Sebastián González aún no ha tenido tiempo para descorchar. Lo apretado de la agenda deportiva le impide festejar, y magnificar, haber sido elegido “Entrenador del Año” en la encuesta anual que la Asociación de Clubes realiza entre periodistas especializados de todo el país.
El cordobés ya está en tierras centroamericanas, donde este sábado lo tendrá junto a su equipo Quimsa como uno de los protagonistas de los cuartos de last de la Champions League, a jugarse en el Polideportivo “Alexis Argüello” de Managua, Nicaragua. Será desde las 16,40, cuando el precise campeón de esta competencia enfrentará a los brasileños de Minas.
Momentos antes de trepar al vuelo constitution que los transportó a Nicaragua y que también compartieron con el plantel de San Lorenzo, el otro equipo argentino en disputar las instancias finales de la Champions, el entrenador de 44 años dejó sus sensaciones a MundoD tras el nuevo logro que lo entrevera en el lote de los más destacados del país.
-¿Qué te produjo haber sido elegido el mejor DT?
-Siempre es lindo recibir un gran reconocimiento como éste. Aunque uno no trabaja para ello, sino para el funcionamiento del equipo. Para que llegue lo más alto posible y para que los objetivos comunes se vayan concretando. Me parece que el reflejo de ser el mejor entrenador no sólo pasa por el cuerpo técnico sino también por el cuerpo médico, por lo que hacen los jugadores que ejecutan la concept y la forma de jugar y también por los dirigentes que permiten todo eso. Es un poquito de todo. Es private en el nombre que lleva, pero yo lo llevo como que engloba a todo lo que venimos haciendo como equipo. Porque, fijate, que solo un jugador de los nuestros ha sido premiado en lo particular person. Y eso refleja que todo el equipo es lo mejor, más que un nombre propio. Lo mío es gracias a un trabajo hecho entre todos.
-¿Qué impronta le agregaste a tu trabajo?
-Creo que el equilibrio. Uno va tratando de reflexionar y sacar lo mejor, tanto cuando te va bien como cuando no, que también pasa muchas veces. Hay varias cosas, por ahí el mejor entrenador de una temporada, en la siguiente le toca una mala. Tiene que ser una conjunción de muchas cosas, pero las experiencias de esto, de hacer grupos, y plasmar una concept de juego siempre te van dando un plus y me siento muy cómodo con lo que vamos haciendo.
-Se advierte que la pasás muy bien dirigiendo…
-Muy bien. La verdad he encontrado eso. Me gusta, pese a que somos solucionadores de problemas, porque cuando solucionamos uno, empieza otro. Cuando por ahí los resultados no eran los mejores disfruté en buscar soluciones. Porque hubo equipos en los que no me fue bien en resultados, donde entrenaban todos y había compromiso con el objetivo en común, y hoy sigo reconociendo que ese equipo trabajó bien. A veces el rival es mejor, en otras no encontraste la mejor forma de potenciar al equipo y eso también te ayuda a crecer y a seguir buscando siempre ser lo mejor que uno puede ser.
-Con esta nueva modalidad de competencia, con tantos días lejos de tu casa, ¿Cómo se hace para mantener en alto el ánimo del plantel?
-Es todo un desafío. Nosotros ahora hace 15 días que estamos lejos de Santiago, pero de los últimos 130 días, 110 estuvimos fuera de casa, tanto por Liga como por Champions. Creo que el que más lo padeció fue Instituto. Porque una cosa es cuando todo va bien y otra cuando tenés que cambiar de extranjero, cambiar nombres del equipo, sufrir algún contagiado por Covid. Para entrenar una hora en CABA tenés que viajar tres horas. Eso es tremendo. Porque cuando te va bien se solucionan muchas cosas mirando, hablando, pero cuando te va mal y tenés que involucrar jugadores se hace muy difícil… Instituto estuvo en la Champions igual que nosotros y estábamos en Buenos Aires, pero San Lorenzo y Obras la tuvieron pero viven en su casa, con sus familias y entrenan en su cancha.
Análisis
En junio cumplirá dos años al frente de la “Fusión” santiagueña, donde en palabras del cordobés “siempre hay que tratar de estar entre los primeros cuatro en cualquier competencia”. Y vaya si lo cumple el responsable de obtener la última Champions, el Súper 20 y poseedor del número “1” en la Fase Common de la precise Liga Nacional.
-¿Con qué concept viajan a Nicaragua?
-Vamos a competir de igual a igual. Creo que todos los equipos son muy parejos. Los ocho tienen materials y juego para estar en una last. Hay que ver Flamengo, que me parecía que estaba un poquito más arriba, pero el resto estamos ahí muy parejos. Cuando la vara está alta no la podés bajar. Hoy estamos para competir, pelearle a cualquiera, y llegar a lo máximo.
-¿Te hacés una concept a futuro en la profesión?
-Mirá, si yo me pongo a ver, nunca me imaginé las cosas que me están pasando. Esto es como cumplir un sueño también. Lo mejor es disfrutar lo que estás haciendo y de ahí se van dando las cosas, al menos en mi caso. Siempre tuve esa postura, desde que empecé dirigiendo el mini básquet en Matienzo o Atenas. Y hoy siento lo mismo. Tratar de hacer lo mejor posible y de ahí vas aplicando algunas cosas sin apuro, aunque a mí se me dieron demasiado rápido. Si yo me pusiera otros objetivos serían por perfeccionarme y mejorar cosas. Ese trabajo creo que es el que te lleva a que se te abran otras puertas. Ojalá que así suceda.
Párrafo para Atenas
“Soy de Atenas desde chico. Es una institución prestigiosa que llegó a esta situación por una conjunción de muchas cosas. Yo lo vivo y le agradezco siempre no sólo la profesión que elegí sino también que me educó como persona a través del deporte y me dio muchos valores. Quiero que salga, creo que lo va a hacer. Es un club de barrio, pero con aspiraciones altas y eso no se pierde. Esperemos que se vuelva a encontrar y que siga en primera para volver al lugar donde a ese lugar donde toda la gente de Atenas le gusta”, señaló el DT horas antes que se conociera el resultado favorable que le permitió a Atenas permanecer en la Liga A.
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