El lodge de lujo Dorado Beach Ritz-Carlton Reserve pasará a manos del fideicomiso de inversión inmobiliaria Braemar Hotels & Resorts Inc., tras una transacción que incluye la emisión de seis millones de acciones ordinarias de la compañía, $104 millones en efectivo y un préstamo de $54 millones para financiar la adquisición.
Aparte del lodge, Braemar Accommodations & Resorts también adquirió las 14 unidades residenciales de lujo adyacentes a la propiedad, que participan en un programa de administración de alquileres. Se espera que la adquisición de la propiedad -hasta ahora propiedad de PRISA Group- se cierre el 1 de febrero de 2022.
“La adquisición de Dorado Beach, un Ritz-Carlton Reserve es una oportunidad para que adquiera uno de los activos de lujo más emblemáticos de América”, expresó el presidente y director ejecutivo de Braemar Richard J. Stockton, en un comunicado de prensa. “Como el primer Ritz-Carlton Reserve en las Américas y una de las únicas cinco propiedades del Ritz-Carlton Reserve en todo el mundo, esta propiedad única encaja perfectamente con nuestra estrategia de poseer hoteles y resorts de lujo con un RevPAR (ganancias por habitación) alto y diversifica aún más nuestra cartera”.
El Nuevo Día reportó a inicios de este mes la posible venta de la propiedad, pero Federico Stubbe, hijo, principal oficial ejecutivo de PRISA Group -desarrollador y uno de los copropietarios del hotel- aseguró que en ese momento no existía un acuerdo para la venta del lodge.
Tras el anuncio de Braemar Accommodations & Resorts, Stubbe precisó que el acuerdo se limita al lodge y excluye el membership y todas sus instalaciones, que incluyen campos de golf, el restaurante Barlovento y el parque acuático The Watermill, entre otras amenidades. Asimismo, PRISA Group retuvo los terrenos de desarrollos existentes y futuros en todo el resort.
“Con los ingresos de la transacción estaremos realizando inversiones significativas en el desarrollo de amenidades nuevas y mejoradas durante los próximos cinco años, como el nuevo campo de golf de campeonato West Course de 18 hoyos, Dorado Beach Farm, instalaciones ampliadas de Fitness & Racquet y mucho más, así como una programación mejorada para nuestros miembros y sus familias”, detalló Stubbe en unas declaraciones escritas enviadas a este medio.
Añadió que el lodge existente, así como las residencias de marca Ritz-Carlton Reserve actuales y futuras, continuarán siendo consideradas dentro de la marca Ritz-Carlton Reserve y administradas por Marriott Worldwide durante un mínimo de 20 años.
“Estamos entusiasmados con esta nueva alianza que servirá de avance en nuestra misión de desarrollar a Dorado Beach Resort en una de las mejores comunidades del mundo”, sostuvo. “Esta transacción reafirma el potencial que tiene Puerto Rico para competir con los mejores destinos del mundo con su mano de obra preparada y de calibre mundial y la inversión en infraestructura turística moderna y a gran escala”.
Braemar Accommodations & Resorts espera obtener un rendimiento de aproximadamente el 8% sobre su inversión en los próximos tres a cinco años. Hasta noviembre de 2021, la propiedad logró un ingreso por habitación disponible de $ 1,129, con una ocupación del 57% y una tarifa diaria promedio de $1,968
Dorado Seashore Ritz-Carlton Reserve cuenta con 96 habitaciones de lujo localizadas frente a la playa, incluyendo 12 suites de un tamaño promedio de 1,288 pies cuadrados.
El lodge ofrece una variedad de comodidades y ofrecimientos gastronómicos, así como 4,800 pies cuadrados de espacio para reuniones y una piscina infinita con acceso directo a la playa, entre otros.
Tras su inauguración en 2012, el Dorado Seashore fue renovado en 2018 tras una inversión de $78 millones. Desde entonces, ha recibido múltiples reconocimientos, que incluyen el pretigioso Conde Nast Traveler – Reader’s Alternative Awards 2019, como el resort número uno en el Caribe.
Otras ventas de hoteles
La venta del Dorado Seashore Ritz-Carlton Reserve se produce luego de que el San Juan Water and Seashore Membership Resort, en Isla Verde, fue vendido recientemente por una cantidad que no fue precisada. Loisse Herger y Fernando Dávila, propietarios de los hoteles O.L.V y Olive, localizados en Condado, son los nuevos dueños de la propiedad.
Asimismo, los hoteles La Concha Renaissance San Juan Resort y Condado Vanderbilt fueron puestos en venta por Paulson & Co., la empresa de gestión de inversiones propiedad del financiero estadounidense John Paulson.
El Nuevo Día supo que la firma Caribbean Property Group (CPG) está interesada en adquirir ambas propiedades. CPG es una de las principales empresas de inversión inmobiliaria de capital privado con sede en Estados Unidos, cuyo enfoque es el mercado de América Latina y el Caribe. La venta de los hoteles está a cargo de la firma de bienes raíces JLL, según fuentes de la industria.
Paulson había comprado los hoteles en 2014 en una transacción ascendente a $260 millones y que formalizó en sociedad con Worldwide Hospitality Enterprises (IHE), uno de los operadores de hoteles más importantes de Puerto Rico.
Ambas propiedades -que suman sobre 800 habitaciones- gozan de ubicaciones privilegiadas. Por ejemplo, La Concha posee 248 habitaciones frente al mar y una torre de 245 suites. El lodge cuenta con una discoteca y múltiples restaurantes, entre los que se destacan Solera, Sereno Bar & Grill, The Raise, Aroma, The Foyer, Komakai Suchi Bar, Marena y Serafina San Juan.
Mientras, el Condado Vanderbilt, considerado como uno de los hoteles más icónicos y lujosos de la capital, posee 319 habitaciones, que incluyen 108 suites. Asimismo, cuenta con un gimnasio, 17,000 pies cuadrados de espacios de reunión, dos piscinas y 370 estacionamientos.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”