LAS HABITACIONES
175 habitaciones que incluyen 22 suites, repartidas entre las 8 plantas del edificio, y la Suite Penthouse, situada en las plantas 9 y 10 y con acceso independiente. Aunque en nuestra visita aún faltaban algunos detalles decorativos, sí podemos avanzar que los más de 220 metros cuadrados incluyen bar, comedor, balcón privado y salón en la planta baja, mientras que en la superior se encuentran los dormitorios, baños, salón y una pequeña cocina con vistas de postal.
Luisa Olázabal firma el interiorismo de la Penthouse, que mantiene el aire mid-century que inunda todo el lodge y la apuesta por los tonos ámbar, las maderas oscuras y los tejidos poderosos, así como el uso de espectaculares piezas de mármol, como esa verde del baño que nos dejó boquiabiertos. Además, en los pasillos, con moqueta estampada que rinde homenaje al empedrado madrileño, cuelgan obras de artistas como Andrea Torres, Marta Bermejo, Pils Ferrer, Mercedes Garrido y Miguel Vallinas, cada uno de ellos en una planta.
Nosotros estrenamos en rigurosa primicia la suite 701 y, aunque es difícil elegir cuál tiene las mejores panorámicas sobre la ciudad, tras haber recorrido otras habitaciones e indagado aquí y allá, no hay duda: si quieres enamorarte de los cielos velazqueños de Madrid, de sus tejados, de las cúpulas de sus iglesias y hasta de los cuasi rascacielos cuasi neoyorquinos de la Gran Vía… quédate en la 701.
Una terraza en ‘L’ envuelve la suite desde el salón, con zona de comedor, mini bar –un mini bar literal, con set de coctelería y todo lo necesario para preparar unos tragos–, un amplio dormitorio con cama King Measurement, dos televisiones de 55 pulgadas y Chromecast, un baño de mármol negro con ducha, bañera exenta con vistas a la Puerta del Sol, doble lavabo, vestidor y facilities de gran formato de la firma ecológica DS & Durga.
” Fuentes www.traveler.es ”