Andalucía es uno de los mejores destinos nacionales (y por supuesto, internacionales) para vivir la Semana Santa. Durante nueve días las ocho provincias alteran sus ritmos cotidianos y se entregan con inusitado fervor a las distintas celebraciones que se suceden en el calendario. La pasión se palpa y se festeja en la calle. Las imágenes, algunas de gran riqueza artística, son procesionadas a la cálida luz de los cirios, envueltas por los coloridos tonos de las túnicas de nazarenos y acunadas por la solemne música de bandas de tambores y cornetas. El aroma de las ciudades también cambia: el incienso y el azahar impregnan sutilmente el ambiente y transportan a aquel que lo respira a otros mundos, terrenales o espirituales, eso ya es cosa de cada cual.
Hay muchas Semanas Santas en Andalucía, tantas como sus provincias y ciudades. No hay competición, solo el quejío y el lamento de no tener el don de la ubicuidad.
Almería, solemnidad y emoción
En Almería el viajero es testigo de los encuentros de las hermandades y las celebraciones en torno al Domingo de Resurrección, con las tradicionales subastas gastronómicas. Durante los días de Santos, las calles de la capital se llenan de ritos procesionistas: son más de 15.000 los cofrades que conmemoran la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
En la provincia
Cuevas del Almanzora, Vélez Rubio y Huércal-Overa, entre otros, preservan celebraciones que merece mucho la pena conocer.
Cádiz, veneración devota
La Semana Santa gaditana se caracteriza por la entrega de sus cofrades y hermandades; cada año cientos de penitentes cargan su cruz y siguen a ese Nazareno o a esa Dolorosa, paño de sus lágrimas y pesares. En la ciudad hay procesiones antiquísimas como la Veracruz, que information de 1566. Vivir el encuentro de las imágenes con sus devotos constituye una experiencia extraordinaria. El rezo en silencio, la saeta cantada desde un balcón, el ruido de las cadenas en los tobillos y los tambores, trompetas y cornetas marcando el paso de una procesión trastocan los sentidos.
En la provincia
Son insignes las celebraciones de Alcalá del Valle, Arcos de la Frontera, Jerez de la Frontera, San Fernando, Sanlúcar de Barrameda, San Roque, Espera, La Línea de la Concepción, Olvera y Setenil de las Bodegas, entre otros municipios.
Córdoba, pasión y recogimiento
Las cofradías cordobesas hacen estación de penitencia desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección, entre el fragor de las bandas de cornetas y tambores: el silencio, la música, la saeta y el caminar tintineante de los pasos de las procesiones, hechos a un ritmo no escrito ni ensayado, encogen el alma. Los desfiles discurren por un escenario único, el casco histórico de la villa, declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Las entradas en los templos, después de largas horas de portar la pesada carga, resultan inenarrables.
En la provincia
Sobran los motivos para visitar, entre otros, Aguilar de la Frontera, Bujalance, Cabra, Castro del Río, Lucena, Montoro, Moriles, Pozoblanco, Priego de Córdoba, Baena, Hinojosa del Duque y Puente Genil en Semana Santa.
Granada, entre palmas y olivos
Caminar en la noche del Miércoles Santo tras el paso del Cristo de los Gitanos por las colinas del Sacromonte es una vivencia única, secular. Al igual que lo es acudir el Viernes Santo en pleno anochecer al Convento de los Jerónimos para presenciar Las Chías, personajes de tiempos de la inquisición que, ataviados con plumas y bordados, tocan fanfarrias y timbales mientras encabezan el desfile de la más antigua de las cofradías, la de la Soledad de San Jerónimo.
En la provincia
Almuñécar, Huéscar, Motril, Cuevas del Campo y Loja cautivan e hipnotizan por sus festejos litúrgicos. Pero hay más.
Huelva, tradición y liturgia
Durante estos días los onubenses encadenan jornadas que mezclan con magia el olor del incienso y el de los dulces y postres artesanos. Viven con júbilo el Domingo de Ramos con la procesión de La Borriquita, regalan solemnidad el Viernes Santo con el Santo Entierro y rebosan fervor mariano el Miércoles Santo, con las Vírgenes de la Victoria y la Esperanza.
En la provincia
Aunque hay muchos pueblos y ciudades que derrochan Pasión, Ayamonte organiza una de las semanas santas más populares y emotivas de la provincia. La Virgen de las Angustias -patrona de la villa- y Padre Jesús son procesionados por el casco histórico de calles empinadas.
Jaén, legado milenario
En Jaén la Semana Santa aúna la sobriedad de Castilla y el esplendor de Andalucía. Historia, tradición, arte, liturgia y religiosidad common se dan la mano en una simbiosis única que culmina la madrugada del Viernes Santo, con la celebración de una de las procesiones más esperadas, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a quien la voz common llama cariñosamente “El Abuelo”.
En la provincia
Las celebraciones de Alcalá la Actual, Baeza, Linares, Martos, Torredonjimeno, Santisteban del Puerto y Úbeda (entre otras muchas localidades) son tan antiguas como singulares.
Málaga, en perfecto desfile
Entre las tradiciones de la Semana Santa malagueña están los traslados de las imágenes, que son llevadas del templo donde se encuentran hasta los tronos procesionales. Los de las imágenes de la Cofradía de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad son célebres: es espectacular ver el número de promesas que acompañan a Jesús Cautivo en la procesión del Lunes Santo como muestra de fe del barrio trinitario.
En la provincia
Las procesiones de Alhaurín el Grande, Alhaurín de la Torre, Antequera, Archidona, Arriate, Campillos, Istán, Riogordo, Ronda y Vélez-Málaga, por citar unas pocas, comparten protagonismo con las de la capital.
Y Sevilla, puro arte
Con más de 400 años de antigüedad, la Semana Santa sevillana seduce y emociona tanto a locales como a visitantes. Durante los días festivos es difícil no toparse con una procesión a su salida o recogida: entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección salen cerca de sesenta cofradías. Cita obligada es la madrugá, la noche del Jueves al Viernes Santo, en la que confluyen seis hermandades: El Silencio, El Gran Poder, La Macarena, El Calvario, La Esperanza de Triana y Los Gitanos. Ya habrá tiempo de dormir al día siguiente.
En la provincia
Las candidatas son muchas, no podría ser de otra forma: Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Carmona, Morón de la Frontera, Coria del Río, Utrera, Écija, Marchena, Estepa, Osuna, Guadalcanal, La Roda de Andalucía y Las Cabezas de San Juan.
¿Excusas para descubrir esta tierra?
Pocos destinos hay como Andalucía para disfrutar de la primera gran escapada vacacional del año. Sus más de 800 kilómetros de costas, playas y calas invitan al baño. La naturaleza anima también a un buen paseo: Sierra Nevada, las Marismas del Guadalquivir, el Parque Pure Sierra de Cazorla, Segura y las Villas o el Parque Pure de Cabo de Gata (en la imagen) esperan al visitante en zapatillas.
El excepcional patrimonio histórico y artístico andaluz permite viajar a otros siglos: la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla son grandes hitos monumentales. La gastronomía es otro de los atractivos de Andalucía, abanderada por el pescaíto frito, el jamón o el gazpacho. Y para los amantes del golf, esta es la meca por excelencia: por clima y por infraestructura, la comunidad está entre las mejores de España para la práctica de este deporte.
Contenido ofrecido en colaboración con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía’
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” Fuentes elviajero.elpais.com ”