Puerto Rico denegó la entrada del crucero Symphony of the Seas de Royal Caribbean, luego de que el Departamento de Salud impuso nuevas restricciones para la llegada de cruceros ante el repunte por el COVID-19.
La embarcación partió de Miami el pasado jueves, 23 de diciembre, para hacer paradas en Coco Cay, Nassau y, posteriormente, en el muelle de San Juan, desde donde partiría a Philipburg, llegando el 31 de diciembre a Miami. A eso de las 2:45 p.m., el barco se movía cerca de las Islas Vírgenes estadounidenses.
Este crucero, considerado como el más grande del mundo, está bajo la investigación de los Centros para el Control y la Prevención y Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El barco ostenta el coloration amarillo, asignado cuando se reportan contagios en 0.10% o más del complete de pasajeros, así como si se reportan uno o más casos de contagios en tripulantes.
“La entrada del barco está denegada. Todas las semanas la Autoridad de los Puertos envía la lista de los barcos que van a estar llegando a Puerto Rico y se enmendó la lista. El barco está cancelado y, lamentablemente, los componentes de la industria que tenían que brindarle servicio al barco no fueron informados con antelación”, denunció la portavoz de la Alianza Turística, Daphne Barbeito.
El Nuevo Día tuvo acceso a la lista de llegada de cruceros de la Autoridad de los Puertos y confirmó que el arribo del crucero fue cancelado, mientras que el del barco Kydon de la empresa American Cruise continuaba en pie.
Aunque se intentó obtener una reacción de la Autoridad de los Puertos, la portavoz de prensa de la entidad, Elizabeth Cabrera, indicó que el Salud es la agencia autorizada a emitir declaraciones al respecto. Sin embargo, la portavoz de prensa de dicho departamento, Lisdián Acevedo, no ha respondido la petición de información de este medio.
Se espera que el gobierno y Royal Caribbean sostengan una reunión esta tarde para discutir los protocolos. “El gobierno entró a hacer cambios sin tener previsto el impacto por el otro lado. Si quieren cerrar la operación, que digan cómo van a ayudar a los pequeños empresarios que están sin trabajo”, aseveró Barbeito.
Las nuevas restricciones
Las nuevas restricciones de Salud fueron informadas ayer, domingo, a las líneas de crucero con paradas previstas en Puerto Rico, mediante una carta firmada por el secretario Carlos Mellado.
El funcionario dispuso que todos los pasajeros y tripulantes que deseen desembarcar en Puerto Rico al llegar en un crucero deberán estar vacunados contra el COVID-19 y presentar un resultado negativo de una prueba molecular o de antígenos del virus, realizada al menos 48 horas antes de su arribo a la isla.
La misiva a la que este medio también tuvo acceso añadió que no se permitirá el desembarque de personas infectadas con el virus, ni de sus contactos cercanos, por lo que deberán permanecer en aislamiento.
Asimismo, los cruceros deberán entregar a Salud -24 horas antes de su llegada a Puerto Rico- una lista de los tripulantes y pasajeros en aislamiento o cuarentena.
Mellado defendió en la carta que las restricciones responden a un aumento de casos de COVID-19 a causa de la variante ómicron, que ubicó ayer la tasa de positividad en 21.7% en pruebas moleculares y la incidencia en 372 casos por 100,000 habitantes.
“De hecho, los indicadores epidemiológicos han sido los más altos reportados desde la comienzo de la pandemia. Por ello, es necesario implementar medidas más rigurosas en nuestros puertos de entrada que nos permitan reducir el riesgo de introducir más casos en nuestra jurisdicción”, expuso Mellado.
Las restricciones entraron en vigor, hoy lunes, por lo que el representante del Partido Standard Democrático (PPD), Ángel Matos, sostuvo que los cambios afectarían la llegada de los cruceros con paradas previstas en la isla.
“Entendemos el repunte catastrófico que Puerto Rico está atravesando, pero negar la entrada de un crucero con puertorriqueños a bordo, que regresan de viaje, además de turistas que están vacunados, que incluyeron a nuestra isla en su travesía, no habla bien del país”, denunció Matos García en un comunicado de prensa.
Matos invitó a la Autoridad de Puertos a revisar los protocolos de entrada para permitir la llegada de barcos cruceros que ya zarparon e informar a los que no han salido de sus puertos de origen sobre las nuevas restricciones.
Impacto en la industria
Con el requerimiento de una prueba negativa realizada 48 horas antes de llegar a la isla, el gobierno igualó los requerimientos para los pasajeros en vuelos domésticos y los cruceristas, lo que es un error, a juicio del Barbeito y Juan Fernández, otro de los integrantes de la Alianza Turística.
“No le das tiempo a la línea de cruceros a prepararse. Si esa es la nueva directriz se acata, pero tienes que darle un tiempo suficiente para que tengan 2,000 pruebas a bordo”, reclamó Barbeito.
Fernández, quien es propietario de la Farmacia Luma, en Viejo San Juan, reclamó a Mellado que reconsidere de forma “urgente” el requirimiento de prueba negativa a los pasajeros.
“Los pasajeros de crucero no representan riesgo alguno de contagio y antes de embarcar y durante todo el trayecto han sido y son sometidos a estrictos controles pero el requisito de prueba 48 horas es excesivo y abusivo y además supone que el barco pague por todo el pasaje al atracar en San Juan sin el beneficio de desembarque para los pasajeros y eso es fatal para la industria y razón suficiente para ser eliminados como opción de atraque”, expresó. “Esta decisión del Departamento de Salud condena a la desaparición de miles de empleos dependientes de la industria de turismo y no tiene efecto alguno en el potencial control y descenso de contagios que seguirán creciendo sin que los cruceros tengan absolutamente nada que ver”.
La Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) y la Autoridad de los Puertos celebraron la semana pasada que Puerto Rico recibiría 20,000 visitantes en 13 cruceros hasta ayer. De esa cantidad, nueve recibieron estatus amarillo y estaban bajo investigación por los CDC tras reportarse brotes.
Según la CTPR, los cruceros arribarían a Puerto Rico bajo “estrictas” medidas de seguridad, que incluye que los tripulantes y pasajeros elegibles deben estar vacunados contra el COVID-19 y realizarse una prueba de antígeno antes de abordar.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”