Estamos ya a punto de finalizar la temporada estival 2021, la primera tras la aparición del Covid-19, y la conclusión es clara: hemos sobrevivido. A pesar de las tremendas dificultades a las que ha debido enfrentarse el sector durante estos últimos meses- años en algunos casos, si tenemos en cuenta que la temporada de 2019 se despedía con la quiebra de Thomas Cook dinner-, lo cierto es que en la mayoría de los casos podemos afirmar, con orgullo, que seguimos ahí.
No ha sido fácil. A los meses de cierre tras la declaración de pandemia mundial siguieron los meses de incertidumbre. De las restricciones a los desplazamientos, de las dudas sobre los requisitos a la hora de viajar, de las cuarentenas, de las restricciones de aforo, de los toques de queda…..Todo ello ha afectado de forma notable al sector, especialmente en aquellos casos en los que es necesario desplazarse por medios aéreos o marítimos. Muchos dudaban de que la temporada pudiera llegar a arrancar. Otros pensaron que terminaría antes de lo previsto. Pero lo cierto es que estando ya a las puertas de septiembre, la creciente recuperación de la confianza en los viajes es una realidad. Y con buenas perspectivas.
A pesar de todas las dificultades, el sector ha sabido adaptarse a las nuevas exigencias que tanto las autoridades como los viajeros han ido imponiendo a lo largo de estos meses. Los establecimientos han tenido que limitar sus aforos, imponer medidas de management de higiene en lugares comunes, y limitar el uso de textiles en muchos casos. Las agencias de viaje han tenido que adaptarse a los nuevos hábitos de compra, flexibilizando en muchos casos las ofertas y las condiciones de los viajes.
No cabe duda de que parte del éxito de esta temporada se debe a la mejora de la situación epidemiológica y al avance en el proceso de vacunación, pero también a la flexibilidad mostrada por todos los agentes y operadores turísticos, que han sido capaces de reaccionar a tiempo e implantar una serie de medidas tendentes a generar en los turistas las garantías de management, seguridad e higiene que éstos demandaban. Y el resultado no se ha hecho esperar.
Es evidente que el covid- 19 ha supuesto un cambio de hábitos en lo que al turismo se refiere. La preferencia por los destinos menos masificados, la búsqueda de alojamientos con máximas garantías higiénicas o la elección de destinos más cercanos y desplazamientos más cortos no sólo han marcado los parámetros turísticos de esta temporada 2021, sino que posiblemente sean los criterios que definan la tendencia del sector durante los próximos años. De ahí la necesidad de continua adaptación que deben mostrar quienes opten por seguir creciendo.
Los resultados de esta temporada dejan patente que el sector ha sabido reinventarse para adaptarse a una nueva realidad. Pero queda aún mucho por hacer. Porque a pesar de una temporada relativamente buena –comparada con la temporada 2020 definitivamente lo es-, el turismo sigue viéndose seriamente afectado. Las pérdidas acumuladas, los gastos fijos que siguen lastrando a muchos negocios, la incertidumbre sobre el private, las dudas sobre el fin de la estacionalidad…..Todo ello son aspectos que deberán abordarse en breve.
Los operadores turísticos han salvado en su mayoría la temporada, pero no debemos olvidar que el objetivo este año period precisamente ese: sobrevivir. Lejos quedan las expectativas de crecimiento de un sector que se ha visto especialmente afectado por la pandemia. Y aunque todos esperamos recuperar esas expectativas en breve, e incluso superarlas, queda aún un largo camino por recorrer.
Porque el closing del verano supone para muchos el cierre de sus establecimientos hasta la próxima temporada, pero no el fin de la actividad. Al contrario, este cierre temporal supone en muchos casos el inicio de las negociaciones que este año se presentan más complejas que nunca. Con autoridades, con proveedores, con propietarios…. Todo ello con el fin de seguir acordando ajustes que nos permitan, poco a poco, volver a recuperar la rentabilidad de un sector, el turístico, que ha sido hasta ahora un referente en nuestra economía.
Porque si bien es cierto que estamos aún lejos de los resultados de 2019, en algunos destinos ya se ha respirado un ambiente casi pre-covid. Las terrazas llenas, hoteles con altos índices de ocupación y playas a rebosar nos han hecho recuperar el optimismo y la confianza en el sector. A pesar de las medidas vigentes, de los toques de queda o de las restricciones de aforo, las ganas de viajar y disfrutar de las vacaciones siguen más vivas que nunca. Y debemos aprovecharlo.
Mónica Julve
Abogada de MONLEX
” Fuentes www.hosteltur.com ”