QUIÉN. Hijo de un médico rural y residente del madrileño barrio de Malasaña, es el director de Turespaña, un organismo del Gobierno español que promociona nuestro país como destino turístico.
QUÉ. Tras dos años en los que China ha estado cerrada por el Covid, Sanz se reúne en el país asiático con autoridades locales, empresarios y agencias con el fin de reactivar un negocio que representaba el 20% del turismo internacional.
Cinco ciudades en seis días. Casi 4.000 kilómetros volando dentro de China, a los que hay que sumar los 10.531 kilómetros de Madrid a Hong Kong. Regular que Miguel Sanz llegue con la lengua fuera a su cita del té en una cafetería de Anfu Street, la Malasaña de Shanghai. El apodo lo ha buscado el protagonista de esta columna, el hijo de un médico rural que vive en la Malasaña auténtica, la de Madrid, y que se dedica a pescar turistas por todo el mundo para llevarlos hasta España.
En esta ocasión, toca faenar en China, antigua reina de las romerías por los cinco continentes que promete recuperar su trono después de tres años con sus fronteras herméticamente selladas. El viajero chino ya ha vuelto al circuito y España quiere llevarse un trozo de un pastel que, antes de la pandemia, representaba el 20% de todo el gasto en turismo internacional. De ahí el periplo por el gigante asiático de Miguel Sanz (50 años). Además de ser un pescador de turistas que estudió en la prestigiosa London College of Economics y que ha vivido en EEUU, Londres, París, Costa Rica y Nicaragua, es el director basic de Turespaña, el brazo del Gobierno para promocionar España como destino turístico.
“Uno de los objetivos de este viaje era reunirme con los representantes de las aerolíneas chinas e incentivarlos a que recuperen la conectividad directa con España. Venimos de algo testimonial, de un vuelo semanal a Madrid. Ahora hay siete vuelos directos. En el verano de 2019 había hasta 32 frecuencias“, explica Sanz, confiado en que las autoridades chinas pronto restablezcan las rutas aéreas de las compañías europeas y levanten las restricciones a los viajes tour-operados. “Para los viajeros individuales no hay problema, pero los que van en grupo a la UE siguen bloqueados”, asegura.
Es el primer alto funcionario español que pisa China desde que comenzó la pandemia. Ha tenido un maratón de reuniones con autoridades locales, empresarios y agencias de viaje. “La reapertura de este país ha coincidido con el 50 ºaniversario de las relaciones diplomáticas entre España y China, y también con el año dual de la cultura y el turismo. Todo esto es un punto a favor para celebrar eventos culturales conjuntos que incentiven los viajes de chinos a España», cuenta.
Los últimos datos del Ministerio de Turismo (de 2021) señalan que, en medio de la ejecución extrema de las restricciones por parte de Pekín, hubo tan solo 29.131 turistas chinos que viajaron a España. Una cifra insignificante si se compara con los 700.000 de antes de la pandemia.
El pescador de turistas se acaba rápido el té porque tiene una última cita justo enfrente de la cafetería, en la terraza de la Biblioteca Miguel de Cervantes, donde se ha expuesto el cuadro en tamaño real de Las meninas de Velázquez para promover el turismo cultural en España.
Varios influencers chinos han sido invitados al evento en el rincón español de la Malasaña de Shanghai, que en realidad es el barrio hípster de la concesión francesa, bautizada así después de que los franceses, junto a los británicos, ganaran la Segunda Guerra del Opio contra la dinastía Qing y ocuparan la zona hasta 1946. Aquí, los jóvenes urbanitas buscan el mejor encuadre para ganar más Likes. Y por ello es el mejor lugar para pescar a un público ansioso por hacerse su primer viaje europeo tras tres años encerrados en la prisión china.
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