Con vistas a la capital islandesa, Reikiavik, la cantante Kate Perry ha interpretado su recital más marinero, para inaugurar el Norwegian Prima, crucero de Norwegian Cruise Line que ya se encuentra por el norte de Europa tras recalar en Cork (Irlanda), Portland (Reino Unido), Le Havre (Francia) y Amsterdam. Recorrerá la costa europea antes de dirigirse a América.
Junto a Perry su familia y en especial su pareja, Orlando Bloom, han disfrutado de las instalaciones del crucero de 19 cubiertas. Estamos hablando de un exclusivo spa con las asombrosas vistas panorámicas de proa, de decenas de restaurantes, con servicio a la carta, pista de karts de tres plantas, parque acuático vertiginoso (con tobogán con caída de diez pisos), piscinas, parque de videojuegos, on line casino y un inmenso teatro donde además de la cantante también se ofrece a diario un musical sobre la figura de Donna Summer time.
Todo lo posible se hace posible en el Norwegian Prima donde se puede pasar de la gastronomía nipona en tres locales, a la española basada en tapas a la siempre selecta cocina francesa en Le Bistro o un paso adelante en el concepto estadounidense con Cagney’s. En este crucera para 3.250 pasajeros hay cocina y comida las 24 horas y copas relajantes o musicales, en la discoteca en la que se transforma el inmenso teatro.
Con una zona premium de camarotes, The Haven, Perry se ha sumado a centenares de invitados a un crucero donde la firma presidida por Harry Sommer muestra las novedades y primera línea en atención, servicio, tecnología e instalaciones entre las olas. Sí, hay wifi a bordo para brujulear en el móvil mientras se toma un latte macchiato de Starbucks o se piden los platos indios más conocidos en una pantalla para servicio en mesa en el Indulge Meals Corridor.
Todo ello con vistas espectaculares al infinito o a las localidades de escala donde los paisajes idílicos están asegurados a medida que avanza la proa con motivos diseñados por el artista italiano Manuel Di Rita.
Katy Perry no se ha perdido ninguno de las sugerencias más exclusivas de este viaje, surcando el primero de los seis barcos de última generación encargados al astillero italiano Fincantieri. Diseños personalizados en cada rincón, con esculturas vanguardistas y una sensación para cada pasajeros de sentirse especial en todo momento, como es la consigna de NCL. Una experiencia, por ejemplo: un desayuno con tostadas francesas en la panorámica de popa del restaurante Hudson’s y tras un loosen up en una de las piscinas infinity unas carreras en el Prima Speedway: 400 metros de pista de karts, con 14 vueltas para ponerse a prueba desde las alturas, con vistas al océano.
” Fuentes www.diariodesevilla.es ”