La
baja brecha de contagios del Covid-19 y la buena recepción de las
vacunas en la región nos ha dado la oportunidad de avanzar y dar un paso
positivo en materia de turismo antártico. Esta semana, tras meses de un
arduo trabajo liderado por la Seremi de Economía y Sernatur, en
conjunto con los gremios, la autoridad sanitaria y la delegación
presidencial, se aprobó y anunció el protocolo que permitirá iniciar las
operaciones de cruceros antárticos que utilicen a la Región de
Magallanes como puerto base (homeport).
Esta
noticia es tremendamente relevante, porque el anuncio se realiza en un
momento clave para la toma de decisiones de muchas empresas de cruceros
antárticos que estaban en la incertidumbre respecto a si podrían operar o
no a través de Chile esta temporada. A modo de contexto, es relevante
considerar que previo a la pandemia, el 80% de las operaciones de
cruceros antárticos se realizaban desde Ushuaia y hoy, gracias al
reconocido y positivo manejo que ha tenido Chile del Covid-19, un grupo
relevante de ellos está mirando a Chile y, en explicit a Magallanes,
como una alternativa seria y segura para dar continuidad a esta
relevante industria. Es por ello que hoy ya tenemos 24 recaladas de
cruceros antárticos confirmadas para la región (14 en Punta Arenas y 10
en Puerto Williams), lo que duplica la cantidad recibida en la última
temporada de cruceros pre pandemia.
Sabemos
que la pandemia aún nos golpea y por lo mismo, esta apertura contará
con estrictos protocolos de ingreso para tripulantes y turistas que
tengan este destino. En concreto, para ingresar al país tendrán que
venir con un examen PCR negativo y contar con su esquema de vacunación
completo. Adicionalmente, para dirigirse a Magallanes lo harán bajo un
esquema de burbuja, el cual implica que sólo podrán desplazarse a través
de vuelos privados (charters) y, si fuera necesario pernoctar en
Santiago, tendrán que hacerlo en un resort de tránsito del cual no podrán
salir hasta tomar su vuelo. A su vez, al llegar a Punta Arenas, deberán
desplazarse en transporte privado directamente a la nave que lo lleve a
Antártica y, de requerir pernoctar en la región, también deberán
hacerlo en un resort de tránsito del cual no podrán salir hasta su
embarque hacia el continente blanco.
De
esta forma se podrá garantizar seguridad sanitaria tanto para los
tripulantes, turistas y también ciudadanos de la región y, a su vez,
permitir la operación de una industria con un alto potencial que en el
futuro podría generar un fuerte y positivo impacto al desarrollo de la
actividad turística native.
Al
momento de regresar desde la Antártica se realizará el mismo proceso,
con un testeo previo al desembarque que se realizará a bordo del barco.
Cabe
recalcar que cada uno de los turistas antárticos que adhieran a este
protocolo contará con un seguro médico por $30.000 dólares, el cual
cubrirá los gastos médicos que se pudiesen gatillar a raíz de un caso
positivo Covid u otra enfermedad.
Esta
gran noticia es una luz de esperanza para nuestra economía y también
para el turismo, porque la seriedad y el compromiso de Magallanes en el
manejo de la pandemia han permitido ir dando estos pasos de apertura
gradual que, estoy convencida, serán muy relevantes para la recuperación
de cada uno de los sectores económicos que más golpeados se han visto
por esta disaster. Por último, nos permite avanzar hacia un gran anhelo
regional, convertirnos en una verdadera puerta de entrada a la
Antártica, desde la ciencia, la logística y el turismo.
Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión private de opiniones y comentarios, apelando al respeto entre los usuarios y desligándose por completo del contenido de los comentarios emitidos.
” Fuentes elpinguino.com ”