Las agencias de viajes afrontan un futuro lleno de sombras. Los datos del primer año de la pandemia muestran que han sido el subsector del turismo más dañado por la desaparición de la movilidad y de la interacción social, con una pérdida media de empleo del 52% y de la actividad cercana al 80. De este sector dependen 9.500 agencias y 85.000 trabajadores y desde la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) creen que la única medida para garantizar la viabilidad del empleo y de la actividad pasa por un rescate con ayudas directas. “Hasta el momento no ha llegado ni un euro”, recalca Carlos Garrido, presidente de CEAV.
A la espera de recibir esos fondos, las agencias afrontan otro problema adicional: los impagos acumulados por aerolíneas, cruceristas y turoperadores desde que estalló la disaster del coronavirus. Miles de clientes vieron como sus billetes se cancelaban y la única solución temporal que ofrecieron todos los distribuidores fue un bono por el importe del viaje cancelado. La prolongación de la disaster durante más de un año llevó a esos mismos clientes a reclamar el importe a la agencia de viajes. “El 80% de las agencias asociadas en CEAV son pymes y pequeñas empresas y el mayor patrimonio es el contacto con el cliente. La paciencia del cliente tiene un límite y llegó la hora de adelantar ese dinero”, recalca Pablo Parrilla, vicepresidente de CEAV.
De una deuda de 500 millones de euros en octubre de 2020 se ha pasado a otra de 150 millones, pero el escenario es muy distinto. “La mayoría de empleados siguen en ERTE y hay miles de empresas que están al límite, sin ingresos desde hace más de un año”, recalca. Los requerimientos enviados a los deudores han servido para rebajar las deudas, pero no al ritmo deseado. “De esos 150 millones, en torno a 100 corresponden a aerolíneas, fundamentalmente dos (Ryanair y Air Europa) y los restantes 50 se distribuyen entre cruceristas y turoperadores”.
Parrilla destaca a Ryanair y Air Europa como las aerolíneas que peor comportamiento de pago tienen con respecto a sus deuda y acumulan la mayor parte del pasivo. En el caso de la compañía irlandesa, desde CEAV se le han remitido dos requerimientos para que liquide su deuda y cumpla su obligación de devolver el importe de los billetes de avión. “La actitud es poco colaborativa. Asume que el problema está solventado, cuando no es verdad”. En el caso de Air Europa, también denuncia la falta de colaboración, a lo que se une el hecho de que la aerolínea haya sido rescatada con una inyección de fondos públicos de 475 millones de euros, de los que 240 millones se sustanciarán en un préstamo participativo y otros 235 millones serán a través de un crédito ordinario”.
El caso Pullmantur
Los restantes 50 millones de euros de pasivo que acumula la patronal responde a los impagos de turoperadores y cruceristas, que han intentado ganar liquidez en este proceso demorando los plazos de devolución. Una parte muy importante de esa deuda corresponde a la crucerista Pullmantur, participada por Springwater y Royal Caribbean, con un 51% ty un 49% el capital, respectivamente.
Fue Royal Caribbean, matriz de Pullmantur, la que optó por facilitar los créditos necesarios para proceder a la devolución a los clientes de los billetes comprados antes de que surgiera la pandemia. De hecho, el pasado mes de marzo CEAV constató que se habían iniciado las devoluciones de aquellos pasajes que se abonaron mediante transferencia bancaria, emitiendo un cheque a nombre del cliente closing, pero no se había solucionado la problemática concreta de aquellas agencias de viajes que hayan adelantado el reembolso al pasajero. “Entre nuestros asociados existe un alto número de agencias que han intermediado en la contratación de viajes combinados organizados por Pullmantur”. Pese a la promesa de Royal Caribbean, la velocidad y el importe de la devolución de dinero no se corresponde con lo pactado por la matriz.
Los gigantes de la distribución viven su peor año
Viajes El Corte Inglés. La agencia de viajes de El Corte Inglés y los representantes de los trabajadores sellaron en septiembre un nuevo ERTE que reduciría un 80% la jornada y el sueldo a 4.800 trabajadores hasta el 31 de agosto de 2021. La empresa apenas se había movido de su planteamiento inicial. Las dos únicas concesiones fueron una garantía de mantenimiento del empleo hasta el 28 de febrero de 2022, seis meses desde el fin del nuevo ERTE, y la posibilidad de que los empleados afectados por el ERTE puedan acogerse a excedencias voluntarias de seis meses renovables para poder seguir activos en otros empleos, bien dentro de El Corte Inglés o en otras empresas ajenas al grupo.
Avoris-Globalia. La CNMC dio el visto bueno en mayo de 2020 para que ambos grupos integraran sus estructuras y se convirtieran en la mayor agencia de viajes de España, adelantando a Viajes El Corte Inglés, tanto por tamaño como facturación. Contaría con una purple de 1.500 puntos de ventas frente a los 600 de El Corte Inglés y facturaría 2.800 millones frente a los 2.722 millones de las agencias del grupo de distribución. Ha recibido 320 millones de la SEPI.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”