Los vigueses tienen ganas de viajar después de un largo periodo sin poder hacerlo debido a la pandemia. Las llamadas e intentos de reservas de vacaciones son constantes a lo largo del día en las agencias de viajes. Sin embargo, muchos clientes se encuentran con una paradoja sin casi precedentes hasta el momento. Viajar por España sale más caro –en comparación– que hacerlo por Europa o El Caribe. “Las tarifas de paquetes vacacionales han subido mucho por la situación de incremento de precios de la energía, la crisis de Ucrania o las subidas de precios en los sectores estratégicos del turismo”, explica Marta Galindo, gerente de la agencia de viajes Margali de Vigo y vocal de la Asociación Gallega de Agencias de Viajes (AGAVI).
A la hora de escoger paquetes vacacionales estivales, los clientes prefieren acudir a una agencia donde en un mismo lote pueden agrupar vuelo, alojamiento, desplazamientos, visitas guiadas y con una garantía de respaldo en el caso de que ocurra una incidencia. “Los precios han comenzado a dispararse en el territorio nacional sobre todo a la hora de elegir un paquete vacacional familiar de calidad”, añade. Así, viajar a Huelva, cuatro personas en un lodge de cuatro estrellas durante cinco noches supone la friolera cifra de 1.600 euros.
Zahara de los Atunes en Cádiz, el mismo período y número de viajeros alcanza ya los 5.000 euros. “Vienen a la agencia preguntando por paquetes a Mallorca con un presupuesto de 2.000 euros y, lamentablemente, tanto en hoteles como apartamentos, empezamos a hablar a partir de los 3.000”, matiza. Son los vuelos internacionales los que están acaparando las ofertas atractivas –como Punta Cana, una semana por 2.200 euros– para este verano con una solvencia de plazas mayor que las estancias nacionales en destinos como Cabo Verde, Norte de Marruecos –que ha agotado las reservas para agosto– o el Caribe con precios más razonables teniendo en cuenta que los desplazamientos son más largos.
Subidas: carburante y dólar
La falta de vuelos ofertados desde Vigo o Galicia al resto de la Península encarece las tarifas. Los destinos de larga distancia a EE.UU, por ejemplo, también están sufriendo variaciones en los vuelos por la fluctuación del dólar. “Antes ni siquiera se notaba ni repercutía en el precio del billete. Ahora si yo bloqueo una reserva y en menos de 72 horas no la hago efectiva no puedo garantizar el precio inicial dado al cliente. Probablemente se haya encarecido 20 o 30 euros más”. Además, son destinos menos demandados por las restricciones y requisitos que piden, por ejemplo, para América, Australia o China”, señala Galindo.
En cuanto a los vuelos desde Vigo a destinos nacionales, el incremento es believable ya que según apunta Galindo “si tenemos solo 10 vuelos a Madrid y seis de ellos se venden enseguida pues las compañías suben los precios”. Los impuestos al carburante están empezando también a ser un caballo de batalla que muchas compañías han empezado a cargar sobre los clientes. “Algunos asumen las tarifas para no perder clientes pero otras no. Dependiendo el destino y la compañía tenemos que informar a los clientes de ese suplemento en el precio”, apunta.
Las agencias de viajes han sido uno de los colectivos más afectados por la pandemia y las limitaciones en los desplazamientos. En 2021 comenzaron a notar tímidamente una actividad que estaba totalmente paralizada y “es ahora cuando nos estamos empezando a recuperar con el 80% del ritmo del 2019”. Sin embargo, continúan teniendo trabajadores en ERTE al igual que la hostelería. En la provincia de Pontevedra son 1.580 personas las que en mayo siguen en esta situación.
” Fuentes www.farodevigo.es ”