Hace casi un año, la Semana Santa, uno de los recesos turísticos que tradicionalmente más viajeros movilizan en el país, resultó la más atípica de la historia. Coincidió con lo más estricto del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) y pasó sin turismo, entre controles y restricciones. Un año después, y aunque la amenaza del coronavirus está lejos de quedar atrás y sigue pesando (en los últimos 14 días se registró un alza del 17% en el número de casos nacionales y existe preocupación por la amenaza de ingreso de nuevas cepas), se espera que el receso tendrá un movimiento turístico comparable con el del feriado de Carnaval. O aún, que lo supere.
Así lo indican desde distintos destinos turísticos y agencias de viajes, que estiman que más de 3 millones de personas se movilizarán por los principales destinos turísticos argentinos entre el jueves y el domingo.
Las restricciones a los vuelos desde México, Brasil y Chile, dispuesta por el gobierno la última semana, es la medida que más incidencia tiene en el movimiento turístico motivado por el feriado: se estima que alrededor del 20% de los viajeros habían elegido algunos de esos destinos (especialmente Brasil) para viajar en esos días. Ayer, la entidad que nuclea las agencias de viaje pidieron al Gobierno que se extienda la vigencia de los pasajes.
Pero básicamente, lo que se espera de este receso es que el grueso del movimiento turístico sea native y que se repitan algunas de las tendencias que ya se notaron en la temporada de verano, que con todas las limitaciones impuestas por la pandemia, logró superar las expectativas. Las más salientes, entre esas tendencias son: una limitación de la oferta de transporte público, una enorme mayoría de viajeros que se desplazará en su propio automóvil y una retracción importante del turismo de contingentes, afirman en los principales destinos.
Otra de las tendencias esperadas tiene que ver con la edad de los viajeros: como sucedió en el verano, el promedio de edad de los turistas tiende a la baja por la ausencia de muchos adultos mayores, que ante la amenaza del coronavirus, prefieren quedarse en casa.
Como en otros años para Semana Santa, la mayoría de los turistas viajará por cuatro días, aunque también se hicieron reservas por una semana entera, de parte de aquellos que hacen teletrabajo y que sumaron días, planeando trabajar de manera remota desde los diferentes destinos.
Si bien la mayoría de los viajes fueron planificados con una antelación de alrededor de quince días o un mes, según se indicó desde agencias de turismo locales consultadas por este diario, siempre están quienes planifican su viaje a último momento con la atención puesta en un pronóstico meteorológico que para la mayoría de los destinos es favorable durante el receso (ver aparte).
Con todo, unos y otros tienen que estar atentos a los requisitos que cada destino exige a los turistas y que difieren de provincia a provincia en el marco de la disaster sanitaria.
Así, mientras algunas sólo exigen contar con el Certificado Verano, (que se tramita en la página oficial https://www.argentina.gob.ar/verano), otras piden certificado de COVID-19 negativo, la realización de PCR en el momento de la llegada, certificados provinciales, seguro médico o declaración jurada, entre otros requisitos (ver mapa en página 3).
Los resultados obtenidos en la última temporada ayudan a alentar el optimismo frente al receso de Semana Santa.
Como se recordará, apenas se le dio vía libre a la temporada de verano, todavía en el 2020, la aspiración de los operadores de la mayoría de los destinos se resumía en una frase: “esperamos tener la mejor temporada posible.
“En el feriado de Carnaval tuvimos 180.000 turistas y una ocupación de hasta el 80% en hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas. Creemos que Semana Santa será igual o mejor”
Alejandro Rabinovich
Coordinador de Gabinete Common Pueyrredón
Finalmente, el verano superó las expectativas de muchos: según datos oficiales tomados hasta fin de febrero, más de 12 millones de argentinos viajaron por el país durante el receso, un número que representa un 75% de los que lo hicieron el verano anterior, cuando el fantasma de la disaster sanitaria mundial todavía no asomaba en el horizonte.
Los datos que maneja la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), indican, además, que durante la temporada los turistas gastaron 248 mil millones de pesos.
“Los precios de los departamentos van a estar en Semana Santa en el nivel de febrero: desde 2.000 pesos por día uno de un ambiente, desde 3.000 uno de dos”
Miguel Ángel Donsini
Presidente del Colegio de Martilleros de Mar del Plata
En ese contexto, el feriado de Carnaval, con sus tres millones de turistas movilizados, representó uno de los picos de la temporada. Un pico que, ahora, en los principales centros turísticos, se entusiasman en poder repetir.
EN LA COSTA
La Costa es uno de los destinos que deposita grandes expectativas en el receso por Semana Santa.
En Mar del Plata, el coordinador de gabinete de la Municipalidad de Common Pueyrredón, Alejandro Rabinovich, cube que la ciudad espera una concurrencia related a la que se produjo durante el feriado de Carnaval, cuando recibió a 180.000 turistas y los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas registraron una ocupación del 80%.
“Tuvimos la mejor temporada posible manteniendo los protocolos durante el verano y ahora esperamos una concurrencia similar a la de Carnaval, o incluso superior, porque en aquella oportunidad el tiempo no acompañó y en este caso el Servicio Meteorológico está anunciando mejores condiciones climáticas”, afirma.
Con los casos de coronavirus amesetados en la Ciudad y el funcionamiento de los protocolos aceitado, Mar del Plata confía en tener una Semana Santa exitosa dentro de los límites que impone la disaster sanitaria.
Uno de esos límites es la menor oferta de transporte público. Durante el verano las empresas de micro disminuyeron sus servicios entre un 60 y un 80% y se espera que otro tanto pase para Semana Santa.
Esto determina un perfil diferente del turista, que se hizo notar en el verano y se espera que volverá a verse en Semana Santa: un turista que llega mayoritariamente en su propio vehículo y que tiene un promedio de edad algo más bajo que el de otros años.
La ciudad, que no tiene restricciones para esta Semana Santa y que sólo exige, al igual que toda la Provincia, la presentación del Certificado Verano, espera la Semana Santa adaptada a la disaster sanitaria, con protocolos ajustados y ya probados durante el verano y el acento puesto en un circuito gastronómico con todos los cuidados.
“Hasta las salas teatrales van a estar abiertas, con todos los protocolos, que incluyen un 30% de su capacidad ocupada, barbijo y distanciamiento”, según destaca Rabinovich.
Los fines de semana largo funcionaron bien en la Costa en verano a pesar de la disaster sanitaria
El gran aliado que esperan en la Costa es el tiempo, ya que se espera que los días de semana sean agradables e inviten a viajar.
Desde el Colegio de Martilleros marplatense, su presidente, Miguel Ángel Donsini, cube que las reservas hoteleras de la Ciudad para el receso se ubicarán en alrededor del 50%, mientras que en le caso de los departamentos alcanzarán entre el 30 y el 40%.
“Vamos a tener la mejor Semana Santa posible en el actual contexto, del mismo modo que tuvimos el mejor verano posible”, opina.
Según Donsini, los precios van a estar en el orden de los que se pagaron durante el mes de febrero.
Así, un departamento de un ambiente se consigue por desde 2.000 pesos por día, uno de dos ambientes alrededor de 3.000 y uno de 4, cerca de 4.000.
Donsini también destaca la inversión realizada por la Ciudad en materia gastronómica y la exitosa adaptación a los protocolos durante la temporada.
En ese sentido, coincide Rabinovich, “cuando se inició la temporada muchos decían que en algún momento íbamos a tener que cerrarla por el aumento de los casos, pero eso nunca sucedió. El verano pudo seguir adelante, con picos de concurrencia los fines de semana. Desde hace seis semanas los casos en la Ciudad registraron una baja y ahora están en una meseta de alrededor de 100 casos diarios”, indicó.
Uno de los aspectos más preocupante que presenta el turismo marplatense es la situación de los hoteles más chicos, los sindicales y de una estrella que son los que se vieron más comprometidos por la pandemia. Algunos incluso no llegaron a abrir en temporada y no lo harán tampoco en Semana Santa. Algunos de ellos cuentan con programas de ayuda del gobierno nacional para sostenerse.
EN LAS AGENCIAS
El grado de movimiento que se prevé en la Costa también se palpita en las agencias de turismo platenses.
Desde una de ellas, Carlos Leguizamón relata que “la demanda se ha movido bastante, teniendo en cuenta el contexto, y hay destinos para los que ya no hay disponibilidad”.
Aún teniendo en cuenta que debido a la disaster sanitaria la oferta de paquetes y pasajes se retrajo al 40% en comparación con una Semana Santa común, según destaca Leguizamón, el nivel de demanda “resulta el esperado en relación a la oferta”.
En las agencias destacan dos tipos de turistas de Semana Santa. El mayoritario es el que concretó su reserva hace alrededor de un mes hacia distintos destinos del inside del país.
Pero también hay un segundo grupo que espera a último momento para definir y que, en esta oportunidad, podría verse afectado por la coyuntura determinada por la disaster sanitaria.
“El turismo es muy sensible a medidas como la que se tomó la última semana, suspendiendo la llegada de vuelos desde México, Brasil y Chile. Es cierto que al que viaja por el país eso no lo afecta directamente, pero algunos que todavía no concretaron operaciones pueden retraerse por este motivo”, cube Leguizamón.
En cuanto a los destinos más demandados vuelven a ser los clásicos de la Semana Santa, con la Costa, las Cataratas del Iguazú,. , Bariloche, el Noroeste (especialmente Salta) y el Calafate entre los preferidos.
En algunos de estos destinos se espera que la ocupación supere el 80%.
El Parque Nacional Iguazú, uno de los más elegidos en el marco de esta Semana Santa ampliará a 5.000 el número de visitantes habilitados a ingresar por día al área turística de Cataratas, informaron autoridades de esa reserva pure del norte de Misiones, declarada una las Nuevas 7 Maravillas Naturales de la Argentina.
Ese número implica un aumento de 1.000 personas en relación a las actuales 4.000 permitidas, señaló el intendente del Parque, Pedro Lunello, quien dijo que la Semana Santa representa “un compromiso, porque siempre sabemos aumenta un poco más la visita”.
“Por un lado tenemos que dar como muestra y señales de que estamos sumando para la reactivación, pero por otro lado tenemos que ajustar los cuidados y comprender que todavía estamos en el medio de la pandemia”, explicó el funcionario.
Una preocupación que se repite en cada destino y que lleva a ajustar protocolos en el marco de la disaster sanitaria.
” Fuentes www.eldia.com ”