Él es Juan David Agudelo, el emprendedor detrás de Experiencias Cafeteras.
Foto: Cortesía Experiencias Cafeteras
“Experiencia Cafetera se dedica a ofrecer diferentes experiencias en el sur del Quindío. Una es sobre el café, otra sobre los orígenes del conflicto en Colombia y otra sobre el significado del paisaje cultural cafetero desde la mujer. Vendemos nuestras experiencias a agencias de viaje especializadas y a través de ellas operamos con los productores locales y complementamos su hospitalidad con traducción al inglés y francés, y con la logística que permite un servicio con autenticidad y consistencia.
Hemos atendido clientes de aproximadamente 90 países, tenemos una red de proveedores locales en los tres pueblos que benefician a unas diez familias, hemos recibido miles de turistas en grupos de menos de diez personas en la mayoría. Con nuestras experiencias hemos vendido miles de bolsas de café a un precio justo, beneficiando directamente al productor, sin intermediarios. En nuestras experiencias más de la mitad de los recursos se quedan en la comunidad, usamos solo proveedores locales. Últimamente, hemos incursionado en el sector de turismo corporativo atendiendo a 80 personas en un día de una manera personalizada”, estas son las palabras de Juan David Agudelo, el emprendedor detrás de una idea de negocio que aporta al mercado de la gastronomía y el turismo en Colombia. Hablamos con él en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esta es su historia:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 32 años, estudié Sociología en la Universidad de Buenos Aires.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea inicial fue crear una manera profunda de conectar los mundos del consumidor y el productor de café, el turismo fue el canal ideal que encontré para este propósito. Nació a inicios del 2014 en una libreta de notas que empecé a escribir después de un viaje por Colombia que culminó en Buenavista, Quindío.
Experiencia Cafetera es mi creación, es una tour operadora que empezó a hacer turismo en pueblos por fuera de la ruta tradicional con un acercamiento muy innovador para entonces. Simplemente generé una ruta entre algunas fincas dedicadas al cultivo del café, la idea fue no intervenir su cultura y rutina diaria, sino generar conversaciones que revelan la tradición oral del oficio del caficultor, sus gastronomía y costumbres. Luego apliqué este modelo a otros escenarios como el origen del conflicto en Colombia y el rol de la mujer en el paisaje cultural cafetero. Estos tres productos ahora se venden en el mercado internacional de turismo receptivo a agencias de nicho que buscan experiencias memorables con los locales en nuestro país.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Primero, puse todo en orden con un documento al que le llamé “Plan de negocios 2014-2018″, hice un piloto en el restaurante donde trabajaba como mesero, convencí al dueño de que podría ser una actividad interesante para ofrecer en semana santa.
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4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Cuando comencé a operar a finales del 2014 no tenía presupuesto pero tenía un carro particular y sabía inglés, con estas dos y con las alianzas con los caficultores y conductores de jeep no necesité más inicialmente. Usé el internet, explote unas herramientas que en el momento no eran muy utilizadas por los anfitriones de turismo en Colombia, pero si por los viajeros.
Las reservas empezaron a llegar y era necesario hacer ciertas inversiones en publicidad para sacar el negocio adelante, me contacté con Procolombia y ellos me apoyaron enviando a misiones de aprendizaje en México y España a ferias de turismo muy importantes. Me apalanque en recursos familiares para tener flujo de efectivo y montar un equipo de trabajo, publicidad, y poner un hostal que pudiera ser el punto de encuentro para que las personas pudieran vivir “WakeCup Experience” nuestra primera experiencia cafetera.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estoy haciendo accesibles las oportunidades que brinda el turismo sostenible a caficultores que capaz no han intentado entrar a este mundo tal vez por miedo, o por desconocimiento, pero esto ha sido un motor muy poderoso para que estas personas puedan vender sus cafés transformados a un cliente final y al mismo tiempo ser más visibles en la cadena de valor del café poniendo su propia marca, abriendo nuevos caminos para emprendedores rurales al aprovechar clientela nueva en el pueblo donde operamos.
6. ¿Soy feliz?
Este es un proyecto que me hace muy feliz porque amo el café, amo ser anfitrión de mi país por lo que creo que es nuestro mejor logro colectivo.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Me hace pensar esta pregunta, creo que si encuentro personas capaces de aportar a la misión de Experiencia Cafetera les animaría a generar negocios complementarios a nuestra operación en lugar de vender el mío. En la zona sur de Quindío hay muchas oportunidades para todos, necesitamos empresas de transporte, hoteles, personas que se animen a enriquecer nuestra comunidad con su creatividad y talento. Es un emprendimiento demasiado personal como dejar de participar en él. Podría sí licenciar nuestra marca registrada Ede manera estratégica en este sentido.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Es duro emprender, pero es aún más duro hacerlo en el campo, realmente se siente como un doble reto ya que la conectividad en el transporte y las comunicaciones hacen todo más lento. Las dinámicas sociales nuevas para una persona urbana requieren de cierta adaptación, todo va a otro ritmo, lo que le da a uno también cierta inspiración y le invita a uno a ser más empático y adaptativo.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Pues esto lo veo como un proceso, ya se han cumplido varios sueños, pienso yo que el más importante fue abrir una tienda de café con uno de nuestros caficultores con su propia marca. Significó mucho para mí. Ahora estamos trabajando en un proyecto de huertas escolares en el sur del Quindío, en el que estamos conservando la tradición del pancoger en 12 escuelas y hemos podido reconstruir en este programa la infraestructura de tres sedes, todo gracias a aportes de nuestros turistas.
He tenido clientes de muy alto nivel en las temáticas que manejo. Estoy agradecido que mi empresa haya sobrevivido a la pandemia, eso es un mini-sueño hecho realidad, ya que el turismo receptivo en Colombia ha sido el sector más golpeado y el menos apoyado en este contexto. Hemos podido atender a miles de turistas en grupos pequeños, hemos ayudado a cumplir ese viaje soñado a nuestros clientes.
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Foto: Experiencias Cafeteras
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Sigue Experiencia Cafetera, estamos recuperando los niveles pre-pandemia y ya estamos haciendo pinitos en nuestra región vecina: el Valle del Cauca. Veo mucho potencial ahí y creo que nuestro modelo inclusivo de turismo puede poner en valor muchas comunidades, paisajes y talento humano allí. Ya abrimos la tienda de café ahí y un hotel al lado de la basílica de Buga, desde donde va a ser replicable la idea.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Es escalable a cualquier lugar de Colombia donde hayan historias, sabores, tradiciones y saberes. La idea es como con el café en el eje cafetero, tener un tema central en cada región en la que operamos que sea un elemento de identidad desde el que se pueda construir el producto. Es cuestión de encontrar un equipo de jóvenes apasionados y dispuestos a aplicar nuevos idiomas y nuevas formas de servicio al cliente. En este contexto que plantea la inteligencia artificial y la tecnología en las relaciones humanas hay algo que nunca se va a poder reemplazar y es el cara a cara, un saludo respetuoso de una cultura lejana. Vamos a propiciar este encuentro en un espíritu de equidad y admiración mutua a todas las personas del mundo que quieran conocer lo más auténtico de Colombia, su gente y su café.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
En Experiencia Cafetera existen muchas oportunidades por las economías que impacta, el turismo receptivo trae nuevas divisas al país, genera un flujo de pasajeros todo el año, no es tan estacional como el turismo nacional. Las personas cuando viajan, comen, se hospedan, se transportan, compran artículos y más. Estaría dispuesto a negociar con personas dispuestas en invertir en cualquiera de estos rubros en los pueblos donde operamos para hacer una cadena que traiga empleo y consumo a destinos nuevos en el mapa. Siendo conscientes del riesgo que existe en la gentrificación, apuntando a un segmento de nicho no masivo: turismo de naturaleza de grupos pequeños de alto gasto.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Tal vez delegar ciertas cuestiones que son del núcleo del negocio, como diseño de producto, asistencia a ciertos compromisos comerciales y negociaciones con proveedores.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Siempre me inspiró mucho Muhammad Yunus, un empresario bangladesí que encontró la manera de resolver un problema social perteneciendo exclusivamente al sector privado. Logró hacer crecer un negocio con objetivos sociales y volverlo rentable y también replicable. Él ve el problema de la exclusión financiera como causa de la pobreza en su país, yo veo que en Colombia tenemos un problema de apropiación cultural que podemos resolver usando nuestra cultura e historia para resolver nuestros conflictos y salir adelante como sociedad, también económicamente.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Claro que sí, he fracasado muchas veces, pero nunca he pensado en renunciar. Tengo la suerte de tener proveedores y colaboradores con los que he formado una familia y todos hemos empujado.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Me considero parte de los empresarios en Colombia que vivimos en la ruralidad y creemos en el turismo sostenible, sabemos que la calidad en el turismo puede ser más rentable y sostenible que el turismo masivo, y provechoso para nuestra red de proveedores y comunidad que impactamos. También la de nuestros pueblos de Buenavista, Pijao y Génova que han compartido sus historias para construir el relato que transmitimos en los tres productos que tenemos consolidados.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Siento que lo que hacemos trasciende porque cuida nuestra cultura, la promueve por el mundo y da oportunidades para que se dé exitosamente el relevo generacional en el mundo del café y en muchas tradiciones de nuestro país.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años me veo en una feria internacional vendiendo Colombia en un paquete multi destino operado 100 % por mi personal e infraestructura. Con una propuesta que incluye muchas historias, sabores y ritmos de un país que ahora vive en paz y reconciliación.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Me han ayudado bastante, mi mamá ha sido una importante pieza de esto al darme las pautas administrativas para tener un orden en la ejecución de la idea, ella maneja parte del personal actualmente. Agradezco a Julia Leitner, Hannah Noethig y Luis Forero que prestaron asesoría profesional en momentos claves, el rol de ellos fue clave en proyectar la idea más allá de una tour operadora.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí, siempre estoy buscando cómo integrarlos en nuestros servicios.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Como todo proyecto de turismo tenemos un antes y un después de la pandemia. Antes éramos un equipo de 5 personas, Hugo Castro, Nataly Bonilla, Valentina Toro, Daniel Cano y Laura Acosta. Este equipo fue el que sacó adelante el proyecto. Cada uno tenía su rol pero nuestra dinámica de trabajo siempre fue diversa, todos sabíamos guíar y atender a las personas y cada uno tenía una tarea especial enfocado en lo administrativo o comercial. Ahora contamos con un equipo más reducido: yo en la parte comercial, con Alejandra Gomez guía en francés e inglés, con Laura Acosta quien se encarga de la parte publicitaria y web, ahora recuperamos la estabilidad en las reservas y estamos buscando nuevo talento. Reducimos el equipo, ya que tuvimos que cerrar los dos hoteles en Quindío, ahora nos apoyamos en la oferta existente en la zona, tenemos buenas alianzas con hoteles. Tenemos un equipo de 5 personas en Buga Valle que está sacando adelante el hotel y la cafetería allí, y sobre este equipo haremos el crecimiento hacia esa zona apoyado con el del eje cafetero.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Creo en el poder de las ideas para transformar la realidad. Tengo una obsesión con cumplir con lo que digo y tengo una habilidad especial para visualizar el futuro, trato cultivar cosas a largo plazo con acciones que hago día a día, esto lo aprendí de los cafeteros.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Que los sueños hay que ponerlos en el papel y darles orden en planes que puedan ser ejecutados, a veces se necesita menos de lo que uno cree para empezar si se le pone orden a las ideas. He aprendido que pasan cosas maravillosas cuando nuestra cultura interactúa con otras del mundo, se crean nuevos lazos, que derriba el prejuicio y eso nos hace ver más allá. El turismo es una gran oportunidad para proyectarnos al mundo como lo que somos, cuando contamos nuestra verdadera historia a un extranjero ya no hay vuelta atrás, la gente se enamora.
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