Uno de los casos que conmovió a Estados Unidos en los últimos tiempos tuvo ahora una versión directa: la de los protagonistas. Kimberly Wiegand contó en primera persona lo que pasó y lo que sintió cuando su hija de 18 meses cayó al muelle desde lo alto de un crucero de lujo, luego de que la pequeña fuera lanzada a través de la ventana por su propio abuelo, Salvatore Anello.
“’Mataste a Chloe‘, le grité a mi padrastro una y otra vez. Y él me respondió: ‘Lo sé’”, contó la mujer, cuya vida cambió para siempre desde ese accidente ocurrido en un crucero de la empresa Royal Caribbean, anclado en el puerto de San Juan de Puerto Rico.
Recién tres meses después, la mujer le pudo preguntar a Anello, la pareja de su madre, sobre lo que aconteció aquella tarde de julio de 2019 a bordo del lujoso Freedom of the Seas, que realizaba una travesía de una semana por el Caribe. “Le pregunté, sin rodeos, si sabía que esas ventanas estaban abiertas. Me dijo que no. Que si quería, me explicaría en detalle lo sucedido. Le dije que no creía que pudiera escucharlo. Esa fue toda la conversación que tuve con él“, dijo Kimberly, que estaba debajo de la cubierta durante el incidente.
La tragedia terminó en los tribunales. Kimberly, su esposo Alan y Anello declararon en noviembre ante la justicia en una larga demanda judicial contra la empresa Royal Caribbean. Anello evitó ir a prisión: la justicia de Puerto Rico lo sentenció a tres años de trabajo comunitario que podrá cumplir en Indiana, su estado nativo. Cuando le preguntaron si intencionalmente arrojó a su nieta al vacío, dijo “absolutamente no”, antes de romper en lágrimas.
Presionada sobre por qué decidió demandar a Royal Caribbean, Kimberly afirmó: “Es justo decir que no pensé que esa ventana debería estar abierta en ese lugar en particular”.
La empresa se defendió diciendo que los padres de la criatura fallecida jamás accedieron a ver las imágenes de video, que mostraban a Anello levantando a Chloe y colocándola en una barandilla de madera. Creen que la pareja no pudo sacar conclusiones válidas sobre el accidente sin examinar la evidencia.
Según Royal Caribbean, las imágenes muestra que “durante ocho segundos, el señor Anello se inclinó sobre la barandilla que estaba a centímetros de la ventana y que después de que levantó a Chloe y la colocó en la barandilla, la colocó en el alféizar de la ventana”. Sin embargo, los abogados de la pareja dicen que la compañía elminó “intencionalmente” las 12 horas de imágenes de la cámara a bordo antes del accidente.
En su declaración judicial, el atormentado abuelo de la pequeña señaló que mientras jugaba con su nieta, estaba convencido de que la sostenía contra una pared de vidrio fijo, a pesar de no tocarla para estar seguro. ‘Todo el barco tenía una pared de vidrio en un área al aire libre. En ningún momento pensé que no la hubiera a mi alrededor. Si vas a la Torre Sears, no hay forma de que te detengas a pensar, caramba, debería ver si hay vidrio en ese piso superior. La misma cosa en ese barco”, cube Anello.
Ahora el juez Donald L. Graham debe decidir si elevará el caso a juicio por jurados. La indemnización civil a favor de los Wiegand podría ascender a decenas de millones de dólares. Sin embargo, la pareja siempre ha sostenido que su única motivación es obligar a Royal Caribbean a hacer ventanas más seguras en su flota de barcos trotamundos para que la tragedia de Freedom of the Seas nunca se repita.
” Fuentes www.cronica.com.ar ”