Es el turno de reservar en nuestra agenda un tranquilo fin de semana para disfrutar de un encantador municipio que se encuentra en la provincia de Málaga. Su nombre es Ardales, cuenta con una posición estratégica ideal, entre las estribaciones de la Sierra de las Nieves, muy cerca de la Costa del Sol y enmarcado entre los tres embalses que forman parte del complejo Guadalhorce-Guadalteba. Ardales es la puerta de entrada a uno de los enclaves andaluces que más visitantes recibe a lo largo del año, pero es mucho más que eso, porque se trata de un municipio que ofrece infinitas posibilidades de disfrute para el visitante.
Se encuentra a unos 50 kilómetros de Málaga capital, formando parte de la comarca de Guadalteba. Todos los especialistas han confirmado que nos movemos en tierras que han contado con presencia humana desde el comienzo de los tiempos, algo que se materializa en la existencia de pinturas rupestres, que se han hallado en la famosa Cueva de Ardales, que recibe también el nombre de Cueva de Doña Trinidad Grund. La fuerza de la historia se percibe en estas tierras, que han sido zona de paso para muchas culturas desde el mar hacia el interior de Andalucía.
Precisamente, el hecho de estar en una posición muy codiciada, propició que Ardales se convirtiese en un lugar destacado para los celtíberos, que construyeron aquí una fortificación que posteriormente se convertiría en el Castillo Peña de Ardales, un ejemplo perfecto de aprovechamiento de la naturaleza con fines defensivos, y que ha marcado a la localidad con el paso de los años. Los árabes tuvieron una fuerte presencia en la localidad, dejando un importante patrimonio, como el arco defensivo de Bobastro o las fortalezas de Ardales y Turón, así como los castillos de Teba y de Álora.
Son muchos los atractivos que nos esperan en nuestra visita a este pequeño pueblo que en la actualidad cuenta con algo más de 2.000 habitantes. Lo mejor será recorrer sus calles sin prisa, sin mirar el reloj, disfrutando del aroma especial que se puede aspirar en sus rincones y callejuelas. Sólo tendremos que hacer una buena planificación para no perdernos ninguno de estos hitos importantes, como la Cueva de Doña Trinidad, el Castillo de la Peña de Ardales, las ruinas de Bobastro, la ermita de Nuestra Señora de Villaverde o el Castillo de Turón.
Atractivos
Sin lugar a dudas, el principal patrimonio con el que cuenta la localidad malagueña de Ardales, es el esplendor que manifiesta la naturaleza por estas tierras. El visitante, nunca va a olvidar las vistas que se pueden disfrutar desde este enclave único, entre los que destacan la imponente contemplación de los senderos del Caminito del Rey. El conjunto de las aguas turquesas de los tres embalses Guadalhorce-Guadalteba, que componen marcos únicos que fascinarán al visitante.
En el término municipal de Ardales se encuentra el Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, que está formado por el río Guadalhorce y que deja imágenes verdaderamente espectaculares y sobrecogedoras. En su lugar más alto, este desfiladero llega a tener una longitud de 400 metros, componiendo uno de los paisajes más destacados de toda Andalucía. Para llegar a esta increíble garganta natural, hay que acceder a través de la carretera que parte desde Ardales, o desde Álora a El Chorro.
Cuando se llevó a cabo la construcción de un canal de agua desde los embalses del norte en dirección a El Chorro, conllevó la puesta en marcha de un camino de mantenimiento para dicho canal, que primero se conoció con el nombre de ‘Los Balconcillos’, hasta que posteriormente se popularizó la denominación de Caminito del Rey, ya que la obra fue inaugurada por Alfonso XIII en 1921. Se trata de un camino imposible, por el lugar por el que discurre, no apto para las personas que sufren de vértigo, y que tiene algo más de tres kilómetros de longitud. Tras años de abandono, fue rehabilitado en el año 2015, siendo desde entonces un lugar que recibe cada año miles de visitas.
Otro de los parajes naturales que no se pueden perder los amantes de los espacios abiertos que visiten Ardales es el Charco de la Olla, que se encuentra a orillas del río Tajo, siguiendo el curso del río Turón, que se trata sin lugar a dudas de uno de los escasos ríos vírgenes que aún se pueden disfrutar en la provincia de Málaga. Es un lugar ideal para saborear un refrescante baño en estas aguas tan puras, y desde el que se pueden ver en la lejanía los restos del Castillo de Turón, una antigua fortaleza de origen medieval que tuvo una gran importancia en el siglo IX. Es Ardales un enclave malagueño que ofrece numerosas opciones y posibilidades a los enamorados del mundo del senderismo, ya que a través de su término municipal discurren numerosas rutas indicadas para todos los niveles y grados de preparación.
Nuestros paseos seguramente nos habrán servido para despertar el apetito, porque lo que ahora llega el momento de buscar alguno de los fantásticos bares y restaurantes que existen en la localidad para reponer fuerzas y degustar las suculentas especialidades que son típicas en estas tierras. La cocina de Ardales cuenta con exquisitos guisos en los que destacan ingredientes como el cabrito, el cordero o la caldereta. Otros atractivos culinarios con los productos derivados del cerdo, el gazpacho, la sopa cocía o las sopas perotas. En el apartado reservado a los postres, hay que probar las galletas de almendra, las empanadillas con cabello de ángel, las tortas de aceite y los roscos de vino.
Historia, espacios naturales que nunca se olvidan, patrimonio, tranquilidad y una exquisita gastronomía, son algunos de los principales argumentos con los que cuenta la localidad de Ardales, un municipio que será capaz de conquistar a los viajeros más exigentes.
” Fuentes sevilla.abc.es ”