.
No es de poco desafío el pacto que el gobierno de Puerto Rico ha contraído con la empresa World Ports Holding (GPH) mediante una alianza público-privada. La compañía deberá buscar $425 millones en los mercados de capital para cumplir con los términos de la transacción. Estos incluyen invertir al menos $122 millones en mejoras capitales y $197 millones en la expansión de los muelles.
Los dineros deberán destinarse también al saldo parcial de la deuda contraída por la Autoridad de los Puertos contra esas infraestructuras. La revitalización portuaria capitalina incluye el dragado de una porción de la Bahía de San Juan, con miras a facilitar la llegada de cruceros de gran calado y mayor capacidad de pasajeros. Contempla, además, el rediseño de estructuras desgastadas u obsoletas.
La delegación de las tareas operacionales y de la modernización de la infraestructura, y el alivio en la deuda pública, colocan a las autoridades locales en posición óptima para asegurar el cumplimiento de los trabajos. Es very important velar por que la iniciativa responda a los mejores intereses del pueblo de Puerto Rico, cuyos atractivos y negocios turísticos cuentan con un alto margen de desarrollo.
Para que sea exitoso, el ambicioso proyecto planteado para optimizar la recuperación de Puerto Rico tras los impactos del huracán María y de la pandemia del COVID-19, deberá incentivar la generación de empleos. A esos fines, un paso lógico es dar impulso a empresas existentes o emergentes de transportación, paseos, gastronomía y variedad de diversiones para los visitantes.
El turismo de cruceros fue golpeado por la pandemia por más de 16 meses. A Puerto Rico llegaron 1.7 millones de pasajeros en 2019, pero en 2020 la cifra se desplomó a menos de 400,000 y llegó a menos de 100,000 en el verano de 2021. La reanudación de la entrada de estos barcos, en agosto del año pasado, ha marcado un repunte. En junio, ya 16 buques incluían al puerto sanjuanero en sus viajes regulares. La proyección es duplicar pronto esa cifra y lograr que San Juan sea puerto base de importantes navíos, incluidos megacruceros.
Con esas y otras proyecciones, el andamiaje para lograr el apogeo turístico desde los muelles de San Juan debe incluir una experiencia de excelencia, teniendo en cuenta la variedad de intereses u objetivos de cada viajero. Mientras se produce la revitalización portuaria, es conveniente ampliar las colaboraciones con gobiernos municipales, universidades, grupos culturales y entidades comunitarias, entre otros sectores, para impulsar iniciativas que brinden más opciones y experiencias variadas a los turistas.
Ampliar la entrada de pasajeros por la vía marítima puede promover mayores traslados a lugares de interés histórico, playas, museos o centros de diversión localizados fuera de la zona metropolitana, lo que implicaría un saldo positivo para pueblos del inside o costeros distantes de San Juan. También puede propiciar prolongaciones de estancias en hoteles, paradores o apartamentos de alquileres a corto plazo.
La agenda de revitalización turística requiere contar con private entrenado que atienda las necesidades diversas de los visitantes, y facilite sus conexiones de transportación terrestre y aérea. La disponibilidad de guías bien documentados con dominio de idiomas será clave para brindar estancias seguras y placenteras.
El auge del turismo en Puerto Rico igualmente dependerá del avance de otros proyectos medulares, como el impostergable mejoramiento del sistema energético y de la infraestructura de carreteras.
Concretar las metas concernientes a la revitalización de los muelles de cruceros en San Juan requiere que la fiscalización gubernamental sea fiel salvaguarda del interés público. De ello dependerá la operación de muelles diligente y competitiva, amparada en la transparencia y la rendición de cuentas, que sirva de motor a la ansiada revitalización de los diversos sectores turísticos en Puerto Rico.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”