Las líneas de cruceros experimentan, desde el pasado mes, brotes continuos de COVID-19 entre tripulantes y pasajeros pese a establecer, algunos de los reglamentos salubristas más estrictos, y seguir los protocolos impuestos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) en su marco de referencia condicional de navegación (CSO, en inglés) que permitió la reapertura de la industria tras su paralización por casi 17 meses.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”