Actualmente viajar se ha convertido en una
actividad prácticamente al alcance de todos. Gracias a las grandes aerolíneas low value, cada día encontramos
numerosos vuelos muy asequibles con los que empezar nuestra aventura. Viajar se
ha convertido en una de las mayores aficiones de los jóvenes, y no es para
menos, pues con apenas unos ahorros mínimos podemos recorrer gran parte del
mundo.
El síndrome Wanderlust
Son tantos los jóvenes aficionados a viajar a cualquier parte y en cualquier momento, que para algunos se convierte en una necesidad. Esto es conocido como el síndrome Wanderlust o la obsesión por viajar. Es una palabra alemana, que viene de la unión de “wander”, que significa vagar, junto a “lust”, pasión.
Generalmente afecta a los más inconformistas, esos aventureros que toda cultura nueva le parece insuficiente y que no piensan parar hasta descubrirlo todo. A pesar de que cualquier persona puede verse afectada, este síndrome premia entre hombres y mujeres de 20 y 40 años.
Las personas con síndrome
Wanderlust, son personas muy activas, que viven por y para planear su
próximo viaje. Estos están siempre muy pendientes de los portales de viajes y
ofertas exprés. Son viajeros expertos, generalmente los encontrarás leyendo una
guía de viajes o redactando sus propias rutas.
Realmente, el síndrome Wanderlust no es algo malo si sabes controlarlo.
Las consecuencias positivas de viajar son infinitas. Visitar nuevos lugares y
conocer nuevas culturas enriquece a las personas continuamente. Nos ayuda a tener
una mente más abierta y a empatizar más con el resto del mundo.
Las 6 señales de poseer el
síndrome Wanderlust
Seréis muchos los que leyendo esto os estéis preguntando si vuestra
pasión por viajar se ha convertido en esto. A continuación, veremos 6 señales
que nos indicarán el grado de nuestra obsesión por los viajes.
Una persona con síndrome Wanderlust no necesita equipaje. Es capaz de perderse por el mundo con cualquier ropa en la mochila sin haberla revisado previamente. Para viajar, lo únicamente importante son las ganas y una actitud de vivir el momento presente.
Los afectados por el síndrome Wanderlust no se preocupan por el tiempo. A estas personas les da igual
realizar una escapada de fin de semana o dejar sus trabajos para realizar un
viaje de seis meses si ven la oportunidad perfecta.
Hablar de todo esto sería una tontería sin tener en cuenta el dinero. Las personas con síndrome Wanderlust dedican sus ahorros a los viajes. Son especialmente ahorrativas y saben administrarlo muy bien dependiendo de la situación. Además, son expertos en tarjetas de viajes, portales de reservas donde encontrar los mejores precios y todas las herramientas necesarias para poder obtener más por menos.
No hacen planes. Los afectados no hacen planes a largo plazo, ya que son conscientes que
no saben cuándo les surgirá la oportunidad para realizar la próxima aventura.
Como si de apuestas
se tratase, estas personas dejan su futuro en manos del azar, pues a veces los
mejores viajes son los que llegan por sorpresa.
Finalmente, una de las más decisivas es el lenguaje. Si eres una
persona para la que la lengua no es un
problema, siento decirte que padeces el síndrome Wanderlust. No es nada
malo, pues esto significa que eres una persona atrevida con nuevos retos y
sabes que serás capaz de comunicarte en cualquier situación.
” Fuentes caretas.pe ”