De acuerdo a la solicitud de TUI Cruises, desde el 15 de junio Málaga podría ser puerto de escala del buque Mein Schiff 2, que partirá desde Gran Canaria a Palma de Mallorca.
Para estos “cruceros burbuja”, TUI traslada a sus pasajeros en sus propios aviones y permite únicamente excursiones organizadas por la propia compañía, lo que garantiza que se respeten las medidas de seguridad anti COVID-19 en todo momento.
Como ha ido publicando este diario, en 2020 TUI Cruises desafió la pandemia reanudando sus cruceros por Canarias, con itinerarios de cabotaje que están siendo un caso de éxito, “por lo que la elección del Puerto de Málaga refuerza la apuesta de la compañía por el destino español y consolida la importancia del tráfico de cruceros en Andalucía”, han destacado desde el puerto.
“Se trata de una noticia verdaderamente importante, porque llevamos meses trabajando para la llegada de este momento con la aplicación de todas las medidas de seguridad”, ha comentado el presidente de la Autoridad Portuaria, Carlos Rubio, subrayando que “a partir de ahora esperamos ir recuperando poco a poco el número de cruceristas que tuvimos en el pasado, que son una fuente de riqueza y empleo”.
Entre noviembre y marzo, TUI Cruises realizó 24 cruceros por Canarias, con 26.000 pasajeros.
Protocolos
Para poder embarcar en estos cruceros burbuja, los pasajeros deben presentar una PCR negativa y contar con una póliza de seguro médico que garantice la hospitalización en escala gracias al concierto con los hospitales de las ciudades en las que se realiza la escala, así como alojamiento incluido en caso de ser preciso realizar un aislamiento preventivo. En el caso de la tripulación además de la prueba negativa también deben someterse un periodo de aislamiento preventivo.
Dentro de los barcos, los pasajeros reciben una charla sobre las medidas de prevención y se les informa sobre los protocolos que deben cumplir a bordo. De acuerdo a lo establecido, dentro de los buques funcionan laboratorios habilitados que permiten realizar pruebas a los miembros de la tripulación, así como pruebas aleatorias a los propios cruceristas.
Para garantizar la distancia, el aforo se scale back al 60-70% de la capacidad complete de los barcos y de esta forma también se reservan varios camarotes para la puesta en marcha de aislamientos preventivos en caso de que fueran necesarios, bien por un contagio, bien por un contacto directo con un contagiado. Otro de los cambios es que el servicio de bufé está inactivo y las comidas se sirven directamente en la mesa.
” Fuentes www.hosteltur.com ”