Stephanie y Andrew Braham, una pareja de Australia, llevaban cuatro semanas de vacaciones en Europa cuando, llegaron al Aeropuerto Internacional de Roma-Fiumicino, dispuestos a continuar sus días de chill out. Allí debían hacer escala y tomar un vuelo que les llevaría a Ámsterdam. Pero su sorpresa llegó cuando, la compañía que les tenía que llevar, Qantas Airways, les comunicó que su bebé, de trece meses, había sido ubicada en otro avión.
“Ella estaba en un vuelo diferente que partía 40 minutos después del nuestro”, dijo Stephanie, en conversación con el medio Insider. “Inicialmente teníamos vuelos reservados a través de Qantas con British Airways. Un par de meses después, me notificaron que había un problema en relación con uno de los vuelos de conexión, por lo que Qantas nos volvió a reservar por teléfono con vuelos de KLM (otra aerolínea), así que creo que ahí es donde surgió el error”, agregó.
Aunque su hija podía sentarse en las piernas de sus padres durante el vuelo, ellos denunciaron que KLM no les permitió agregarla porque “estaba lleno”. Así, después de hora y media de discusión, la aeronave partió sin ellos.
Después de ello, señalaron haber llamado a Qantas 55 veces y en whole pasaron cerca de veinte horas con representantes de servicio al cliente. Solo obtuvieron una respuesta de la empresa en las que les decía que “no habían hecho nada malo y el error no era culpa de la compañía”.
Los padres aseguraron haber salido del aeropuerto de Roma seis horas después de llegar allí. Posteriormente, se alojaron en un resort, donde reservaron una habitación para ponerse en contacto con el servicio al cliente de la empresa.
La pesadilla de la pareja continuaba y seguían si poder volar
Al día siguiente, la empresa les comunicó que les habían reservado un vuelo, pero los tickets no se emitieron correctamente. Por ello, no pudieron viajar, pues todos los aviones estaban llenos. La razón es que la aerolínea se equivocó les había reservado para un vuelo que tenía lugar doce días después del momento en el que tenían que haber viajado.
Qantas dijo en un comunicado que “se disculpan sinceramente” con la familia, diciendo que fue un “error administrativo de fondo” y que la aerolínea les reembolsaría el alojamiento. Stephanie dijo que la empresa los contactó para decirles que pagarían 200 dólares australianos por noche que se habían quedado en Roma. Pero los tres consiguieron llegar a su destino.
La pareja estima que gastaron 15.000 dólares australianos adicionales de su bolsillo debido al alojamiento, la comida, los viajes y el entretenimiento que tuvieron que pagar
” Fuentes www.larazon.es ”