Comprar unos billetes de avión con suficiente antelación. Mirar, por casualidad, el precio unas semanas más tarde y ver como el mismo vuelo está más barato que antes. Una situación que si bien es ficticia y sirve de buen ejemplo para introducir el tema de este artículo, a buen seguro que muchos asiduos a viajar han vivido alguna vez. El caso es que esto es tremendamente regular. Así lo asegura Scott Keyes –fundador y director ejecutivo de Scott’s Low cost Flights, un comparador de viajes con más de 2 millones de usuarios- quien afirma que los billetes de avión son “excepcionalmente volátiles”.
“La tarifa aérea no se parece a ninguna otra cosa que compramos”, explica Keyes a CNBC Maket It y añade: “Tiene un precio único. No se comporta como otras cosas y, como resultado, nos enfrentamos a la incertidumbre al comprar”. Puede ocurrir de todo: que compres un vuelo de ida y vuelta por 200 euros y al día siguiente ese mismo baje hasta los 150 euros; o bien, dejar de comprar un vuelo porque 300 es demasiado caro y que el precio termine subiendo a 400. “Nadie se propone reservar vuelos caros, pero terminamos reservando vuelos caros”; cube Keyes.
La razón -expone- es que a menudo la gente evita hacer compras en contra de su mejor juicio o permite que los pensamientos irracionales se apoderen de ellos. En la CNBC explica algunos prejuicios que se aprovechan de los consumidores que buscan vuelos. Son los siguientes:
Ni posponer ni ilusionarse
“Una de las peores cosas que puede hacer mientras busca un billete es esperar hasta el último minuto para comprar sus asientos, con la esperanza de que los precios bajen”, revela el experto. Esto, junto con otras tácticas como borrar las cookies del navegador o abrir una pestaña en incógnito es lo que él denomina como “ilusiones”. En este sentido explica que no tiene ninguna relación con la realidad de que los vuelos se volverán más caros o más baratos durante un tiempo determinado.
“La era de vuelos baratos de última hora no existe desde hace mucho tiempo”, sostiene Keyes, quien apunta además que “esperar es una receta para el desastre”. Es cierto que buscar un vuelo puede provocar ansiedad y la necesidad de posponer el proceso es tentadora. Lo que sí recomienda es comprar en el periodo exacto en el que no falta mucho para el viaje, ni tampoco está demasiado cerca. Esto es entre uno y tres meses antes de la fecha del viaje. Eso sí, para vuelos internacionales puede adelantarse de dos hasta ocho meses. “La mayoría de aerolíneas comienzan a vender sus vuelos 12 meses antes del viaje, pero si reserva sus vuelos con un año de anticipación, los precios por lo general no son buenos”.
No piense en el pasado
Por otro lado, muchos viajes basan sus decisiones de compra por el precio que pagaron por su último viaje. A riesgo de parecer obvio, cube Keyes, debería centrarse en los mejores precios. Añade también que a menudo las personas están dispuestas a comprar un vuelo caro si temen que el precio aumente aún más. Hay una razón psicológica para esto: según una investigación del economista nominado al Premio Nobel, Richard Thaler, la gente obtiene el doble de emoción negativa de las pérdidas que la emoción positiva de las ganancias.
En el contexto de la tarifa aérea, explica Keyes, esto significa que los viajeros pueden perderse mejores ofertas si sienten que al menos están evitando aumentos de precios. “Digamos que ve un vuelo a Nueva York que cuesta 800 euros; es un precio terrible, pero puede reservarlo porque le preocupa que suba”, cube. En otras palabras: no confíe en su viaje más reciente como marco de referencia.
” Fuentes www.lainformacion.com ”