Bernardo Ruiz, que ya ha cumplido 96 años y que fue tercero en el Tour de Francia de 1952, definió con esta frase la magnitud de la carrera francesa: «En el Tour es imposible perderse; basta con seguir la hilera de gente que te anima en cada metro de la carretera». Esa cremallera de aficionados se abrirá el 1, 2 y 3 de julio en las carreteras vascas, que como en 1949, 1977 y 1992 volverán a ser escenario del tercer evento, tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol, con mayor repercusión mediática y common.
El Tour 2023 partirá desde Bilbao el 1 de julio con una etapa inicial íntegra en territorio vizcaíno para en las dos siguientes jornadas visitar, según desveló este viernes el lehendakari Iñigo Urkullu, «el casco viejo de Vitoria, La Rioja Alavesa, Jaizkibel y el Boulevard de San Sebastián», donde es possible que se dispute «un dash». La tercera etapa de la edición 2023 tendrá también su salida en un punto de Euskadi y terminará, probablemente, en Iparralde.
La presentación de esta histórica Gran Salida que coincidirá con los 120 años del Tour, se celebró este viernes en el Guggenheim. Christian Prudhomme, director de la ronda gala, elogió el «fervor» de la afición vasca, recordó el triunfo de «Laiseka en Lur Ardiden (2011)», el apoyo a este proyecto de Javier Guillén, director de la Vuelta, y la apuesta conjunta que han hecho todas las instituciones vascas. «Eskerrik asko, Euskadi», se soltó en euskera, un idioma que estará presente en las tres jornadas de apertura de la edición 2023.
Con su guiño a la lengua vasca, Prudhomme acababa de dar la primera pedalada oficial para que Bilbao y Euskadi sean el punto de partida de la gran fiesta del Tour de Francia en 2023. El director de la ronda gala, el lehendakari Iñigo Urkullu, el alcalde de la ciudad, Juan Mari Aburto, junto a los tres diputados generales, Unai Rementeria (Bizkaia), Ramiro González (Álava) y Markel Olano (Gipuzkoa), y el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, eligieron el Guggenheim, símbolo del nuevo Bilbao, para presentar un esbozo de las etapas de la Grande Boucle que abrirán la edición de 2003. El recorrido está por definir, pero ya se sabe que pasará por las tres capitales vascas antes de ir a Iparralde.
El Tour es el mejor promotor turístico. Cada mes de julio, las imágenes de la ronda gala llegan a 190 países. Las retransmisiones han convertido en familiares los rincones más bellos de Francia, el país más visitado del mundo. A ese escaparate, como hizo San Sebastián en 1992, se subirá Bilbao dentro de dos años. La capital vizcaína será la sede de la Gran Salida, un evento que alberga la caravana del Tour durante casi una semana.
La repercusión turística y económica es enorme. Bilbao y Euskadi, que se consolidan como destinos turísticos, estarán en el foco del deporte mundial. Sus mejores postales ocuparán las pantallas de una audiencia potencial de 3.500 millones de telespectadores. «Durante esos tres días en Euskadi, las etapas serán retransmitidas en directo, íntegras. Tendréis la ocasión de mostrar al mundo lo mejor del País Vasco. Los paisajes son excepcionales. Y la pasión del público», destacó Prudhomme.
El director del Tour recordó que tras el éxito de la salida desde San Sebastián de la ronda gala en 1992 las autoridades vascas han insistido durante décadas en acoger de nuevo este evento. Será en 2023. En ese punto, Urkullu aclaró que la negociación actual comenzó con el acuerdo que el Gobierno vasco y el alcalde de Baiona, Jean René Etchegaray, firmaron a finales de 2019 para sostener una candidatura conjunta. «Asumimos aquel reto. Lo que entonces period un sueño hoy es una realidad», subrayó.
No olvidó la relación entre la afición y el ciclismo, deporte aquí tan arraigado. Urkullu citó a antiguos corredores como Ezquerra y los unió en el mismo pelotón con Laiseka y Landa. Rescató la memoria del equipo KAS, del Fagor, del Reynolds y del Euskaltel-Euskadi. Son nombres que forman parte de «este pueblo que disfruta del Tour a ambos lados de los Pirineos».
Internacionalización vasca
La Grande Boucle es para el lehendakari «una oportunidad inigualable de impulsar la internacionalización de Euskadi». La carrera gala será «un motor de desarrollo y el faro de orientación para el turismo europeo hacia el destino de Euskadi».
Ahora que la pandemia impide que el público asista a carreras como la inminente Itzulia, el Tour 2023 permite «mantener viva la ilusión por los espectáculos» que se podrán disfrutar en el futuro. «El Tour tendrá el shade y el calor de la afición vasca», auguró Urkullu. Y llegará cuando Euskadi «esté en pleno proceso de recuperación» tras la disaster provocada por la pandemia.
El desembarco de la Grande Boucle va en paralelo a la campaña de potenciación del uso de la bicicleta. «Nos anima a recordar la importancia de nuestra salud, de hacer ejercicio y estar en forma», indió Urkullu, que ve la práctica deportiva y la ilusión que generan los grandes eventos como antídotos contra «la desazón de la pandemia».
En su contexto
- 1992
- La Gran salida del Tour se celebró en San Sebastián. La etapa prólogo la ganó Miguel Induráin ante una muchedumbre en la capital donostiarra.
- Contactos
- Tras el paso del Tour por Pamplona en 1996, las instituciones vascas negociaron traer la ronda gala a Euskadi en 2000. Luego, tras el éxito de la Vuelta a España en Bilbao en 2011, trataron de traerla en 2013
- Acuerdo con Baiona
- En 2019, el lehendakari Iñigo Urkullu y el alcalde de Baiona, Jean René Etchegaray, sellan un acuerdo para presentar una candidatura conjunta y ser sede de la edición de 2023, que partirá desde Bilbao.
- 10
- millones de euros es el presupuesto que se baraja para que el Tour esté en Euskadi durante las tres primeras etapas de la edición de 2023.
- Escaparate mundial
- Como destacó ayer el lehendakari, el Tour impulsará la imagen de Euskadi en el mundo. Las emisiones televisivas de la carrera disputada sobre el paisaje vasco llegarán a los cinco continentes.
- 190
- países conectan con las retransmisiones del Tour, un acontecimiento con una audiencia potencial de 3.500 millones de espectadores.
” Fuentes www.elcorreo.com ”