El 23 de diciembre de 2020, inmersos en plena pandemia, los directivos de Soltour, el turoperador del grupo hotelero Piñero, y Smytravel, el turoperador on-line del grupo Logitravel, anunciaron la integración de ambas compañías con el objetivo de crear un gigante de la turoperación español. El grupo Piñero tiene una división hotelera compuesta por 27 inmuebles y 14.000 habitaciones, cuyo buque insignia es la marca Bahía Príncipe, y un turoperador (Soltour) con cinco destinos y más de 400.000 viajeros. Por su parte, Logitravel es una agencia de viajes on-line que facturó 800 millones en 2019.
Casi un año y medio después, la nueva compañía presentó el pasado miércoles una ambiciosa campaña de comunicación en el Museo del Traje de Madrid para poner en valor al turismo, seriamente golpeado por la disaster sanitaria del coronavirus. “Tenemos esa vocación de recuperación del sector y de ser sostenibles en el tiempo. Queremos apoyar a las agencias de viajes, que están pasando un mal momento, e impulsar que todos los actores del sector tengan un espacio después de una pandemia que les ha hecho sufrir mucho”, recalca Tomeu Bennasar, consejero delegado de Soltour Journey Companions, fruto de la fusión de ambos turoperadores. En su opinión es necesario poner en valor que el viaje es la mejor inversión “porque se queda en la memoria de cada turista”.
¿Cómo se ha diseñado la nueva campaña de comunicación y a qué mercados va dirigida?
Está centrada en el mercado español y portugués. El proyecto nace con vocación transatlántica y de poner en valor el Caribe, donde somos muy fuertes. Solo a través de de Bahía Principe contamos con 27 hoteles (20 de ellos en Caribe) y 14.000 habitaciones, todos ellos en propiedad. Hemos reforzado las operaciones y hemos dejado en segundo plano viajes que quedan fuera de esos productos porque en la period poscovid el cliente está tirando más de las áreas de confianza y el Caribe es un producto muy demandado en la actualidad. En cualquier caso, Baleares y Canarias son el motor de la recuperación en esta fase inicial y poco a poco se irán integrando el resto de productos, con la excepción de EE UU y Caribe, que están funcionando muy bien desde el principio. Son destinos de confianza y conocidos para el viajero español. Dentro del producto fuera de Caribe, EE UU es el más vendido. La gente todavía no se arriesga este año a viajar a Japón, China o África, que están bastante parados. Hay poca capacidad aérea y los precios están muy caros.
“Donde hay capacidad aérea y planta hotelera suficiente, los precios tienen incrementos razonables”
Esa reactivación de la demanda de viajes ha coincidido con un repunte sin precedentes de los precios, disparados por el alza del petróleo y de las materias primas ¿Cómo está impactando en las tarifas que negocia con las agencias de viajes?
Donde hay capacidad aérea y planta hotelera suficiente, los precios tienen incrementos razonables. Pero hay productos que son actualmente inaccesibles porque hay poca oferta aérea y porque hay destinos más seguros, a los que precisamente se dirige nuestra campaña. Queremos erradicar el estigma del Caribe como un concepto manoseado de descanso de sol y playa. Tiene muchos más atributos. Por ese motivo hemos rodado un cortometraje en Samaná, uno de los enclaves idílicos de República Dominicana, para mostrar un turismo más experiencial que de descanso en el que se puede lograr una desconexión comparable a la que tendrías en Tailandia.
¿Les ha pillado el repunte tan exagerado de la demanda con el paso cambiado?
Venimos de épocas muy convulsas donde se había acumulado una demanda retenida brutal. Empezamos a ver en noviembre una recuperación muy sana, la gente se empezó a animar y a organizar sus vacaciones. Pero luego surgió ómicron, posteriormente la invasión de Ucrania y finalmente hubo un bajón muy fuerte de demanda. Pero como hemos comprobado en los anteriores episodios recesivos, el rebote ha sido muy rápido en el tiempo. Solo hubo quince días de incertidumbre después del inicio de la guerra.
“Queremos erradicar el estigma del Caribe como destino de descanso de sol y playa. Tiene muchos más atributos”
¿Cree que la compañía volverá a niveles precrisis ya este año?
Desde el principio asumimos que este año tendríamos volúmenes inferiores de ventas respecto a las capacidades para las que está preparada. Pero a la vez no queríamos hacer recortes laborales, así que decidimos mantener a toda la plantilla. Con esos recursos, Soltour Journey Companions está preparada para facturar en torno a 200 millones en el caso de Soltour y 150 en el caso de Smytravel. Aspiramos a duplicar las ventas y llegar a 500 millones en 2025. Las estimaciones para 2022 eran conservadoras y preveían un escenario poco optimista, con una caída de la ventas del 20% respecto a 2019 para Soltour, que finalmente ha sido un 10%, y de un 10% en Smytravel. Si nada se tuerce, Soltour facturará 150 millones de facturación y Smytravel llegará a 60 millones, con posibilidades de llegar a 230 millones entre ambas. Ahora estamos por encima. Hemos capturado una importante proporción de la demanda y es posible que alcancemos el break even este año y seguramente tener ebitda positivo en 2023. Si lo que está pasando en mayo [estar por encima de los niveles de actividad de 2019] se prolongara hasta ultimate de año, seguramente estaríamos por encima del presupuesto y en cifras cercanas a lo que tiene que ser las ventas por el tamaño de la empresa.
“La compañía cerrará este año con una facturación entre 210 y 230 millones de euros”
Pero de ello dependerá la evolución de la demanda en el último cuatrimestre. ¿Son tan buenas las expectativas como las de la temporada alta?
En los últimos cuatro meses del año vamos a dar continuidad al programa del verano. Mantendremos todas las rutas y las reforzaremos para el Puente de Diciembre y Navidad, los momentos de gran demanda. Caribe y Canarias seguirán a tope, mientras que Baleares cerrará. Queremos trabajar zonas como Egipto, con gran éxito en la demanda hasta ahora.
Esa recuperación tan acelerada del turismo, sin embargo, aún no se ha dado en la industria de cruceros
En este segmento va más lenta la recuperación que en otros. Los barcos ya están a disposición de los clientes, pero también hace falta reposicionarlos para poder explicar el producto de una manera más adecuada al cliente. En cualquier caso van a disfrutar de esa demanda retenida durante dos años que van a tener que capitalizarla en ventas.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”