La mayor aerolínea europea de bajo coste, Ryanair, ha conquistado su primer beneficio trimestral desde el inicio de la pandemia, aunque afirma que tendrá que recortar los precios durante el invierno para mantener la recuperación del tráfico: en el primer semestre el precio medio del billete es de 33 euros, un 30% menos que en el periodo comparable de 2020.
El beneficio neto en los tres meses finalizados el 30 de septiembre es de 225 millones de euros, aunque la empresa advierte que espera registrar pérdidas entre 100 y 200 millones en todo el año. El grupo con sede en Dublín también ha señalado que está considerando la posibilidad de dejar de cotizar en la Bolsa de Londres.
Para el consejero delegado del holding irlandés, Michael O’Leary, este último paso sería una “consecuencia inevitable del Brexit” y de los requisitos regulatorios que presenta la ruptura. El director financiero, Neil Sorahan, explica que menos del 10% de las acciones de la empresa se negocian ahora en el parqué londinense.
España, después de Italia, se consolida como el segundo gran mercado en generación de ingresos en el primer semestre
La salida de Reino Unido de la UE y las restricciones marcadas por la normativa de propiedad y management de las aerolíneas, por la que más del 50% del capital debe estar en manos comunitarias, hizo que Ryanair vetara el pasado diciembre la compra de acciones ordinarias a los ciudadanos extracomunitarios, lo que incluye a los británicos. De forma adicional, suprimió los derechos de voto de los accionistas ya existentes de fuera de la UE.
La consecuencia en el mercado es un desplome del volumen de negociación de acciones en Londres a la vista de que solo pueden se adquiridas por inversores de la UE. Ryanair también cotiza en la Bolsa de Irlanda y sus títulos operan en el Nasdaq de Nueva York como ADR.
Por debajo de las expectativas
El resultado en el segundo trimestre fiscal, de 225 millones en negro, está por debajo de la estimación media de 255 millones de euros de los analistas consultados por Bloomberg. Lo que es indudable es que hay síntomas de recuperación. Las pérdidas acumuladas al cierre del primer semestre fiscal son de 48 millones de euros, un 88% por debajo de los 411 millones con signo negativo declarados en el primer semestre del ejercicio 2020-2021. El tráfico de viajeros se dispara un 128% en los seis meses, pasando de 17,1 a 39,1 millones de usuarios. Y los ingresos evolucionan un 83% al alza, hasta los 2.150 millones. La mayor actividad también conlleva la vuelta del gasto operativo, que sube un 63%, hasta los 2.200 millones, en el semestre.
La compañía cuenta con una posición de caja de 4.240 millones y una calificación ‘BBB’ otorgada por las agencias Fitch y S&P. Desde esa posición cube estar en disposición de aprovechar oportunidades de crecimiento al tiempo que sigue siendo crítica con el apoyo público a aerolíneas como Air France, Lufthansa, TAP, SAS e incluso Iberia. Esta última se ha valido del mecanismo de los ERTE en España y ha tenido acceso a financiación con aval del ICO.
Los acuerdos de capacidad y precios de Ryanair con los aeropuertos de Stansted (hasta 2028), Bérgamo (hasta 2028), Manchester (hasta 2028), East Midlands (hasta 2028) y Charleroi (hasta 2030); la llegada de los 65 nuevos aviones Boeing 737 Max más eficientes, y las coberturas sobre el 80% del flamable para el próximo verano, ayudarán a contener de los costes, según el director financiero.
Respecto a los nuevos aparatos de Boeing, la compañía resalta un ahorro del 16% en flamable y del 40% en la huella sonora, al tiempo que vienen equipados con un 4% más de flotas. Se trata de cualidades que ayudarán a rebajar el ratio de emisiones por viajero.
Confianza
La low value irlandesa ha aprovechado la recuperación de los vuelos domésticos para jugar como native en países como España, Italia, Austria, Portugal o Escandinavia, mientras la mayoría de sus rivales se muestran más cautelosos ante el repunte de la demanda. De hecho, O’Leary y su equipo confían en que la capacidad superará los niveles anteriores a la pandemia la próxima primavera. “Creo que es poco probable que se alcance el punto de equilibrio este año”, ha afirmado el primer ejecutivo ante Bloomberg Tv en relación con las cifras de este ejercicio. “Estoy realmente centrado en el próximo año”.
España, después de Italia, se consolida como el segundo gran mercado en generación de ingresos. En el primer semestre fiscal la compañía aérea recoge 537 millones de Italia, frente a los 265 millones del periodo comparable del año pasado, y 410 millones en España, en comparación con los 213 millones anteriores. La cosecha en Reino Unido e Irlanda es de 219 y 80 millones de euros, respectivamente.
Las reservas recientes de vuelos se han visto estimuladas por la flexibilización de las restricciones de viaje en Reino Unido, el mayor mercado de Ryanair, en explicit para las vacaciones de octubre. Como derivada, el nivel de ocupación de sus aviones en el segundo trimestre se ha situado por encima del 80% (79% de media en el primer semestre frente al 72% del periodo comparable de 2020). Para la temporada navideña se prevé una importante reanimación de las reservas en el Reino Unido o hacia destinos como Irlanda, España o Italia.
La aerolínea espera ahora transportar de marzo de 2021 al mismo mes de 2022 a 103 millones de pasajeros, después de haber previsto no más de 100 millones. Posteriormente, para la próxima temporada alta jugará a favor el empuje de la nueva flota entrante, con 65 aparatos B737 Max. Y entre abril y septiembre de 2022 la empresa tiene previstas 560 nuevas rutas y la apertura de 14 bases.
Hasta 2025 el tirón esperado en el tráfico será del 50%, hasta conquistar los 225 millones de viajeros. Este desarrollo, según defiende la low value, motivará la creación de 5.000 puestos de trabajo entre pilotos, tripulantes de cabina de pasajeros e ingenieros.
” Fuentes cincodias.elpais.com ”