Naturaleza y tradición alzan vuelo en el departamento de Santander en donde cada vez se habla más de aviturismo, bioturismo, turismo comunitario, sostenible y de inmersión cultural. Razones por las cuales este departamento es el Destino Nacional Invitado de Honor en esta edición de la Vitrina Turística de Anato.
Este departamento cuenta con más de 80 municipios que ofrecen un sinnúmero de actividades para disfrutar de su turismo pure, fiestas y ferias, cultura, gastronomía e historia, en lugares como el parque Nacional del Chicamocha, los jacuzzis naturales de Las Gachas, Barichara, La Mesa de los Santos, las cascadas Los Caballeros y Gámbita, el Cerro del Santísimo y San Gil, entre otros.
(Le puede interesar: Los destinos más acogedores de Colombia para los turistas, según Booking)
Son municipios que buscan atraer a los nuevos perfiles de viajeros, muchos de ellos internacionales, que quieren experimentar estilos de vida y saberes ancestrales que se conservan y que los conecten con la naturaleza. A estas iniciativas por promover el turismo sustentable desde la oferta de hoteles ambiental y socialmente responsables, se suman los planes experienciales o de inmersión cultural que se abren paso por Santander en casas de hospedaje para familias que quieren vivenciar los vestigios de los indígenas guane, primeros habitantes del departamento de Santander.
Yolanda Díaz Gaviria, de la casa de huéspedes La Ilusión, de Barichara, explica que “la mayoría de hospedajes de la región ofrecemos experiencias de aprendizaje de oficios, saberes y haceres ancestrales. Los fines de semana vienen artesanos a hacer experiencias con los huéspedes; talleres de cestería y de alfarería, mientras que otras actividades son en las casas de los campesinos para que los visitantes vivan el estilo tradicional de la descendencia guane”.
(También: ‘El nuestro es un sector resistente’: Paula Cortés)
“Trabajamos con dos artesanos descendientes de la última mujer indígena guane que hubo en Barichara, Ana Felisa Alquichire (quien falleció hace dos años). Sus hijas y nietos trabajan la alfarería de barro manual, sin quemas en hornos sino en fogón de leña; escuchar a estas señoras del campo es muy valioso. Comienzan haciendo un pocillo y un plato o una olla con los viajeros, en modelado manual y sin torno”, añade la cabeza de esta iniciativa de hospedaje tradicional e inmersión cultural que ofrece experiencias de cestería en vástago de plátano, palma de iraca o nacuma y pintura con tierra, entre otras.
Además de estas experiencias, el tradicional recorrido por Barichara muestra su arquitectura en piedra, y permite a los visitantes sentirse en un viaje a través del tiempo, hasta la Colonia. Es un lugar excellent para descansar, para los que aman la emoción y la aventura.
Uno de sus monumentos más representativos es la iglesia de la Inmaculada Concepción, en la plaza central. La cultura de Barichara se centra en sus ancestros, es por esto que en el recorrido se encuentran locales de artesanías con hamacas, alpargatas, vestidos típicos, collares, figuras talladas en piedra, mochilas y tapetes.
La adrenalina sigue
No se quedan por fuera del plan en Santander las tradicionales actividades outdoor y los deportes de aventura, como el canotaje por las aguas de los ríos Fonce, Chicamocha y Suárez (los dos primeros son más indicados para planes familiares, mientras que el Suárez tiene un nivel más extremo, para aventureros y amantes de la adrenalina), el cover a través del cañón del Chicamocha y la espeleología recreativa (exploración de cuevas).
San Gil es el destino de la adrenalina. Está a 96 kilómetros de Bucaramanga, en un recorrido de dos horas, y es el epicentro de actividades de aventura, gracias a sus características geográficas y climáticas, así como sus recursos hídricos. La adrenalina de los visitantes brotará con el canotaje, parapente, torrentismo y rápel, entre otros. El municipio cuenta además con puntos interesantes, como el Balneario Pozo Azul y los parques La Libertad y El Gallineral, para deleite de los turistas.
(Además: El turismo de ciclismo, la apuesta del Quindío en Anato)
Aviturismo, al vuelo
Los nuevos turistas prefieren la desconexión y el consecuente aislamiento en medio de la naturaleza, por eso las autoridades turísticas de Santander abrieron las alas hacia la exploración del aviturismo en la región, pues en países como Perú el avistamiento de aves atrae a más de 40.000 turistas internacionales que generan ingresos por casi 100 millones de dólares.
Ahora, teniendo en cuenta que Colombia es el país más diverso en especies de aves del planeta (por nuestros aires vuelan cerca de dos mil especies), y que el cincuenta por ciento de ellas se han avistado en Santander, esta actividad está en su mejor momento de anidar en la oferta turística del departamento.
Las Gachas y su encanto
A cuatro horas y media de Bucaramanga, bordeando el cañón del Chicamocha, está ubicado el municipio de Guadalupe, cuya temperatura, que promedia los 22 grados, ofrece a los turistas un clima excellent para disfrutar de su atractivo más reconocido: la quebrada Las Gachas.
Allí la quebrada conforma algo más de 250 pozos no profundos, de una circunferencia amplia y con poca distancia entre ellos, como tinas naturales donde bañarse es un verdadero placer.
Los pozos son de coloration rojizo, por el tono de las piedras que bordean la quebrada. A este destino han llegado cientos de turistas del mundo, para divisar esta mágica zona pure de Santander.
(Le recomendamos: Vuelos baratos: estas son las mejores fechas para viajar en este 2022)
Para no perderse
Vélez: coloration, olor y sabor a guayaba
En el sur del departamento de Santander, a 230 km de Bucaramanga, el municipio de Vélez es conocido por ser cuna de músicos, bordadores, artesanos y agricultores, y por ser la tierra del bocadillo veleño. Vale la pena pasear por sus calles que el año pasado sus habitantes pintaron del coloration de la guayaba, en honor al fruto que le ha da tanto reconocimiento.
Cabe recordar que el bocadillo veleño es un producto con denominación origen, que solo se produce en esta región. Esta industria es la mayor fuente de empleo en la zona (2.000 empleos directos y 4.000 indirectos).
Para los más osados
En el municipio de Aratoca, entre Bucaramanga y San Gil, está el segundo cañón más grande del mundo: el Chicamocha. Y allí, en la cumbre del cañón, el Parque Nacional del Chicamocha, o Panachi. Para llegar se toma el teleférico que lo llevará hasta la parte más baja del cañón, para luego ascender unos 2.000 metros. Tiene atracciones para adultos y niños.
Más en parquenacionaldelchicamocha.com
PILAR BOLÍVAR
Para VIAJAR
@lavidaentenis
Más noticias
Hoy arranca la vitrina del turismo que se reabre al mundo y sus viajeros
Aumenta la demanda de asistencia al viajero con coberturas anticovid
” Fuentes www.eltiempo.com ”