Si el aspecto del cielo y las temperaturas hacían dudar sobre la fecha que marca el calendario, el aspecto del puerto y las calles más céntricas confirmaron que Vigo volvió, al menos durante unas horas, a pleno verano. Y es que la coincidencia de tres cruceros en la misma jornada en el puerto por primera vez desde el 26 de septiembre de 2019 sorprendió a los vigueses por completo.
El Viking Mars en escala inaugural y los ya habituales Ventura y Movie star Silhouette, acercaron a la ciudad a 6.465 pasajeros y 2.683 tripulantes de acuerdo con datos facilitados por las consignatarias Pérez y Cía. y Marítima Consiflet, representando la jornada más multitudinaria de la temporada y devolviendo la animación y el colorido de ocasiones como ésta al entorno de la Estación Marítima y a comercios, bares y restaurantes de todas las calles que se extienden por la ladera del Casco Vello. Más de una veintena de autobuses esperaban desde el amanecer junto al puerto para trasladar a pasajeros de turismo por Galicia.
El Viking Mars, al que el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Vázquez Almuiña, dio la protocolaria bienvenida en un acto celebrado a bordo y en el que fueron intercambiadas las habituales metopas, traía 892 ciudadanos de nacionalidad estadounidense en su gran mayoría, que disfrutan de crucero de dos semanas entre Bergen y Barcelona en el que tienen la oportunidad de visitar puertos de los Países Bajos, Bélgica, Francia e Inglaterra, además de Vigo, Málaga y Cartagena antes de finalizar el recorrido en la Ciudad Condal.
Su amarre al Muelle de Comercio obligó que el pequeño crucero World Navigator tuviera que fondear en medio de la ría desde ayer, por lo que por primera vez desde 2011 pudieron contemplarse cuatro buques de este tipo a la vez en la fachada portuaria viguesa.
El trasiego de viandantes, autocares para desplazarlos a otros puntos turísticos, sillas de ruedas y hasta segways fue constante durante toda la mañana. De fondo, la banda sonora routine entre acordeones y vendedores ambulantes. En medio de la amalgama de acentos, un grupo de turistas valencianos adelanta la hora de la comida para evitar colas y poder continuar viaje por toda Galicia.
A pesar de que en esta ocasión ha llegado en coche en vez de en barco desde Ontiyent, Ana ironiza con que “ojalá todos los cruceros tuvieran una mesa así y aquí”, mientras señala el barco que se vislumbra a través de la rúa Mestre Mateo. Y sentencia que “ya le gustaría a Marsella” mientras muestra los platos sin restos de comidas ni salsas mientras recuerda uno de sus ocho viajes.
Barry y Marine forman parte del amplio grupo que ha repetido escala del Movie star Silhouette con tan solo dos semanas de diferencia. Pero si en la primera ocasión este matrimonio de Chicago escogió la opción de realizar una visita por toda la ciudad, esta vez decidieron compartir mesa con otros pasajeros ingleses para constatar las amistades que se hacen abordo.
En la misma calle, Kostas y sus tres compañeros de viaje desde Atenas brindan por una nueva visita a Galicia en la que tenían claro que la gastronomía period su parada obligatoria para la escala. Con el mismo dedo con el que señalan que han vuelto –y volverán– varias veces a Vigo reclaman otra ronda de ostras, pimientos y sardinas para su mesa.
Por las empinadas calles del Casco Vello se entremezclan los tripulantes –la mayoría de origen asiático– y pasajeros, algunos aún empleando los mapas de la ciudad entregados en las oficinas de turismo, como un vestigio del pasado que resiste al empuje de los smartphones que sí que emplean para inmortalizar la visita a la ciudad.
“¿Por qué hay tanta gente con cámaras? Me siento como en una alfombra roja” reconocía alguna vecina mientras realizaba recados por la renovada Porta do Sol. En otra esquina, los guías turísticos se esmeraban por explicar la relación entre Galicia y Portugal o la historia de los edificios de piedra.
Mientras, una docena de británicos como Terry aguardan en el Náutico por el autobús turístico antes de regresar a comer al buque.
A las cinco de la tarde los dos colosos de casi 300 metros de eslora partían del Muelle de Trasatlánticos hacia Southampton y Le Havre, mientras que el recorrido inaugural del Viking Mars lo hacía con los primeros rayos del atardecer a las seis hacia Málaga. Hoy continúa la gran concurrencia de visitantes con la llegada del imponente Anthem of the Seas.
” Fuentes www.farodevigo.es ”